"Creo que he estado toda mi vida preparándome, sin saberlo, para esto"

rafael álvarez 'el brujo'. actor y director

El Brujo ha elegido el Teatro Alameda para el estreno absoluto mañana viernes de 'Autobiografía de un yogui', adaptación del libro de Paramahansa Yogananda, introductor del yoga en occidente

Rafael Álvarez 'El Brujo', ayer en el Hotel AC Málaga Palacio poco antes de la rueda de prensa. / Javier Albiñana
Cristina Fernández

Málaga, 09 de marzo 2017 - 09:34

Después de 40 años de su inicio en la meditación, es ahora cuando Rafael Álvarez El Brujo se ha sentido preparado para subir a las tablas la experiencia de vida y las enseñanzas de Paramahansa Yogananda, el introductor del yoga en occidente que llegó a Estados Unidos en 1920 y supo hacer una legión de seguidores de sus técnicas para trascender del plano más corpóreo en busca de la espiritualidad y la conexión con la divinidad. Desde mañana viernes hasta el domingo el Teatro Alameda ha programado tres funciones de este estreno absoluto. Hoy se calienta motores con la proyección de la película documental Awake sobre Yogananda y un posterior coloquio con el actor y director. El Brujo no estará solo en escena. Le acompañará el compositor Javier Alejano, "que toca el sitar de una forma muy inspiradora y envolvente", dice.

-Hace tan sólo unos meses estuvo en el Teatro Cervantes con sus Misterios del Quijote. ¿Por qué ha elegido para Autobiografía de un yogui el Teatro Alameda?

-Cuando vine la última vez al Cervantes teníamos comprometidas unas fechas con el Teatro Alameda, pero se cruzaron ambas. Pensamos que eran muy cercanas unas de otras y que había que espaciarlo más. Hablamos con la dirección del Alameda y la reacción que tuvieron fue gentil, generosa y maravillosa. Nos dijeron que no pasaba nada, que nos fuésemos al Cervantes, que ya habría otra ocasión en la que volver. Y eso no es habitual.

-¿No?

-No, te machacan, tienen unos celos y unas competencias tremendas. Me sorprendió su generosidad y pensé que el estreno absoluto de Autobiografía del yogui tenía que ser aquí. Hay que corresponder a la gente así, tan maja. El estreno de una obra tan querida por mí y tan especial, para el Alameda.

-Pero el público es diferente... ¿O da igual cualquier escenario?

-Ya llevo muchos años en eso para saber que cuando quieren ir van y cuando no, ni los arrastra el Alameda ni el Cervantes.

-¿Cómo espera que sea la acogida de este nuevo proyecto?

-A tope, esta obra va a ser muy fuerte de público. Es muy impactante, el tema está muy de moda, la gente quiere saber de esto...

-¿Por qué eligió este libro?

-La obra produjo un gran impacto. Gandhi, Steve Jobs, George Harrison fueron discípulos suyos, los más célebres de los muchos seguidores que ha tenido en occidente, millones y millones de personas que han conectado con él. Hace tres años me inicié en sus técnicas y decidí hacer un espectáculo sobre su vida y basado en el libro. No interpreto el papel de Yogananda, aquí lo que hago es representar la atmósfera que envuelve todo el relato y evocar diferentes personajes, narrar un poco en el estilo del gran maestro Darío Fo.

-¿Le ha costado mucho la adaptación teatral?

-Mucho, me ha costado muchísimo pero he trabajado con placer.

-¿Qué es lo que más le ha costado, sintetizar sus 700 páginas quizás?

-Sí, sintetizar, escoger qué es lo que quería contar y darle un hilo para hacer un espectáculo entre una hora y media y dos horas como mucho. Eso ha sido muy difícil pero el maestro me ayudó.

-¿Supone un cambio de rumbo en su trayectoria o va a la perfección con el juglar que lleva dentro?

-Creo que he estado toda mi vida preparándome, sin saberlo, para esto. Y ha llegado.

-Empezó a meditar hace 40 años. ¿Por qué hacer esta obra ahora?

-Porque estoy preparado para hacer esto. Antes no podría ni haber soñado con hacerlo, menudo trabajo. He necesitado desarrollar mucho mi técnica, mi profesión, mis conocimientos de actor, de adaptador, de juglar, del conocimiento del público, de complicidad... de todo para poder hacer esta obra.

-Siempre se ha declarado como un cómico. ¿También estará presente la risa en esta obra?

-Sí, va a estar seguro presente. Ya veremos lo que pasa.

-¿Y la crítica, las referencias a la actualidad?

-No va por ahí esta obra. La actualidad ya se sabe, la actualidad es una anécdota. Va un poco más por la sustancia de lo que está ocurriendo, por la esencia de los problemas actuales. Todo irá muy medido porque es tan increíble el texto que da pena romper la rítmica, tiene un magnetismo envolvente como relato poético, no sólo por el contenido, por el yoga y la trascendencia, sino por la belleza con la que está escrito.

-¿Qué vigencia tienen las enseñanzas del autor?

-Está claro que hacen falta técnicas, prácticas, conocimientos y formas de vivir que compensen el desequilibrio que la vida moderna ha adquirido, porque, si no, la civilización se hunde. Llega un punto en que no respiras. No sabes lo que comes, no te puedes mover porque llegas tarde a todos lados y, encima, los coreanos están con los cohetes y el otro con los camiones para los cohetes que dices... ¡Se va a liar una gorda!

-Y un presidente como Donald Trump en la Casa Blanca...

-Este hombre es lo nunca visto, porque nunca se ha visto una cosa tan grosera, alguien tan maleducado e impresentable, que no tiene vergüenza ninguna, que habla de una forma disparatada. Y, sin embargo, le han votado sesenta millones de personas que lo consideran un ídolo y el símbolo de un hombre que ha logrado el éxito y que dice que no ha tenido un fracaso en nada, algo inhumano, porque alguien que no ha fracasado nunca es para temerle.

-¿Autobiografía de un yogui plantea más poesía y reflexión que humor?

-Sí, y relato. El relato del conocimiento de las sucesivas fases de la vida de Yogananda. Esperemos que el espectador salga conmovido.

-¿La meditación podría cambiar una sociedad?

-El cambio tiene que empezar por uno mismo, ese es el camino en el yoga. El yogui no espera que cambie el gobierno, empieza su labor de transformación individual por sí mismo.

-¿Hay similitud entres los místicos que ya ha interpretado y Paramahansa Yogananda?

-Yogananda tenía conocimiento de los místicos del Siglo de Oro español. A Santa Teresa de Ávila y a San Juan de la Cruz los nombra en algunos de sus textos. Es una coincidencia casual de que mi espectáculo anterior sea Teresa o el sol por dentro. Teresa de Ávila es eminentemente yóguica, ella transmite experiencia de comunicación con la divinidad.

-¿Usted ha experimentado esa percepción?

-No he experimentado esa percepción como un yogui avanzado, pero sí en momentos puntuales y cuando llegan esos momentos lo que se siente es felicidad. Y no es un placer momentáneo que decae cuando el objeto del placer ha sido satisfecho, sino un gozo que nunca decae, siempre permanente y nuevo, que puede incluso curarte de una enfermedad en un momento".

No hay comentarios

Ver los Comentarios

También te puede interesar

El extranjero | Crítica

Ozon no puede con Camus

Mapa de Músicas | Vanessa Goikoetxea. Soprano

Vanessa Goikoetxea, sin etiquetas

Lo último