El Palacio Episcopal de Málaga pasa a estar dedicado plenamente a espacio expositivo y cultural incorporando la última planta y siendo gestionado a través de entidades e instituciones en colaboración con el Obispado.

Así, tras la acogida de exposición Pedro de Mena, granatensis malacae, el Obispado quiere apostar por la ampliación de sus instalaciones, con la incorporación de la segunda planta, donde se encuentra actualmente la vivienda del obispo, que se ubicaría en el complejo de la Curia, junto a otros sacerdotes.

De igual modo, han señalado a través de un comunicado, "se quiere también diversificar la oferta, abriéndose a actividades culturales y artísticas de distinta índole, y apoyándose en entidades que colaborarán con la Diócesis de Málaga".

El Palacio Episcopal reabrió sus puertas en 2014 como espacio de arte, cultura y evangelización dependiente del Obispado de Málaga, tras haber sido usado por la Junta de Andalucía durante más de veinte años.

En este tiempo ha venido desarrollando una labor cultural al servicio de los malagueños, ofreciendo simultáneamente el patrimonio religioso y una muestra de arte africano, han recordado.

En este sentido, han recordado que el 1 de junio de 2016 ofreció una nueva configuración compuesta por dos nuevas exposiciones: Ars Sacra y una sala de exposiciones temporales.