El Centro Pompidou abrirá en Málaga su primera sede fuera de Francia
El Cubo del Puerto acogerá parte de la colección del museo durante un plazo de cinco años, prorrogable a otros cinco, a cambio de una inversión municipal anual de un millón de euros.
El alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, despejó ayer la incógnita en torno al Cubo del Puerto y, de paso, se adjudicó una de las noticias más sonadas del año. El espacio destinará su superficie de 6.300 metros cuadrados a la primera sede del Centro Georges Pompidou que abre sus puertas fuera de Francia (y la segunda que lo hace fuera de París, tras una primera franquicia en Metz). El convenio suscrito entre el alcalde y el presidente del Centro Nacional de Arte y Cultura Georges Pompidou, Alain Seban, confirma que el futuro enclave museístico acogerá parte de la colección del prestigioso centro francés durante un plazo de cinco años, prorrogables, en principio, a otros cinco. El Centro Pompidou Málaga contará así con una colección permanente de unas 70 obras y un total de cinco exposiciones temporales, una por cada año de los contemplados en el convenio. El Ayuntamiento asumirá una inversión de un millón de euros por cada uno de estos años.
De la Torre informó de que a partir de ahora se abre un proceso para la definición del contenido artístico del equipamiento. Este proceso se desarrollará durante los próximos tres meses y en él intervendrán tanto los conservadores del Centro Pompidou en París como el director de la Fundación Picasso Casa Natal, José María Luna, en representación del Ayuntamiento. De cualquier forma, la cuestión expositiva deberá estar cerrada al menos seis meses antes de la inauguración del museo, que tendrá lugar, según apuntó el alcalde, "a lo largo del año 2015". De la Torre apuntó que Málaga va a trabajar especialmente por dotar a la infraestructura "de una importante colección de arte moderno y de las vanguardias del siglo XX, dado que así completaríamos el discurso expositivo de la ciudad. Aunque, evidentemente, el Centro Pompidou dispone de unos fondos muy importantes de arte contemporáneo que también podrían resultarnos muy interesantes". De cualquier forma, y tal y como afirmó el alcalde sin ocultar su entusiasmo, el Centro Pompidou Málaga convertirá a la ciudad "en un referente tanto a nivel español como europeo en materia expositiva".
Los presupuestos municipales aprobados para 2014 incluyen una partida de 2,5 millones de euros para la transformación del cubo del Puerto en espacio museístico, una actuación que requiere un gasto de, al menos, 5 millones de euros. Respecto a los 2,5 millones restantes, el alcalde volvió a lanzar ayer un cable a Unicaja, aunque apuntó que si finalmente la entidad financiera no se hiciese cargo del resto de la inversión el Ayuntamiento contaría con un "plan B", que no quiso desvelar "por deferencia a Unicaja, con cuyo apoyo esperamos contar". No obstante, sí subrayó el "retorno de imagen" que supondría a las entidades privadas que se sumen al proyecto y a su mantenimiento "participar en una iniciativa así".
Pero lo cierto es que el proyecto deja aún numerosos cables sueltos por cerrar. Ante todo, el Ayuntamiento debe recepcionar aún la instalación, si bien De la Torre apuntó que ayer mismo pidió al presidente de la Autoridad Portuaria, Paulino Plata, más celeridad en la cuestión. Y una vez culminada la adecuación de la estructura, bien con Unicaja o sin ella, los gastos a asumir seguirían siendo notables. El convenio suscrito con Alain Seban, al que tuvo acceso este periódico, destaca que "la ciudad de Málaga se compromete a hacerse cargo íntegramente de los gastos inherentes a la presentación de la exposición en sus espacios, especialmente los gastos de restauración, fabricación de cajas, embalaje, transporte, seguros, escenografía y comunicación, así como la contratación necesaria para la puesta en escena del proyecto". Si finalmente los agentes privados no llegaran, el Ayuntamiento tendría que afrontar por tanto un gasto muy superior a un millón de euros al año. En cuanto a los plazos apuntados por el alcalde, el convenio indica que el Centro Pompidou organizará "una primera misión preparatoria al objeto de valorar las condiciones técnicas relativas a la conservación, la seguridad y la circulación de las obras en las galerías de la exposición habilitadas y adecuadas a la normativa en vigor (...) Si las condiciones propuestas por el edificio no se correspondieran con las normas museísticas internacionales en vigor, el Centro Pompidou se reserva el derecho a aplazar, en el momento de la firma del contrato, hasta la adecuación definitiva a la normativa". Se trata de una cláusula lógica pero que, inevitablemente, podría traducirse en imprevistos.
El director de la Casa Natal, José María Luna, mantiene una buena relación con la directora adjunta del Centro Pompidou, Brigitte Lèal, desde que en 1995 el Museo del Grabado de Marbella (entonces dirigido por Luna) acogiera una muestra picassiana de Minotauromaquias en colaboración con el museo francés. "El del Cubo es uno de los proyectos museísticos más importantes del mundo y una apuesta sobre seguro, en lo cuantitativo y lo cualitativo", apuntó ayer Luna, quien señaló que, en todo caso, el proyecto "respetará la propia idiosincrasia del Pompidou". Toca, pues, confiar. Y cruzar los dedos, por si acaso.
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