Teatro familiar, danza y otros motivos para la emoción

Ante una situación tan delicada como la que atraviesan actualmente las artes escénicas en toda España, no basta ya a la hora de programar pensar qué propuestas pueden resultar más o menos atractivas para el público. Corresponde ir bastante más allá y asumir el reto de que el público vaya al teatro para quedarse, como garantía de futuro, a modo de siembra que permita una cosecha plena en un plazo razonable. Por ello, la propuesta artística del Teatro Cánovas y la Sala Gades se articula, de cara a los espectadores, en torno a dos ideas fundamentales: la primera es la necesidad de que el público familiar pueda considerar un determinado espacio escénico como propio, para que así llegue a establecer con el mismo una relación de confianza; y la segunda es el apoyo necesario a la danza, una de las actividades que con más reconocimiento cuenta en la actualidad tanto a nivel nacional como internacional y que, sin embargo, sufre con especial incidencia la caída del número de espectadores en España. El programa del Cánovas y la Gades asume estos retos con verdaderas ansias de renovación para que la creación de públicos estables deje de ser una quimera y se convierta en realidad contrastada. Se trata, así, de la mejor respuesta posible a las exigencias del presente.

El Teatro Cánovas adquiere por tanto un sello familiar y lo demuestra ya con su primera propuesta, La venganza de Don Mendo, la genial lectura que la compañía de marionetas malagueña El Espejo Negro, dirigida por Ángel Calvente, hace del clásico de Pedro Muñoz Seca, y que podrá verse con cinco funciones del 17 al 27 de octubre. El día 22 arrancará el taller de cine impartido por Antonio Meliveo, una actividad formativa dirigida a todos los amantes del séptimo arte y que se desarrollará con varias sesiones hasta el mes de junio. El 31 de octubre y el 1 de noviembre, otra compañía malagueña, La Imprudente, presentará Don Juan enamorado, una aproximación al gran personaje de la literatura española dirigida y escrita por Sebastián Sarmiento y especialmente dirigida a jóvenes espectadores de entre 12 y 16 años. Diciembre presenta tres propuestas jugosas: Drácula o lo que el diente se llevó de Alamar Teatro (del 1 al 8), Julia. Un viaje teatrástico de Teatro Clásico de Sevilla (días 14 y 15) y, como gran apuesta navideña, el circo de Rolabola y Manolo Carambolas (del 21 al 4 de enero). La Maquiné desplegará La casa flotante, un impactante montaje con música, títeres y proyecciones, el 18 y 19 de enero, y La Gotera de la Azotea hará lo propio el 25 y 26 con A cuentagotas. Lasal Teatro representará Bailando sin zapatos el 1 y 2 de febrero, y la Compañía Línea 6 traerá su teatro para bebés con Anamakanda del 8 al 15. El Espejo Negro recuperará su gran éxito del teatro infantil La vida de un piojo llamado Matías el 15 y 16, mientras que La Carpa Teatro traerá su Escuela de Circo del 22 al 2 de marzo. Durante todo este mes, Teatro de los Orígenes dará cuenta de su aproximación a Calderón de la Barca con Constante 3.0, y Pata Teatro estrenará El árbol de mi vida del 8 al 16. La Orquesta de Málaga Promúsica actuará los días 22 y 23, e Indigo Teatro presentará su Lecturita del 29 de marzo al 6 de abril. Del 3 de abril al 11 de mayo la compañía malagueña Sueltos recuperará su Dice P, y del 26 de abril al mismo 11 de mayo Síndrome Dario hará lo propio con El ladrón de voces. A todo este cartel se unen los ya conocidos ciclos de Humor, Teatro con Títeres, Objetos y Visual, El mal de Tourette y Flamenco Viene del Sur.

La Sala Gades, por su parte, queda consagrada a la danza con un ambicioso programa de alcance nacional e internacional. La compañía REA ejercerá de residente con Verdi que te quiero Verdi de octubre a diciembre y con Broken Tango en enero y febrero. Por lo demás, Aracaladanza con Constelaciones, Thomas Noone Dance con Lugares extrañamente desastrosos y Dantzaz Konpainia con Arte-An quedan convocados para noviembre, la compañía de Manuela Nogales con De claves y declives para febrero y la compañía de Fernando Hurtado con Pequeñas barbaridades para febrero y marzo. La más pura vanguardia, la investigación en torno al movimiento y, sobre todo, una de las aventuras estéticas más apasionantes de la escena actual, conjugan así una propuesta de altura para hacer de Málaga una ciudad en pro de la danza.

Una de las facetas que cabe destacar de este programa que el Teatro Canovas y la Sala Gades se disponen a poner en marcha es la correspondiente a su calado social entre la ciudadanía malagueña. A tenor de las actividades llevadas a cabo por estos espacios, se puede afirmar que a lo largo de los últimos meses ambos se han abierto aún más a la sociedad local mediante la colaboración establecida con otras entidades y colectivos, tales como lo convenios con las diversas Escuelas Artísticas, la Fnac y el Parque Tecnológico de Andalucía entre otros.

Desde su enclave en El Ejido, el Teatro Cánovas ha sido en las últimas décadas el gran escaparate del teatro independiente y de las últimas corrientes escénicas en la ciudad, una tendencia que se reforzó cuando la Sala Gades quedó también bajo la gestión de la Consejería de Educación, Cultura y Deporte. Ahora, ambos espacios se renuevan para hacer del público un aliado aún más fiel en su generación de emociones.