Cultura

Pepón Nieto: "En Málaga me bajo del carro, es mi última función de '¡Ay, Carmela!'. ¿Hay mejor colofón?"

Pepón Nieto: "En Málaga me bajo del carro, es mi última función de '¡Ay Carmela!'. ¿Hay mejor colofón?"

Pepón Nieto: "En Málaga me bajo del carro, es mi última función de '¡Ay Carmela!'. ¿Hay mejor colofón?" / Málaga Hoy (Málaga)

Pepón Nieto y María Andánez se convertirán sobre las tablas del Teatro Soho CaixaBank el 1 y 2 de julio en Paulino y Carmela, los protagonistas de la obra teatral '¡Ay, Carmela!' de José Sanchís Sinisterra como parte de su gira por España. Con la Guerra Civil española como escenario, la tragicomedia aborda temáticas que traspasan las fronteras físicas y temporales, pudiendo extrapolarse a cualquier conflicto bélico del pasado o el presente y que cobrará vida de nuevo bajo la mirada de los malagueños. Hablamos con Pepón Nieto sobre la obra y su interpretación en su ciudad natal: 

- ¿Ilusionado por traer ‘¡Ay, Carmela!’ a Málaga? 

"A mí siempre me ilusiona ir a Málaga porque soy de allí, porque voy a ver a mi familia, voy a ver a mis amigos y van a venir a verme al teatro. Siempre he ido al Cervantes, pero me especial ilusión ir por primera vez al Soho, que es un relato maravilloso que conozco, pero como espectador y esta es la primera vez que piso el escenario de este teatro. Este proyecto de Antonio Banderas me parece maravilloso, me parece una proeza y un heroísmo absoluto y porque además siempre ha sido muy generoso conmigo y me ha dicho que es mi casa, que disfrute del teatro. En definitiva, tengo muchas ganas de disfrutar del Soho y de todo su personal. En Málaga me bajo de carro, es mi última función de ‘¡Ay, Carmela!’. ¿Hay mejor colofón?".

- ¿Qué es '¡Ay, Carmela!' para ti?

"Es un clásico contemporáneo, un texto maravilloso que nos afecta a nosotros mismos, una tragicomedia que te hace transitar por muchos sitios. En el escenario Paulino no es un personaje, es el soldado, y la verdad es que me hace transitar por muchos estados y muchos sitios. Además, tengo siempre la sensación de que lo que estoy contando es algo importante de contar, que al público le conmueve y le transforma de alguna manera. El teatro es un arte transformador: está muy bien entretener y divertir, pero también te pone enfrente un espejo que te hace plantearte un montón de cosas. Este es el caso de ‘¡Ay, Carmela!’, que es una pieza que hace que te hagas muchas preguntas como espectador y que salga de alguna manera distinto de cómo entraste en el teatro". 

- ¿Es muy distinto el trabajo como actor sobre las tablas de un teatro respecto a los trabajos para la televisión y el cine?

"Claro, definitivamente sí. La diferencia que tiene el teatro con la televisión o en el cine es que tú eres dueño de tu trabajo. Y que cada vez que se levanta el telón es pleno directo para bien o para mal. Tú eres el que esta ahí, de eso va la esencia pura de la interpretación: un actor, un interprete es alguien que hace de vehículo transmisor de una de una historia. Nosotros contamos la historia de principio al fin y pasamos por todas las negociaciones con el público en directo, viéndolo y recibiéndolo. Para mí tiene todo lo que me gusta de mi profesión. El cine y la televisión también me gustan mucho, pero uno no es tan dueño de lo que hace porque tú vas rodando por trocitos y luego hay unos señores que montan y hacen un montaje final de la historia, pero tú no eres consciente de cómo le está llenando a eso al público, porque tú ya no estás en una sala de cine o está puesto frente a la televisión, no tienes el contacto directo con el espectador. Eso es lo que hace que el teatro sea tan especial para para los actores y que nos apasione a quienes de por sí nos gusta el teatro". 

- ¿Hay algún personaje que te haya hecho especial ilusión interpretar o que te gustaría interpretar en un futuro?

"Al final el más importante es el último que se hace o que se está haciendo, pero si tuviera que destacar alguno sería Fanfa el general fanfarrón de ‘El Eunuco’, una producción mía y por la que nos llevamos muchísimos premios y duro mucho en cartel. Estuvimos dos veces haciendo temporada en Madrid, que es algo muy inusual que ocurra. Disfruté muchísimo ese personaje. En cuanto a algún personaje que me gustaría hacer, es cierto que no tengo grandes ilusiones. Me gusta me gusta contar historias y que los personajes estén bien y al servicio de la historia, pero quizá hay un personaje, Yago de la obra ‘Otelo’ de Shakespeare, que me hace especial ilusión hacer de toda la vida, desde que leí la obra, a ver si alguien recoge el testigo y se da la posibilidad de hacerlo". 

- ¿Qué proyectos tienes próximamente?

"Ahora mismo estoy con haciendo ‘¡Ay, Carmela!’ y justo también estoy empezando a ensayar la comedia de ‘Dos Açores’ de Shakespeare que dirige Andrés Lima, y que llevaremos a esta próxima edición del festival de Mérida en agosto, en el Teatro Romano de Mérida, y que luego nos llevará de gira por toda España una vez más. Tengo también pendiente el estreno en la segunda temporada de ‘30 Monedas’ en HBO de Alex de la Iglesia y en Paramount la serie 'Los enviados' dirigida por Juan José Campanella, que el directo de argentino maravilloso con el que me apetecía muchísimo trabajar. Estos son como mis proyectos más inmediatos".

-¿Qué le aconsejarías a alguien joven que quiere dedicarse a lo mismo que tú?

"No me gusta dar consejos. Simplemente decirle a quien quiera dedicarse a esto que no tenga prisa, es una carrera de fondo y hay que ir poco a poco, disfrutando del viaje. Si hay una necesidad de contar, una vocación, algo que te lleve a pensar que no hay otro sitio en el mundo para ti, nada más que este, que vaya con toda la artillería. Si tienes alguna duda, no te dediques a esto, porque hay que estar dispuesto a sacrificar muchas cosas. Pero es indudable que, si hay esa pasión, cuando estás haciéndolo no hay nada mejor en el mundo, o puedo asegurar. Mi profesión, mi forma de vida, es mi pasión. No hay nada más bonito que ir a trabajar cada día con alegría, como si fuese una fiesta". 

 

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