El autor novel Carmelo Vázquez indaga en su primera obra, Cirenaicos, de la editorial malagueña Piélago, en el pensamiento hedonista como trama argumental del consumismo de la sociedad contemporánea, en la cual el placer es el fin "ideal de la conducta". El trasfondo de la novela es el hedonismo en sí mismo, "todo el argumento principal es circunstancial", explicó el escritor de origen canario en una entrevista, donde aclaró que aunque la doctrina hedonista no es la que prima actualmente, sin embargo "cada vez más se acerca más" a la que rige la vida humana.

Cirenaicos narra la experiencia de una persona que un día recibe una carta con una proposición: una cantidad sustanciosa de dinero a la semana con la única condición de cumplir una serie de reglas. "Como es obvio -declara Vázquez-, esta persona va cambiando y realiza prácticas a las que antes no se dedicaba", dirigiéndose, según explicó, hacia el consumo de masas y en particular a destinar el dinero a bienes y servicios fundamentados en el ocio. Paulatinamente, el protagonista se va acercando a la forma de pensar de los cirenaicos, discípulos de Aristipo de Cirene (435 a. C.-366 a. C.), que fue un filósofo griego de la escuela de Sócrates y que centró su atención en la vida moral: el disfrute de lo instantáneo como vía de alcance a la virtud y a la felicidad.

El autor, seguidor de Franz Kafka, Leon Tolstoi, J. D. Salinger o Charles Bukowski, explica en su blog que Cirenaicos es una novela que "coquetea con el ensayo pero sin abandonar en ningún momento la estructura y el lenguaje de la narrativa". Vázquez confesó que "escribir un libro es la parte fácil, lo difícil es venderlo", y más si se apuesta por una editorial de reciente creación, como es Piélago, cuyos promotores elaboraron una página web con cuatro fotografías de autores para recibir los primeros manuscritos de los interesados. En concreto, Vázquez mandó su obra a varias editoriales, entre ellas alguna que otra grande. "Esperaba que contestasen", pero no todas lo hicieron, por lo que finalmente se decantó por Piélago debido a su afinidad.