The Pink Tones: una oportunidad presente para disfrutar de Pink Floyd

Que la influencia y el peso específico de una banda como Pink Floyd en la historia del rock no admiten discusión no constituye precisamente una novedad a estas alturas. Y para demostrarlo ni siquiera hace falta remontarse al pasado: la gira de conciertos que Roger Waters mantiene todavía actualmente en activo con The Wall fue la de mayor éxito el año pasado en todo el mundo (en España agotó todas las entradas, con dos noches en Madrid y otras tantas en Barcelona), por encima de Lady Gaga, U2 y otros héroes del pop y el rock más entusiasta. Nada hay por tanto que reivindicar: la reciente reedición de los discos del grupo han conquistado las listas de ventas, pero, salvo excepciones como la de Waters, las posibilidades de ver en directo a Pink Floyd en España son muy remotas. Mucho más, especialmente, desde la muerte del teclista Richard Wright en 2008. Es aquí donde un grupo como The Pink Tones, formado por cinco músicos españoles y consagrado a la interpretación del repertorio de la banda británica, goza de pleno sentido: el que permite a los fans de Pink Floyd disfrutar en directo de temas como Shine on you crazy diamond.

The Pink Tones es una banda tributo, un fenómeno habitual en países como Italia pero que sin embargo en España se ve todavía como un suceso exótico. Para salir de dudas, la formación comparecerá este sábado a las 22:00 en la Sala París 15, dentro de su gira nacional, con una espectacular puesta en escena deudora de los abrumadores shows de David Gilmour y compañía.

The Pink Tones son Álvaro Espinosa (voz, guitarra y theremín), Antonio Fernández (batería y percusión), Nacho Aparicio (teclados), Cefe Fernández (bajo, guitarra y voz) y Pipo Rodríguez (saxo, guitarra y voz). Comenzaron a trabajar en 2003, procedentes en su mayoría de otras bandas "como un proyecto aficionado, sin grandes pretensiones", cuenta Nacho Aparicio, quien matiza que "a medida que se iba formando el proyecto y tras la respuesta del público en los primeros conciertos vimos que podía ser una propuesta para los seguidores de Pink Floyd". En cuanto al repertorio, The Pink Tones abordan algunos de los temas más populares del grupo como Another brick in the wall, pero también otros muchos, correspondientes sobre todo a su primera etapa, a los que ni siquiera Pink Floyd prestó mucha atención en directo, como A saucerful of secrets y la monumental Atom heart mother, en la que Álvaro Espinosa interpreta las partes originales del coro con un theremín (instrumento electrónico primitivo con dos antenas).

"Trabajamos cada tema en función de la época en la que fue grabado. Analizamos los amplificadores usados en su momento, el sistema de grabación, los efectos e intentamos mimar todos los detalles", explica al respecto Aparicio, quien admite que en la obra de los años 70 "es donde encontramos lo más relevante, pero es divertido también abordar temas más recientes como Coming back to life y Sorrow".

En cuanto a la producción de sonido, una cuestión especialmente delicada en lo que a Pink Floyd se refiere, Aparicio afirma que The Pink Tones se han beneficiado de una tecnología que actualmente "nos permite emular muchos sonidos de la banda sin necesidad de llevar todos los instrumentos de todas las épocas, lo que sería imposible. Pero invertimos mucho tiempo para lograr que el piano de Echoes suene como si estuviese bajo el agua". La escenografía, con figuras inflables de cuatro metros de alto, el círculo de luces y el láser, también ha sido diseñada por los músicos. Así que nostálgicos y neófitos no tienen excusa: escuchar en directo Set the controls for the heart of the sun será siempre, siempre, cuestión de magia.