Todas las músicas, la música
En el 50 aniversario de 'Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band', siete músicos malagueños de distintos géneros apuntan sus claves personales respecto a la obra maestra de The Beatles
Cuando el compositor rumano Györgi Ligeti escuchó A day in the life, con aquel crescendo cacofónico de una orquesta en rabioso tutti que Paul McCartney dirigió en el estudio de Abbey Road disfrazado de cocinero, terminó derrumbado en lágrimas y entregado sin reservas a lo que consideró la "primera muestra de una música verdaderamente moderna". Jonathan Gould escribió sobre el disco en Rolling Stone: "Es una obra rica, continua y desbordante de genialidad colaborativa, cuya audaz ambición y sorprendente originalidad hacen que se amplíe notablemente sus posibilidades, aumentando así las expectativas de lo que puede ser la experiencia de escuchar la música popular en una grabación". El escritor Kurt Vonnegut no ocultó su admiración: "Se supone que toda obra de arte debería hacer preferir la vida. The Beatles lo han hecho". Keith Richards, de The Rolling Stones, afirmó: "Aquello no eran The Beatles. Era otra cosa. Por eso nunca me gustó aquel disco. Pero nosotros demostramos que también podíamos hacer otra mierda que no tuviera nada que ver con lo que éramos, así que aquel mismo año grabamos Their Satanies Majesties Request". Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band, el octavo álbum de The Beatles, se publicó en el Reino Unido el 26 de mayo de 1967 y el 2 de junio siguiente en EEUU. Permaneció en el número uno de las listas británicas durante veintisiete semanas y otras quince en el primer puesto del Billboard. Muy a pesar de canciones como With a little help from my friends, Lucy in the sky with diamonds, Lovely Rita y When I'm sixty-four, EMI no extrajo un solo single: las radios emitían el disco completo, como una sola canción de 39 minutos y 45 segundos. Desde su publicación, el volumen de ventas se estima en unos 32 millones de copias. Desde la icónica portada de Peter Blake, para la que los miembros del grupo (salvo Ringo Starr, que decidió lavarse las manos) anotaron en una lista los personajes que querían ver representados (con polémica en torno a Hitler incluida), hasta las numerosas pistas sobre el suicidio de Paul McCartney (que aparecía de espaldas en la contraportada) pasando por la peculiaridad del vinilo que dejaba atascada la aguja tras el fin de A day in the life en aquellas sonrisas burlonas, Sgt. Pepper's es, además de una obra musical incontestable, considerada el mejor disco de rock de todos los tiempos por diversos rankings (también el de la misma Rolling Stone en 2003), un verdadero objeto artístico. Si bien los seguidores de The Beatles suelen preferir Revolver y el White Album en cuanto a colecciones de canciones, la categoría conceptual y rompedora de Sgt. Pepper's sigue siendo, cincuenta años después de su lanzamiento, abrumadora. La obsesión de McCartney con el Pet Sounds de The Beach Boys y la obra de Karlheinz Stockhausen, el arrobamiento místico de George Harrison (cuyo Within' you, without you fue rechazada en un primer momento por el productor, George Martin, antes de escucharla con su instrumentación de cuerdas, sitar y tablas), la querencia psicodélica de John Lennon y el empeño de Ringo Starr en seguir siendo el mejor batería cuando empezaban a aparecer serios competidores obraron un milagro que no ha vuelto a repetirse. El grupo salió beneficiado de su decisión de renunciar a las giras por un tiempo, adoptada a cuenta tanto del estrépito de los fans y de la fatiga como de, muy especialmente, las amenazas a muerte vertidas después de que a Lennon se le ocurriera comparar la fama de los Fab Four con la de Jesucristo. Este retiro permitió al quinteto (incluido un George Martin de responsabilidad definitiva) dedicar maratonianas sesiones en Abbey Road, sazonadas con las dosis correspondienes de marihuana, hasta probar todo lo materialmente probable respecto a la producción y edición de sonido. El resultado firmó un hito en la historia de la música.
El pasado jueves, Apple y Universal Music celebraron los 50 años de Sgt. Pepper's con el lanzamiento de una edición deluxe del álbum que incluye grabaciones inéditas, un libro, un documental y, entre otros ganchos, las maquetas de Strawberry Fields Forever,Penny Lane y When I'm sixty-four, que ya en noviembre de 1966 constituyeron el germen del álbum. Para dar cuenta de la efeméride, Málaga Hoy ha pedido a siete músicos malagueños (o vinculados con Málaga) de distintos géneros que aporten sus claves personales respecto a un disco que todavía hoy sigue rompiendo barreras.
En el ámbito musical, todo el mundo tiene una historia particular relacionada con Sgt. Pepper's, y el director titular de la Orquesta Filarmónica de Málaga, Manuel Hernández Silva, tiene la suya: "Yo descubrí a The Beatles en Viena, cuando estudiaba en el Conservatorio. Por una parte, mis estudios me obligaban a estar todo el rato pendiente de Mozart y Schubert. Pero por otra parte yo venía de Venezuela y lo que me más me gustaba escuchar era música caribeña y a gente como Benny Moré. La verdad es que el rock me interesaba entonces muy poco. En aquellos años conocí a mi amigo Faustino Núñez, que hoy es catedrático de Flamencología en el Conservatorio Superior de Córdoba. Nos juntábamos a escuchar música, yo le ponía canciones cubanas de los años 40 y 50 y el me ponía a The Beatles. Cuando escuché el Sgt. Pepper's fue una absoluta revelación, tuve la certeza de que aquello no se parecía a nada de lo que había escuchado. Mi amigo Faustino me lo explicó muy bien: 'Manuel, la puerta de la modernidad la abrieron en el siglo XX Mahler y The Beatles'. A partir de entonces empecé a obsesionarme con aquellas canciones, no sin cierto sentimiento de culpa al dedicarle menos tiempo a Mozart. Afortunadamente, me quedé más tranquilo cuando nuestro profesor Herwig Knaus, una verdadera eminencia del Conservatorio, empezó a ponernos canciones de The Beatles para estudiar la forma musical".
Javier Ojeda, cantante y compositor dentro y fuera de Danza Invisible, apunta: "El Sgt. Pepper's fue el disco en que The Beatles dejaron de ser una banda de rock para demostrar que podían dedicarse a hacer cualquier música contemporánea. Es un álbum a prueba de etiquetas, en todos los sentidos. Conceptualmente es el mejor disco de The Beatles, aunque si tengo que detenerme canción a canción me quedo con Revolver". Pedro Ramírez, guitarrista y fundador de Tabletom, hace memoria: "Fue mi primer disco, así que imagínate. Me lo trajeron los Reyes. Creo que tenía 12 años. Recuerdo que me fliparon A day in the life, Within' you, without you y Lovely Rita. Toda aquello sonaba mágico. Nunca he sido muy seguidor de The Beatles, porque después de aquello descubrí otros grupos que me conquistaron más. Pero puedo decir que Sgt. Pepper's es mi único disco de The Beatles y el único que sigo escuchando completo desde entonces". La cantante y compositora Anita Rowe, cincuenta por ciento de Hermanas Sister, manifiesta abiertamente su amor por el álbum: "Escucharlo es ir de viaje a un mundo completamente distinto. Es una manera de estar en otra parte, de sumergirte en algo que se escapa de la realidad. Siempre vuelvo a este disco".
El pianista y compositor Jesús Durán, figura esencial del blues en Málaga y autor de la banda sonora de obras de teatro como El jurado, señala: "Sgt. Pepper's fue el disco con el que aprendí el verdadero sentido de la producción. Ahí descubrí el stereo de una forma mágica. La manera en que suena todo es fascinante. Mi canción favorita es She's leaving home: recuerdo que la primera vez que escuché el solo de violonchelo me entró un escalofrío en la columna vertebral. Y eso que lo escuché en cassette. Me lo regaló mi hermano". La cantante y compositora Diana Navarro resume de forma escueta pero harto elocuente los motivos de su veneración: "Si escuchamos sus melodías por un lado y sus armonías por otro, no es difícil comprobar que todos sus elementos musicales son intemporales. Si alguien presentara hoy una composición así, de inmediato se aceptaría como algo moderno, propio del siglo XXI. Por discos como Sgt. Pepper's The Beatles es mi grupo favorito junto a The Beach Boys". Por último, el guitarrista flamenco Daniel Casares afirma al ser preguntado por The Beatles y su emblemático trabajo: "Ahí me has dado. Si algo me gusta en esta vida son The Beatles". Y concreta sobre Sgt. Pepper's Lonely Hearts Club Band: "Siempre que hicieron un disco, The Beatles abrieron una puerta. De manera que si revisas su discografía, lo que encuentras son puertas abiertas hacia cosas que hasta que ellos las hicieron no existían. Con este disco, además, abrieron una puerta al futuro de la música. Lo más prodigioso es que esa misma puerta sigue estando abierta. Es decir, si alguien escucha hoy por primera vez Sgt. Pepper's, tendrá la impresión de que el futuro de la música pasa por ahí, de que todo lo que venga tendrá que ver con esto. Entonces, uno piensa que ya abrieron esta puerta hace cincuenta años y el milagro parece mucho mayor aún. Yo siempre encuentro una puerta abierta cuando vuelvo a escucharlo".
Aseguraba George Martin que Beethoven abría admirado la introducción del sintetizador en Lucy in the sky with diamonds. Y no le faltaba razón. Todas las músicas parecen habitar esta obra única. Y aquí perviven, intactas.
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