Cultura

El Festival de Málaga y la vida que continúa tras la pantalla del cine

  • El sector cinematográfico nacional se da cita en Málaga durante los próximos diez días 

  • Con termómetros, mascarillas y geles, con distancias y precauciones, pero con la misma esencia, ser el escaparate de la creación audiovisual

  • 'La boda de Rosa', de Iciar Bollain ha abierto la sección oficial

El equipo de 'La boda de Rosa'  posa en el Muelle Uno con Iciar Bollain en el centro.

El equipo de 'La boda de Rosa' posa en el Muelle Uno con Iciar Bollain en el centro.

El saludo con el codo o la cabeza, la sonrisa intuida tras la mascarilla, el termómetro en la frente y la ausencia de la alfombra roja en el Teatro Cervantes hacen diferente la cita con el séptimo arte que supone el Festival de Málaga cada año. También el calor de agosto. Pero la esencia sigue siendo la misma, convertirse durante los próximos diez días en el escaparate de la creación audiovisual más reciente. 

Y la que ha dado el pistoletazo de salida, con la solvencia que la precede, ha sido la cineasta Iciar Bollain. Por primera vez la directora y guionista madrileña concursa en la Sección Oficial y lo hace con la comedia La boda de Rosa, protagonizada por Candela Peña junto a Sergi López, Nathalie Poza, Paula Usero y Ramón Barea

"Me parece que es de aplauso que se haya sacado adelante el festival", considera Iciar Bollain. Sobre todo, apunta, porque "hay que mandar un mensaje de que hay que seguir con la vida, el cine sigue, hemos seguido rodando, se siguen haciendo series, publicidad, y este es el primer festival que levanta la persiana y tiene nuestra admiración". 

Aunque sea con todas las medidas de seguridad, "hay que seguir trabajando, enseñando nuestro cine, entrando en contacto con el público y estrenando en las salas", agrega Bollain. La vida continúa tras la pantalla de la mano de Rosa, una mujer a punto de cumplir los 45 que vive y ha vivido siempre para los demás, dejando al margen sus propios sueños y proyectos. 

Sobrepasada por la gran carga que todos a su alrededor depositan en ella, decide tomar las riendas de su vida y pone kilómetros de por medio para empezar de cero. Para celebrarlo decide que no hay mejor manera que realizar un compromiso, una boda consigo misma en cuyos votos prometa quererse y escucharse, anteponer sus necesidades y ser fiel a sus propósitos. 

Lo que puede resultar un hecho estrafalario y poco entendido por los demás, se convierte en una reivindicación de la persona y de la importancia de los cuidados, tan ingratos y desapercibidos. "Hay muchas rosas en el mundo, muchas mujeres cuidadoras, que se echan encima lo de todo el mundo y que les cuesta poner límites a los demás", señala la directora. 

Con su luminosa cinta y con la inauguración de las exposiciones en la calle Larios y en la Sociedad Económica de Amigos del País, una de ellas con fotografías del malagueño Daniel Pérez sobre la pasada edición de los Goya, se ha abierto la 23 edición del Festival de Málaga. 

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