Premios Goya en Málaga

Alfombra roja: estrellas por derecho en un desfile tranquilo antes de los Goya

Antonio Banderas y María Casado, este sábado, en la alfombra roja del Hotel Miramar.

Antonio Banderas y María Casado, este sábado, en la alfombra roja del Hotel Miramar. / Marilú Báez (Málaga)

Correspondía a los presentadores de la gala, Antonio Banderas y María Casado, inaugurar la alfombra roja en el Hotel Miramar. Pero para entonces ya estaba asomado por allí Antonio de la Torre, dispuesto a disfrutar sus primeros Goya sin nominación en muchos años. Con los aspirantes a premio metidos en sus casas, y con entregadores y cantantes como únicos pobladores, el desfile transcurrió este sabado tranquilo, cómodo y distendido. Afirmó Banderas en su comparecencia que, en esto de cine, “hay que estar a las duras y a las maduras y empujar en un año devastador”, y mucho de eso hubo, con una pasarela menos frívola y, también por breve, más centrada en el cine como acontecimiento.

Belén Cuesta. Belén Cuesta.

Belén Cuesta. / Marilú Báez (Málaga)

Las estrellas comparecían así con tiempo suficiente para lucirse a gusto ante las cámaras, con ocasión de deprenderse de sus mascarillas únicamente durante unos segundos para volver a enfundárselas enseguida. Y seguramente la reducción de los rostros a la mitad contribuyó también a estas austeridad que confirió al fin más autenticidad al paseíllo. Brillaron, por derecho, María Barranco con su imponente rojo estampado (había que verla después jaleada por los transeúntes, en su salsa, a su llegada al Teatro del Soho) y, de negro, una Ángela Molina que no ocultaba su ilusión por su Goya de Honor mientras evocaba la figura inspiradora de Buñuel (resultaba divertido distinguir por allí a Jaime Chávarri, quien, como director de Las cosas del querer, acompañaba a la premiada con visibles ganas de salir de los focos). Apostaron también por el negro una soberbia Belén Cuesta y, con traje rompedor, Emma Suárez. Verónica Forqué, cuando todo el pescado parecía vendido, brindó su particular lección de distinción.

“En el cine hay que estar a las duras y a las maduras y empujar en un año devastador”, afirmó Antonio Banderas

Los nervios se vivían, por tanto, a distancia, allá donde los nominados esperaban el comienzo de la gala con menos paciencia. Alejandro Amenábar, Juan Antonio Bayona y José Coronado impusieron su autoridad marca de la casa, con las distancias de seguridad de su parte. Quienes no pasaron por la alfombra roja fueron Pedro Almodóvar y Penélope Cruz, quienes dieron la espantá y marcharon al Teatro del Soho sin pasar por los flashes. Cosas de los divos.

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