Cultura

Izal: "No hay intenciones de volver, pero nunca digas nunca"

Izal en una imagen promocional.

Izal en una imagen promocional. / M. H. (Málaga)

Izal es un grupo que descoloca a muchos. Situado en un punto sin determinar dentro del indie, lleva doce años -se dice pronto- rompiendo los esquemas de la industria: de la crítica, de los fans y de todo el que los busque en Spotify, en realidad. Este otoño, no obstante, su música dejará de sonar en directo. Paran de manera indefinida. Su próximo concierto en la provincia -y sólo ellos saben si también el último- tendrá lugar el próximo 20 de octubre en el Autocine Málaga Metrovacesa. Responde a este y otros interrogantes Mikel Izal, cantante y compositor de la banda.

-Hogar, su último álbum, es diferente a los anteriores, más arriesgado, con sonidos menos frecuentes en su discografía. ¿Era una pretensión del grupo buscar horizontes menos explorados o simplemente el proceso creativo les ha llevado hasta ahí? 

-Somos personas muy inquietas, a lo largo de nuestro repertorio te puedes encontrar temas de muchos tipos, constantemente buscamos no aburrirnos de nosotros mismos. Quizás en este disco es más notorio a nivel de producción, pero llevamos toda nuestra carrera jugando a no tener miedo.

-Además, salió a la venta en octubre de 2021 y apenas cinco meses después anunciaron que pararían. No es algo que hayan decidido de un día para otro. ¿Ha afectado al resultado final? 

-Todo lo que vives afecta a tu expresión artística. Ahora es más intenso, hay más ganas de ser conscientes del privilegio que hemos tenido la suerte de vivir. Creo que más que en el último álbum esto se está haciendo patente en los conciertos.

-Uno de los puntos más fuertes de la banda, al margen de lo musical, es precisamente la conexión con sus seguidores. ¿Cómo se están tomando la decisión?

-Ha habido mucha pena, pero también muchísimo respeto. Se nota el cariño que nos tenemos banda y público, y las cosas que nos hacen llegar nacen desde el amor. Ha sido bonito ver cómo se están volcando en esta despedida.

-¿Y ustedes? ¿De qué forma están afrontando esta gira sabiendo que hay una fecha de fin a la vista? 

-Intentando atesorar cada segundo. Es un privilegio hacer frente a un final teniéndonos el cariño que nos tenemos, con conciertos tan increíbles como los que estamos disfrutando. No es fácil que el desenlace de un proyecto musical sea de esta manera.

-Tras 12 años de carrera y cinco discos de estudio, ¿qué se llevan tanto positivo como negativo de todo este viaje?

-Hemos vivido tantísimas cosas positivas que hablar de alguna negativa sería de personas muy desagradecidas. Discos, conciertos, fiesta, baile, intensidad, diversión, risas…, de todo eso han estado llenos estos últimos doce años. Los pocos tropiezos son anecdóticos.

-Sus temas, en general, poseen algo que los hace pegadizos, muy aptos para los festivales. ¿Se han sentido presionados por componer un hit lo más redondo posible en algún momento?

-Jamás compondría algo pensando en que tenga que provocar tal o cual emoción. Compongo desde las entrañas, desde mi verdad, para emocionarme yo el primero. El camino que tome cada canción después ya no es cosa mía.

-Siempre han funcionado muy bien en directo, cosa que no todos consiguen. ¿Cuál su secreto para hacerse fuertes sobre los escenarios?

-Tengo a mi lado a cuatro músicos excepcionales, de un talento y una solidez que abruman, son unas máquinas. Eso y nuestra conexión personal y con los seguidores son ingredientes muy potentes que hacen brillar el directo.

-El indie es un subgénero en auge en cuanto a número de grupos y conciertos se refiere. Como conocedores a fondo del mismo, y sin instarles a hacer futurología, ¿creen que este crecimiento tocará techo pronto?, ¿hay sitio para todos dentro de la industria?

-Es muy complicado hacer predicciones sobre  tendencias musicales, van cambiando constantemente. Desde luego creemos que esta ha sido la década en que la llamada música alternativa o indie, o como se la quiera etiquetar, creció y se convirtió en algo para todos los públicos. Lo que pase a partir de ahora no lo sabe nadie, pero seguro que algo nuevo está llegando. Siempre es así. Y menos mal…

-No quisiera dejar de preguntar por cuando grabaron junto a Fito y Celtas Cortos. ¿Cómo resultó la experiencia?

-Nos trataron de una forma maravillosa, buena gente y buen rollo, eso recuerdo de esa grabación. Eso y tener el honor de grabar uno de los temas más míticos de la música española. Otro regalo que me trajo esta profesión.

-¿Volveremos a ver a Izal juntos de nuevo? 

-Nunca digas nunca, sería muy imprudente ser categóricos en este asunto. Pero a día de hoy no hay intenciones en ese aspecto.

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