Por primera vez desde que llegó al cargo, la ministra de Cultura, Ángeles González-Sinde, marcó ayer distancias con el ya ex director de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), imputado por un presunto delito de apropiación indebida, el más grave de los tres cargos que pesan sobre él. La entidad, dijo Sinde, "ha hecho bien" en apartar a Teddy Bautista. De esta forma, añadió, "su defensa será mucho mejor desde fuera de la institución". La ministra se declaró "preocupada" por la posibilidad de que "se contamine todo el modelo de protección intelectual" debido a la "actuación incorrecta o ilegal de unos gestores". Deseó que la SGAE salga de este proceso "más sólida".

Muy crítico con la gestión de Sinde, el presidente de la Asociación de Internautas, Víctor Domingo, le recordó ayer a la ministra -tras llegar a pedir su dimisión en los días anteriores- que "no puedes poner al zorro a cuidar gallinas".

La titular de Cultura sostuvo que el Gobierno "no podía intervenir" ya que sólo "da licencia a una entidad" y "no tiene mecanismos intermedios ni sanciones". Una licencia que no se ha planteado "revocar", aunque sus asesores están "reexaminando todos los expedientes de manera preventiva", y en el caso de que se constate "alguna irregularidad", "el Estado pediría íntegro el reintegro" .

Mientras, el ex director general de la filial digital de la SGAE, José Luis Rodríguez Neri, recurrió ayer el auto que decreta su ingreso en prisión, bajo fianza de 300.000 euros. Neri, señalado por el juez de la Audiencia Nacional como "cúspide" del entramado empresarial para el desvío de fondos que Bautista "consintió" y que está desde el lunes en la cárcel de Soto del Real, alegó razones familiares.