La escritora Mónica Rodríguez, ganadora del primer Premio de Literatura Infantil Ciudad de Málaga con la obra La bicicleta de Selva, afirmó ayer que la literatura "no debe ser una moralina, sino algo que emocione y que mueva". "Hace tiempo que la literatura infantil va por otros derroteros, aunque el escritor siempre escribe desde su moral y eso es inevitable que se refleje, pero ya no es una literatura en el sentido de educar", señaló la autora ovetense afincada en Madrid, que ha presentado la obra ganadora del certamen, editada por Anaya, en el Ayuntamiento de Málaga.

La escritora consideró que actualmente, "hay muy buena literatura infantil y juvenil en España", aunque "se publica de todo, y hay cosas buenas, malas y regulares", y "es difícil llegar al lector", por lo que premios como éste "son una gran oportunidad para hacerse un hueco y llegar a los niños". Para hacer de los pequeños unos lectores, sostiene que es necesario "acompañarles en el viaje tan placentero que es la lectura", además de que vean que los adultos "leen y disfrutan haciéndolo", porque así "ellos acabarán leyendo". En La bicicleta de Selva, el narrador es "un anciano que le cuenta sus recuerdos de infancia a un niño, que puede ser el lector, en relación a una niña que conoció cuando era pequeño".