El figurinista y escenógrafo Javier Artiñano, autor de más de 80 diseños teatrales, poseedor de seis premios Goya por sus trabajos para el cine (entre otros, por El rey pasmado y Juana la loca) y de un Max de las Artes Escénicas, y reconocido en 2010 por el Festival de Cine Español de Málaga con el Premio Ricardo Franco a toda su trayectoria, falleció ayer en Madrid a los 71 años. Artiñano murióde madrugada en un hospital de Madrid a causa de un cáncer contra el que llevaba luchando desde hace tiempo, según fuentes de su entorno.

Hijo de emigrantes españoles, Artiñano nació en 1942 en San Pedro Montes de Oca, en San José de Costa Rica, país en el que vivió su infancia y adolescencia y después se trasladó a España. En Santander cursó Bachillerato y, ya en Madrid, estudió en la Escuela Superior de Bellas Artes de San Fernando y la de Artes Decorativas.

En sus primeros años colaboró con el grupo teatral Los Goliardos y fue en la escena en la que debutó, en 1968, como responsable de la escenografía y el vestuario de la obra La hora de la fantasía, a cargo de la compañía de Irene Gutiérrez Caba. Su primera labor de figurinista cinematográfico fue con Las melancólicas (1971), de Rafael Moreno Alba, mientras que en la pequeña pantalla se estrenó con el telefilme Juan soldado.

Su vestuario recreó al marqués de Esquilache en Fernando Fernán-Gómez, a la heroína Mariana Pineda en Pepa Flores, a Juana la Loca en Pilar López de Ayala o al monarca Felipe IV en Gabino Diego, entre otros muchos personajes. Y es que, según decía, con lo que "más" disfrutaba era haciendo cine histórico: "En realidad, soy más aficionado a la historia que a la moda", aseguraba. Trabajó con directores como Mario Camus, Luis García Berlanga, Jaime Chávarri, José Luis Cuerda, Imanol Uribe y Vicente Aranda y con actores como Fernando Fernán-Gómez, José Luis López Vázquez, Fernando Rey y Francisco Rabal. Para el teatro hizo los figurines de Madre, el drama padre de Jardiel Poncela e Historia de una escalera de Buero Vallejo, entre otras.