Rocío Molina lleva a Londres la libertad corporal de 'Cuando las piedras vuelen'

La bailaora malagueña presentó ayer su laureado espectáculo en el Sadler's Wells, un trabajo "sobre un lenguaje nuevo", afirmó · Para su próximo montaje cuenta también con el escenógrafo Carlos Marquerie

Efe

16 de febrero 2011 - 07:27

La bailaora malagueña Rocío Molina mostró ayer en Londres Cuando las piedras vuelen, un espectáculo que surge de la necesidad de "liberar" el cuerpo a través del flamenco y mostrar al público el arte de la danza al desnudo, sin artificios. Molina describió, horas antes de su actuación, su coreografía como "un trabajo sobre el movimiento, sobre un lenguaje nuevo", comprometido con la búsqueda de la naturalidad en escena y la huida de la teatralidad. "A veces nos cuesta mostrarnos tal y como somos, pero aquí lo hacemos sin ningún prejuicio", afirmó la bailaora, que actuó en el teatro Sadler's Wells londinense ataviada solamente con unas mallas y un top.

"No estoy buscando la estética, porque yo soy una bailaora y no una modelo, pero quiero enseñar al público cómo funciona el cuerpo de una bailaora cuando está zapateando, aunque la carne se mueva", señaló Molina.

Su espectáculo, programado en el Flamenco Festival 2011 de la capital londinense, es un juego de grandes espacios y momentos de silencio concebido para "no esconder nada". Molina, de 26 años, entró en el mundo de la danza con apenas tres, y ha recorrido una larga carrera en la que ha recogido numerosos premios -entre ellos el Nacional de Danza- y elogios de una crítica que ya hace tiempo cambió el calificativo de niña superdotada"por el de "la mejor bailarina malagueña de los últimos cien años".

"He sido muy trabajadora y no ha sido fácil hasta aquí. No tuve tantas facilidades como otras compañeras que eran altas y delgadas. A mí me ha costado el doble, pero siempre me ha gustado mi trabajo y la disciplina", comentó la bailaora. Sobre los referentes que han influido en su estilo innovador, Molina señala que cada una de sus coreografías ha nacido de "necesidades propias" y de la reflexión sobre sí misma y su cuerpo.

"Mi método consiste en no tener miedo a la hora de dejar que tu cuerpo se mueva como quiera, sin miedo, aunque también me gusta reunirme con gente que me aporte nuevos puntos de vista", sostuvo la malagueña.

"Tampoco intento fusionar distintos estilos porque desconozco otras disciplinas más allá de la danza española. He estudiado baile clásico y escuela bolera, pero no he entrado en el contemporáneo. A partir de los conocimientos que tiene mi cuerpo intento no ponerle barreras, bailar como él me pide", señaló.

Rocío Molina es la bailarina y coreógrafa de la compañía que lleva su nombre, una doble faceta que a veces conduce a una trayectoria "solitaria y difícil". "Me encantaría poder juntarme con otros coreógrafos para aprender y que surja lo que sea, pero en flamenco cuesta mucho organizar encuentros de ese tipo. Yo estoy abierta a cualquier cosa", afirmó .

La malagueña compagina actualmente las actuaciones con la creación de un nuevo espectáculo en el que contará con la colaboración del escenógrafo que también ha participado en Cuando las piedras vuelen, Carlos Marquerie, y para el que todavía no ha encontrado título. "Ese nuevo proyecto es lo que ocupa todo mi tiempo ahora", explicó Molina, quien cuando no tiene en mente una nueva coreografía pasa las mañanas en su estudio improvisando danzas y trabajando en las ya conocidas para mantenerse.

La bailaora insistió en que el sacrificio continuo es un requisito imprescindible para salir a las tablas y enfrentarse al público. "Quien algo quiere, algo le cuesta", subrayó la malagueña, que aseguró que la danza profesional le "sigue costando" y le "costará siempre". "Es una forma de vida, y yo vivo para esto, necesito evolucionar, crear nuevas cosas y mostrarlas para cubrir mis necesidades artísticas", dijo la bailaora.

Pocas horas antes de su actuación en Londres Molina se mostró tranquila -"suelo serlo", afirma-. "Aquí me siento muy bien, he venido muchas veces y conozco al público, el escenario y los miembros de la compañía nos conocemos desde hace mucho tiempo. Tengo ganas de salir, la verdad", concluyó la bailaora.

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