El pasado 17 de noviembre se cumplieron diez años de la muerte del singular e irreverente fotógrafo Jorge Rueda (Almería, 1943 - Jorox, Málaga, 2011). Coincidiendo con dicho aniversario, el Centro Andaluz de la Fotografía (CAF) inauguró en Apertura la primera exposición con la que se le pretende rendir homenaje. En la sala Desenfocada se puede ver, hasta el 25 de febrero, la obra de los años 70. La muestra da el pistoletazo de salida a un amplio ciclo de actividades organizadas junto a la Universidad Internacional de Andalucía en torno a esta figura del surrealismo fotográfico español.

El 13 de diciembre, la Sala Italcable acogerá las piezas más significativas de sus últimas tres décadas, desde los años 80 hasta 2008, fecha de su gran exposición en el Centro Andaluz de la Fotografía. Ese día también se conmemora la quema de sus archivos, deseo que dejó escrito en sus últimas voluntades y fue cumplido por sus amigos más íntimos, entre ellos Carlos Canal, fotógrafo y director del Festival Fotomanías. Canal ha comisariado las muestras junto a Míchelo Toro, director de Apertura.

“Es un homenaje a un autor muy importante, fundó la revista Nueva Lente en los años 70, fue una figura muy significativa y, a pesar de ello, poco conocida”, comenta Carlos Canal. Y explica que “lo que hacemos es, celebrando el décimo aniversario de su muerte, hacer dos exposiciones”. Canal subraya que “como un acto de rebeldía e iconoclastia decidió que se quemara su archivo después de morir, porque pretendía que se lo hubieran comprado en vida y como no fue así prefirió que se destruyera”.

Jorge Rueda amaba la fotografía. “Pretendía que los fotógrafos de cierto nivel pudieran vivir de ello, pero no hay una red de arte contemporáneo interesada en la fotografía, todas las colecciones son muy incipientes”, considera Canal. Además de las piezas que forman parte del CAF, se van a organizar tertulias, mesas redondas y otras actividades paralelas “alrededor de su figura, con el objetivo de analizar su obra, su persona y su decisión de quemar sus archivos”, dice Canal.

Una de las piezas de Jorge Rueda.

Sí quiso salvar los libros y los catálogos, lo que dice que para Rueda “tenía más importancia la fotografía publicada que el objeto en sí”, agrega el comisario. En la muestra que se inaugura el próximo diciembre también se incluye una pieza de cuatro minutos de vídeo elaborada por Canal cumpliendo la voluntad de Rueda de quemar el contenido de la maleta en la que guardaba sus negativos. Ese objeto, ya vacío, también se expone en la sala.

“El problema de los archivos de fotografía es que están bastante desamparados, si no hay una institución que lo recoja y los ponga en valor, se van perdiendo, acaban en una caja de zapatos o en un rastro, y él no quería que nadie lo reintrepretara después de muerto”, añade Canal.

Para el comisario de la exposición y amigo de Rueda, lo más significativo del artista fue la “mirada onírica y surrealista que tenía sobre el mundo, sobre el poder establecido, el sexo, la política o la Iglesia, su concepción era muy distinta, muy irreverente”. Y señala que Rueda “construye una obra basada en la mezcla de imágenes, así que sus piezas tienen muchas capas, diversas lecturas, son una crítica contra la moral bien pensante”.

Mamones vs Human, que se puede ver en el Centro Apertura, consta de 20 fotografías de la primera etapa del autor, datadas en los años 70, entre ellas la conocida como Pepín, una fotografía que fue portada del catálogo Cuatro Direcciones. Fotografía contemporánea española 1970-1990, y cartel de la exposición que desde el Museo Reina Sofia circuló por España, Europa y toda América Latina.

La de Italcable incluirá 40 de sus principales obras, además de objetos personales, vídeos, audios y documentación. También han puesto en marcha un ciclo hasta finales de febrero para abordar de manera transversal la trayectoria de Rueda, su legado bibliográfico y documental, así como su influencia en la fotografía española contemporánea.

En las mesas redondas y conferencias contarán con expertos sobre su obra como Manuel Santos, responsable de la charla inaugural, y Rafael Doctor, Pablo Juliá, Rocío Gutiérrez, Lucía Osuna, Laura Terré y Eduardo D’Acosta.