Letras

La Feria del Libro mejora los datos de ventas y visitantes del año pasado

  • La organización apuesta por consolidar la Plaza de la Merced como sede estable para las próximas ediciones

Una caseta de la Feria del Libro, en la Plaza de la Merced.

Una caseta de la Feria del Libro, en la Plaza de la Merced. / Marilú Báez (Málaga)

La Feria del Libro de Málaga, que se ha celebrado del 2 al 11 de junio, ha cumplido las expectativas que se marcó en su origen y ha mejorado, incluso, los datos de la última edición, cuando ya hubo un aumento considerable tanto de visitantes como de volumen de negocio respecto a los años anteriores. El director de la Feria del Libro de Málaga, Manuel García Iborra, ha asegurado, tras diez días, que la feria "ha cumplido las expectativas que nos marcamos en su origen", en relación con "su propia existencia, la mejor gestión de un presupuesto con grave y peligro de déficit a su cierre y el más importante de todos, nuestra responsabilidad de que la feria fuera satisfactoria para los participantes y sus visitantes". En este sentido, ha afirmado, a través de un comunicado, que "el contexto de trabajo ha sido muy problemático", recordando que "hemos cambiado el espacio de manera obligada, hemos creado un equipo de trabajo nuevo, y estas circunstancias nos han obligado a organizar la feria en muy poco tiempo". Después de varias ediciones en el Palmeral de las Sorpresas, la pasada Feria del Libro se ha celebrado en la Plaza de la Merced, en un cambio motivado ciertamente por problemas organizativos pero que ha terminado recabando efectos positivos.

De igual modo, según García Iborra, "a estos elementos sumaremos un cambio de fechas para que pudiéramos entregar a Málaga una feria del libro digna", que, según ha precisado, se trataba de una "fechas que a nuestro parecer no eran las idóneas". "Ante estos problemas, algunos elementos que nos parecen estructurales y vitales no han podido ser incluidos en esta año como puede ser un refuerzo de lo que es la apuesta por la literatura infantil", ha lamentado. En este punto, ha incidido en que para saber valorar el resultado final, los datos objetivos que mejor marcan la reflexión son las ventas y "hemos igualado, incluso mejorado, los datos de la última edición". Así, aunque ha advertido de que "todavía es pronto para valorar la potencialidad de la nueva ubicación, ya que la necesidad de fijar y consolidar una costumbre o tradición es un elemento vital para la feria; todo ello sumado a los buenos resultados de ventas, pensamos que la Plaza de la Merced es un buen sitio para realizar las próximas ediciones de la Feria del Libro de Málaga".

Por otro lado, entre los "errores destacables" de esta edición, García Iborra, sin escatimar en autocrítica, ha citado que la programación "ha sido creada sin criterio atractivo". "Ha sido la suma de diferentes aportaciones y la disponibilidad de cualquier ofrecimiento gratuito que pudiéramos aprovechar", ha reconocido. En este punto, también ha lamentado que el trabajo de difusión "no ha sido el adecuado", en parte, "por la tardanza de cerrar fechas y elaborar el programa, por lo que la asistencia de algunos actos ha sido escasa", ya que, a su juicio, "la feria puede aspirar a llenar todos los actos de la programación".

Por otro lado, ha destacado "el buen ambiente" de las instituciones, editores y libreros, y también de los escritores, "ante las dificultades se ha creado una complicidad especial para salvar la feria. Muchas personas han trabajado para que el resultado sea el mejor posible". "Este año la mejor manera de relacionarse con las instituciones es agradecer el gran apoyo que ha hecho el Ayuntamiento de Málaga, también la Junta de Andalucía, la Diputación, y la Universidad de Málaga, sin olvidar el apoyo a la programación del Centro Andaluz de las Letras", ha incidido. Así, ha subrayado que con ventas "similares o mejores" que en las últimas ediciones, y "la satisfacción" de participantes y visitantes "es necesario comenzar a trabajar hoy en la feria de 2018". "Las instituciones nos han hecho un guiño y compromisos verbales que nos permiten creer que el próximo año habrá un salto, una mejora en la feria que será notable", ha sostenido.

Por otro lado, ha asegurado que desde la organización se tiene que comenzar a desarrollar "una nueva línea de trabajo que busque apoyos privados" para que con estas sumas "consigamos un presupuesto que permitan organizar una feria acorde con el potencial social y cultural de Málaga". Es más, ha afirmado que "ya tenemos parte del próximo proyecto diseñado, sabemos hacia donde nos queremos dirigir. El trabajo de la feria 2018 ha comenzado", ha defendido.

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