Kaczmareck: "El éxito es peligroso, se te puede subir a la cabeza"

El compositor polaco Jan A.P. Kaczmarek, ganador de un Oscar por la banda sonora de la película Descubriendo Nunca Jamás, de Marc Forster, advirtió ayer de que el éxito "es peligroso, porque se puede subir a la cabeza". En su caso, después de ganar el Oscar, sintió que los productores tenían miedo de contratarle "al pensar lo que les cobraría", según desveló en un encuentro con el público dentro del primer festival internacional de música de cine Movie Score Málaga (Mosma), organizado por el Festival de Cine Español, en el que participó también el director del mismo, Juan Antonio Vigar.

Al regresar a su país tras conseguir ese premio, le llamaban "para todo" y se convirtió "en un experto político capaz de prever el futuro de la nación", según Kaczmarek, que cree que podría haber ganado las elecciones si se hubiera presentado. Después del Oscar intentó trabajar en películas distintas "para evitar el encasillamiento" y ha habido una veintena de trabajos, "algunos de ellos muy interesantes, pero ninguno con el éxito de Descubriendo Nunca Jamás", y es que considera que "si la película no tiene éxito, a la mejor banda sonora no se le tiene en cuenta". Muchos compositores estaban interesados en hacer la música de la película de Forster, y Kaczmarek era uno de los candidatos después de mantener un encuentro en EEUU con el director y el productor. Sin embargo, un mes después, a su regreso a Polonia, su agente le llamó y le dijo que creía que no le encargarían ese trabajo porque "decían que un compositor polaco sólo podría hacer una música dramática y depresiva". Eso le animó a hacer la pieza "más feliz" de su vida, grabarla con una sinfónica y enviarla a EEUU, lo que convenció a los productores de la película, explicó Kaczmarek, que cree que "hay que luchar por lo que sientes, y demostrar que eres capaz de lo que te piden".

En su juventud, había estudiado abogacía pero no llegó a ejercerla porque consideraba que ser abogado suponía "formar parte del sistema", y en la Polonia de los años 80 "sólo podían viajar fuera los deportistas y los artistas". El cine de su país no estaba desarrollado en esa década, y la caída del muro de Berlín en 1989 llevó al derrumbe de la industria, "porque con tanta libertad, hubo una fascinación por las películas comerciales americanas, pero se perdió la personalidad, y fue un fracaso".

Al ser preguntado sobre con qué director le gustaría trabajar, Kaczmarek responde que con alguno "con talento, que hiciera una película tan buena que sorprendiera" y le obligara a escribir "la mejor banda sonora" de su vida. "Lo importante en la música es que transmita algún sentimiento. No me importa lo que digan los críticos, me importa más recibir un correo electrónico de un hombre desde Teherán diciéndome que mi música le ha ayudado a superar la ruptura con su novia", afirmó.