Arte

Dionisio González: "Es un desatino censurar una obra por mostrar la desnudez"

  • El artista responde a la decisión del Obispado de retirar su instalación de la exposición del Palacio Episcopal

La instalación de Dionisio González retirada de la exposición.

La instalación de Dionisio González retirada de la exposición. / Málaga Hoy

El artista gijonés residente en Sevilla Dionisio González ha querido responder mediante un comunicado a la decisión del Obispado de Málaga de retirar una obra suya de la exposición 25 siglos. La escultura en la colección Cajasol inaugurada ayer en el Palacio Episcopal. Afirma González que, en su opinión, "es un desatino censurar una obra por la mostración de la desnudez, curiosamente porque aquello que pretenden omitir es precisamente lo que la obra busca penalizar y aquello que le da sentido que no es sino la denuncia de la explotación y la sobrexposición de la mujer en las redes. Es decir, su cosificación". Explica el artista que la obra, donde se presentan tres fotografías de desnudos femeninos, "tiene 18 años y ha sido expuesta en numerosos museos e instituciones. En aquellos primeros trabajos empleaba algunos de los clichés de la publicidad para contrarrestar la tiranía del placer y la exaltación del disfrute, caracterizadas por el debilitamiento del poder de las instituciones colectivas".

Concluye Dionisio González: "Toda imagen es política y aquél que transmita signos se ocupa de gobernar, de manera que cualquier productor de símbolos es político. Y lo evidente en esta obra, en la que tres mujeres se introducen en agua, es la de la inmersión en un medio simbólico que es la red. Lo sorprendente es que todos sabemos que una especie de liberalismo integrista puede estar poniendo a Internet en contra de registros democráticos ya que siempre que ha aparecido una estructura potencial de rentabilidad corporativa, las fuerzas del capital la han sometido a su interés. Es decir, que se terminan empresarizando las imágenes e instrumentalizando la mirada. Estos y no otros son el origen y la función simbólicos de esta obra. Por tanto, creo que sólo una visión distorsionada y prejuiciada de la misma puede haber censurado su exhibición".

Por su parte, el Obispado envió también un comunicado donde sostiene que Ars Málaga, la sala de exposiciones del Palacio Episcopal, "nunca ha vetado en sus cuatro años de vida obra alguna por su condición, forma o género expresivo. ArsMálaga ha expuesto y divulgado exposiciones de todo géneroartístico, desde el Arte Sacro hasta el Contemporáneo, bajo el amparo y la promoción de coleccionistas y expertos de arte internacionales de gran relevancia, sin limitar ni prohibir a sus comisarios a la hora deexponer las colecciones". Igualmente, "ArsMálaga es un espacio de arte y cultura que promueve ladivulgación de cualquier género sin ahondar en los posibles conflictos con ninguna confesión religiosa. En cualquier caso, siempre se ha trabajado con el mayor de los respetos a cualquier tipo de creencia oparecer, ya que entiende el arte como un género libre pero respetuoso a todo el mundo". En el caso particular de esta exposición, "ArsMálaga fue informada de las obras en el momento del montaje, y no antes. En ese momento rogó a la organización la no presentación de dos obras por no encontrarlas adecuadas para el lugar en el que se exponen, decisión que se engloba dentro del acuerdo entre la Diócesis de Málaga y el Ayuntamiento, para que el primero tenga la capacidad de seleccionar las obras a exponer. Dicha petición nace en base a la naturaleza de las obras indicadas y el lugar en el que se muestran".

 

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