John Banville recupera a Benjamin Black y la novela negra con 'El Lémur'
Alfaguara publica la tercera incursión del escritor irlandés en el género, publicada por entregas en 'The New York Times' y dotada de registros más clásicos
El escritor irlandés John Banville ha vuelto a recurrir a su alter ego, Benjamin Black, para firmar su tercera novela negra, El Lémur, que aparece ahora en español tras haber sido publicada por entregas en The New York Times, un formato que impuso a su autor un "fascinante ejercicio de escritura". Benjamin Black conquistó un nutrido grupo de lectores en español con sus dos primeras entregas, El secreto de Christine (2007) y El otro nombre de Laura (2008), un éxito que Banville atribuye en una entrevista a ciertas similitudes entre España e Irlanda. "Creo que España, igual que Irlanda, está empapada por el sentimiento católico de culpa, tiene una actitud ambivalente hacia la violencia y ha estado dominada durante generaciones por hombres duros, elementos que a Benjamin Black le encanta explotar", explicó el aplaudido autor a través del correo electrónico.
Y todos estos ingredientes están presentes de nuevo en El Lémur (Alfaguara), que mezcla el asesinato, el adulterio, el chantaje y la traición, en una trama que sigue el estilo más clásico del género negro. Como en sus novelas anteriores, Black construye su historia alrededor de los secretos inconfesables de sus personajes. "Todos tenemos algo que ocultar, no sólo a los demás, sino también a nosotros mismos", reflexiona el escritor irlandés. El autor ha dado descanso a Quirke, el patólogo que protagonizó las dos primeras entregas de Black y al que ha cambiado en El Lémur por John Glass, un periodista irlandés cuya brillante carrera profesional ha entrado en franco declive y a quien su suegro, el millonario y ex agente de la CIA William Mulholland -conocido como el Gran Bill- le encarga que escriba su biografía.
Glass recurre a un investigador, al que apoda El Lémur por su parecido físico con este animal, para que husmee en los secretos del Gran Bill. Poco después, el investigador aparece muerto de un disparo y el periodista deberá enfrentarse a los secretos de su familia y a los suyos propios.
Todo sucede seis meses después de que John Glass se trasladara a Nueva York, una ciudad a la que no se acostumbra, con una mujer a la que ya no ama y un hijo adoptivo con el que no se entiende. Ni siquiera su relación extramarital con una artista neoyorquina funciona. El hastío vital del protagonista resultará familiar a los lectores de Benjamin Black, ya que era una de las señas de identidad de Quirke, pero también a los seguidores del género negro, en general.
Y es que, como explica el autor, "en realidad es un cliché de la ficción policiaca que los protagonistas parezca siempre que tienen problemas con su mujer, con sus hijos, con sus parientes...". Si la acción de las dos primeras entregas de Black transcurría en los años 50, la de El Lémur se centra en la actual Nueva York.
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