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Por un arte como Dios manda

  • La decisión del párroco del Santo Ángel de retirar dos obras de Eugenio Chicano del conjunto del altar al considerarlas "irreverentes" despierta las críticas de expertos y del propio pintor

A la izquierda, el 'Cristo crucificado' (2011). A la derecha, el Cristo que actualmente preside el altar de la iglesia.

A la izquierda, el 'Cristo crucificado' (2011). A la derecha, el Cristo que actualmente preside el altar de la iglesia. / fotografías: jorge cabrerizo

Fue el historiador del arte Jorge Cabrerizo (cuya formación, como dato a tener en cuenta, incluye un máster en Gestión del Patrimonio Cultural de la Iglesia por la Facultad de Teología de Granada) quien llamó ayer la atención sobre el episodio: desde hace algunos días, las pinturas de Eugenio Chicano la Virgen del Copo (1971) y Cristo crucificado (2011) han dejado de verse en el altar de la parroquia del Santo Ángel, en la calle Ayala. Ambas estaban integradas en el mural que Chicano realizó para la misma iglesia a comienzos de los 70, por encargo del arquitecto Antonio García Garrido, tras la fructífera experiencia que significó poco antes el mural de la parroquia de Santa Rosa de Lima. Estas dos intervenciones han perdurado como emblemas de arte religioso del siglo XX en Málaga, pero el paisaje del Santo Ángel es ahora muy distinto. "En la actualidad, ninguna de las dos piezas de arte religioso se encuentra en la ubicación para la que fueron ideadas. En su lugar, el Cristo ha sido sustituido por otra pintura de estilo realista y la Virgen por una imagen de bulto redondo de escayola, de la clase de figura fabricada en serie que se adquiere en tiendas de objetos religiosos", explica Cabrerizo, quien no duda en denunciar esta situación como "un atentado contra la obra del artista Eugenio Chicano y contra el patrimonio artístico y religioso de la ciudad de Málaga". Según el mismo historiador, la Virgen del Copo se encuentra tapada y el Cristo ha sido retirado y almacenado a instancias del párroco, quien ha justificado su decisión a tenor de que ambas imágenes no son "reverentes para el culto". O, dicho de otra manera: no es éste, en opinión del sacerdote, un arte como Dios manda. Que ya es decir.

Preguntado al respecto, Eugenio Chicano recuerda que la Virgen del Copo lleva presidiendo el altar del Santo Ángel desde 1971 "y desde entonces nadie ha dicho ni pío. Muy al contrario, me consta que entre los vecinos del barrio es un símbolo muy querido". El cariño, en esta ocasión, es correspondido: para el mural del Santo Ángel, Chicano decidió evocar una estampa marinera, propia del enclave, "para la que conté con la participación de todos, porque así quise hacerlo. Feligreses, niños, mayores, todos se implicaron. Que ahora hayan quitado La Virgen del Copo también es un agravio para ellos. Lo menos que podía haber hecho el párroco era llamar al autor y plantearle sus intenciones". En cuanto al Cristo crucificado, explica Chicano que en 2011 fue a visitar el templo "y vi que habían puesto un Cristo sobre el mural que rompía por completo el conjunto. Pregunté al párroco y me dijo que hacía falta un Cristo para el culto, así que fui a casa, cogí el mío y se lo ofrecí para el altar. Desde entonces ha estado ahí, igualmente sin ningún problema".

En cuanto a la irreverencia, Chicano lamenta que "sigamos a estas alturas con estas polémicas. Ya hemos leído todos lo suficiente para no asustarnos del arte contemporáneo". Y recuerda con tristeza que su hija hizo la Primera Comunión en esta iglesia "porque ella se empeñó en hacerla delante del mural que pintó su padre". Eso sí, advierte: "No es la primera vez que pasa esto. Ya se han tirado abajo quince murales míos en Málaga". Así, dijo el clásico, nos luce el pelo.

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