Tom Cruise contra Hitler

"En Alemania no todo el mundo era nazi y estaba de acuerdo con el holocausto", dijo hace unos días Tom Cruise en Madrid. En plena vorágine de la presentación de Valkiria (Bryan Singer, 2008), la estrella estadounidense pareció olvidar que el personaje que interpreta en este drama histórica sí era nazi, y bastante convencido. "Hemos sido muy cuidadosos con todos los detalles históricos, como la colocación de los personajes alrededor de Hitler durante el atentado, el momento de la firma, hasta los aviones son reales", detalló el actor.

Cruise se ha jugado mucho en Valkiria, su nuevo intento de demostrar que es un actor serio y capaz de acometer desafíos interpretativos. En esta ocasión da vida al coronel y aristócrata alemán Claus von Stauffenberg, uno de los militares que intentaron derrocar al gobierno nazi y acabar con Hitler. Para acometer semejante desafío se ha hecho acompañar de un director solvente, Bryan Singer, y de un guionista inteligente, Christopher McQuarrie -ambos trabajaron juntos en Sospechosos habituales (1994), el filme que les hizo saltar a la primera línea de Hollywood-.

"Es algo que mucha gente desconocía, incluido yo mismo", comentó Cruise en Madrid con mucha inocencia, y bastante sinceridad, respecto a la existencia de una oposición interna contra Adolf Hitler. Quizá esta superficial manera de enfrentarse a la significación histórica de la figura de Claus von Stauffenberg, uno de los pocos héroes de los días de la Segunda Guerra Mundial que puede lucir Alemania, fue lo que motivó la protestas ante el protagonismo de la estrella estadounidense mientras la película se rodaba en diferentes lugares de Alemania, algunos como el histórico Benderblock, donde acontecieron los hecho reales.

Lo que cuenta el filme es el complot que intentó poner en marcha la Operación Valikiria, un proyecto concebido originalmente durante la campaña Rusa de 1941 como un plan de contingencia para movilizar al Ejército de Reserva; posteriormente fue usado también como arma para defenderse contra cualquier levantamiento interno y, más tarde, un grupo de conspiradores usarían ese Ejército de Reserva para tomar Berlín mientras que sustituían al Gobierno, tras creer muerto a Hitler. Así, el largometraje lleva al espectador al 20 de Julio de 1944, momento en el que aunque ponía en peligro a toda su familia, el coronel Stauffenberg viajaba hasta la Guarida del Lobo, para colocar una bomba y matar al dictador, poniendo así en marcha la Operación Valkiria.

Tom Cruise encabeza un reparto de lujo formado por Kenneth Branagh, Bill Nighy, Tom Wilkinson, Carice van Houten, Thomas Kretschmann, Eddie Izzard, Christian Berkel y Terence Stamp,y la producción tampoco reparó en gastos para la localización y la recreación de los pasajes bélicos de la cinta. El propio actor ejerce de productor de Valkiria a través de United Artistas, y hasta ahora no le está funcionando nada mal la apuesta. La taquilla en Estados Unidos ya ha superado los 80 millones de dólares -el presupuesto era de 75 millones de dólares, así que ya están en beneficios-.

El primer gran intento de la estrella de Top gun (1986) por ser tenido por un verdadero actor también fue al amparo de una guerra, aunque fue la de Vietnam. Si con Nacido el 4 de julio (1989) no logró su objetivo, tampoco parece que Valkiria lo vaya a conseguir, aunque su figura como visionario en Hollywood sí se ha reforzado con su faceta de magnate de United Artists. Cruise lleva una envidiable racha en la taquilla mundial, pese a su mala prensa -divorcios, rumores sobre su vida privada, estrepitosos ridículos en algunos programas de televisión y deslices de toda clase-, y pocos actores pueden presumir como él de garantizar el éxito económico de una gran producción, Además, tras su pequeña aparición en Tropic thunder (Ben Stiller, 2008) ha demostrado que puede ser tan divertido como cualquiera de los nuevos reyes de la comedia. Y es que sigue siendo una estrella.