Último adiós al artista Pepe Luis Conde

Vélez-málaga despidió ayer al artista de la tierra. Al que todos conocían y querían, al que dedicaron la calle en la que nació y donde comenzó su trayectoria y al que hace unas semanas recibía el Escudo de Oro de la Ciudad. Ayer, Pepe Luis Conde, como todos le conocían, tuvo una despedida a la altura de su trayectoria, en el Teatro del Carmen. Allí se instaló su capilla ardiente para que los axárquicos pudiera despedirse de él.

Era cantante, pianista y compositor. Llevó sus letras y su música por diferentes países de Europa y América, llegando a actuar en el Gran Teatro de La Habana como artista invitado. Fue allí donde presentó su gala Sentimientos encontrados con la colaboración estelar del Ballet Nacional Español de Cuba. A pesar de su trayectoria, su corazón siempre estuvo en Vélez - Málaga, la ciudad que le vio nacer hace 75 años. Por eso, ayer el Ayuntamiento decretó un día de luto oficial y desde las cuatro de la tarde el Teatro del Carmen acogió su capilla ardiente. Además, se suspendieron las actividades culturales que había previstas en este espacio escénico y en el Palacio de Beniel.

La sesión plenaria también arrancó con un minuto de silencio por la muerte de José Luis Conde Lobato, el cual falleció tras una larga enfermedad. Todos los grupos políticos que conforman la Corporación tuvieron palabras de recuerdo para él y elogiaron su complicidad con Vélez - Málaga. Personalidades de la sociedad veleña y sobre todo del mundo del arte de la Axarquía mostraron sus condolencias y se sumaron al adiós. En la imagen de todos, su última aparición pública precisamente en las tablas del Teatro del Carmen donde el 29 de noviembre al alcalde, Antonio Moreno Ferrer (PSOE) le hizo entrega de la máxima distinción de la ciudad: el Escudo de Oro que todavía tenía pendiente. Estaba exultante por el reconocimiento que para muchos merecía desde hacía tiempo.

Entonces se recordó que Pepe Luis Conde, con muy pocos años, "y en unos momentos históricos difíciles y precarios, exteriorizó su natural y exquisita sensibilidad artística" debutó con sólo siete años en el Teatro del Carmen. Los que le conocieron subrayaron de él "su tesón y vocación desmedida", de forma, que consiguió la técnica que necesitaba para dar salida a su creatividad. Y así empezó a recorrer medio mundo. Cuando volvió a Vélez- Málaga compaginó sus actuaciones con sus negocios de hostelería en la ciudad a los que daba su toque. Muchos recuerdos quedan de las veladas que regalaba a sus comensales en el Mesón del Conde o en el Restaurante Espectáculo Los Mayorales. También se atrevió a montar en Madrid la Sala Axarquía donde decía que Vélez-Málaga tenía su embajada.