El actor malagueño Pepe Salas falleció este martes en su ciudad, según confirmaron fuentes del entorno del intérprete. Con su muerte, la escena local pierde a uno de sus emblemas más veteranos y queridos, que deja también una presencia abultada en el cine y la televisión andaluzas, donde fue un rostro habitual.

Nacido en 1937, se formó como actor junto a Guillermina Soto y en la Escuela Teatro ARA, donde pronto destacó por su registro versátil y su querencia a los clásicos. De hecho, no tardó en marcharse a Madrid, donde entre los años 60 y 70 participó en cientos de montajes del repertorio clásico español, así como zarzuelas y otros géneros populares cómicos y dramáticos. En el cine, participó en películas como Fugitivas (2000), El camino de los ingleses (2005), Tres días (2008) y, más recientemente, Mi querida cofradía (2018). En televisión, se le pudo ver en series como El súper, Plaza Alta, Arrayán, Padre Coraje y Hospital Central.

En 2014, Pepe Salas publicó su autobiografía dentro del proyecto Taller de la Memoria impulsado por Aisge, en su calidad de referente que ha nutrido el teatro andaluz de tradición y vanguardia.