Cohen y Morente: un idilio para alumbrar 'Omega'

El histórico disco celebra su 20 aniversario con una reedición

Enrique Morente y Leonard Cohen, en uno de sus encuentros en el Hotel Palace de Madrid.
M. Tsanis (Efe) Madrid

23 de octubre 2016 - 05:00

En el bar del Hotel Palace de Madrid, el mismo en el que solía beber Lorca, se reunieron hace más de dos décadas Leonard Cohen y Enrique Morente. La energía de ese encuentro y la devoción común por la poesía del granadino fueron el origen de Omega, un disco revolucionario que cumple 20 años convertido en hito.

En realidad la historia de ese álbum que fusionó rock, flamenco y poesía como nunca se había visto, empezó un poco antes. Alberto Manzano, traductor, biógrafo "y sobre todo amigo" de Cohen en España, quería hacerle un regalo por su 60 cumpleaños: un disco con versiones de sus canciones llevadas al flamenco. Una amiga le habló de Enrique Morente, ya entonces con fama de transgresor, y organizaron un encuentro en Barcelona. "Nos fuimos a la habitación de su hotel, yo llevaba discos de Cohen y los pusimos. Lo curioso es que Enrique enseguida se dio cuenta de que en la música de Cohen, sobre todo en los primeros discos, había elementos de flamenco, algo que el propio Cohen reconocería más tarde", explica Manzano.

El autor de First we take Manhattan tenía sólo 14 años cuando un día, asomado a la ventana en casa de sus padres, descubrió tocando en una plaza al Hispano de Montreal, un chico cinco años mayor que accedió a enseñarle unos acordes y escalas flamencas, las únicas lecciones de guitarra que recibiría en su vida. Lo del jaleo de Lorca le había llegado unos meses antes, al ojear casualmente un poemario suyo en una librería de segunda mano y quedarse noqueado. "El flamenco y la poesía de Lorca están en la base de toda la creación de Leonard", subraya al respecto Alberto Manzano.

Así que en el invierno de 1993, cuando Cohen visitó Madrid para presentar su disco The Future, Manzano vio la ocasión perfecta para presentarle a Morente. Se citaron en el bar del Palace, del que Lorca era habitual y donde dejó estampada su firma en un cuadro. Morente acudió con su representante, Antonio de la Marco, y Manzano hizo de traductor. "Allí empezamos a hablar del proyecto del disco", señala. "Yo le había enviado a Leonard grabaciones de Enrique y se admiraban mutuamente. Fue sobre todo la energía que se respiraba en ese encuentro lo que le dio la puntilla a Enrique para Omega".

En paralelo, Morente planeaba, junto con la banda granadina Lagartija Nick, llevar Poeta en Nueva York a un nuevo puerto musical, a medio camino entre el rock y el flamenco. Ambos proyectos acabaron confluyendo, con la participación de otros artistas como Vicente Amigo, Tomatito, Cañizares o una jovencísima Estrella Morente. Manzano cuenta que hizo unas quince adaptaciones de letras de Cohen para el disco, pero finalmente sólo se incluyeron tres: Aleluya, Priests (Sacerdotes) y First we take Manhattan, además de Take this waltz (Pequeño vals vienés), en el que Cohen versionaba a Lorca.

La reedición del disco que Universal lanzará el próximo noviembre incluirá algunas de esas canciones de Cohen que llegaron a grabarse pero se descartaron, como Hey, that's no way to say goodbye o Winter lady.

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