Cultura

Un casting con el reto de emocionar

  • Más de 50 artistas participan en la audición de 'Los puercos', obra del director malagueño Ignacio Nacho elegida para inaugurar Factoría Echegaray

Las obras del director de cine y teatro malagueño Ignacio Nacho no acostumbran a ser precisamente corrientes, ni en la forma, ni en el contenido. Su sello se aleja -"huye", recalca Nacho- de convencionalismos para dar lugar a historias con alma e identidad propia. Tampoco son convencionales sus castings. Desde ayer -y hasta hoy a las 19:00-, se celebra en el Centro de Cultura Activa Pedro Aparicio del Teatro Cervantes las audiciones de su nueva obra Los puercos, la primera pieza teatral nacida al calor de Factoría Echegaray, un proyecto impulsado por el teatro con el mismo nombre que tiene como objetivo aumentar y dinamizar la producción de espectáculos en la ciudad.

Más de 50 intérpretes nacidos o residentes en Málaga -requisito indispensable en el proyecto Factoría Echegaray- se han inscrito para este casting con el que se busca a los tres protagonistas de la obra de Ignacio Nacho: el Padre aristócrata, a quien interpretará un actor de entre 50 y 70 años; su vástago, papel destinado a un intérprete de 25 a 35 años, y un criado, un actor de entre 30 y 45 años. Sin embargo, no será tarea fácil deslumbrar a Nacho.

El dramaturgo malagueño no se ciñe a los procedimientos ortodoxos en las audiciones. A Gari Koitz, actor gallego residente en la ciudad desde hace 14 años, le pide que organice un picnic -imaginario claro- mientas recita el parlamento (su texto). "Piensa que estás en la ceremonia de un picnic, pero con la densidad de la fiesta del té. Móntate tu propia parafernalia. No desperdicies ni un movimiento. Cada uno es trascendental. Siéntelo", le exige el director de cine local. Koitz, con una honda voz masculina, sigue las órdenes de Nacho y consigue deslumbrarlo.

"No me gusta que los actores se lleven el discurso a su terreno. Les pido que sean actores flexibles, disciplinados, con amplitud de miras, preparados para nuevas propuestas y fórmulas de trabajo. Busco actores que no tengan miedo a romperse por dentro, a investigar sus recovecos interpretativos. En definitiva, actores libre", apostilla el director.

Los puercos, una obra de finísimo y desconcertante humor firmada por Ignacio Nacho, será la primera que se producirá, ensayará y representará en el pionero proyecto Factoría Echegaray. "Estaba cansado de comedias blancas. Así que por pura salud mental quise escribir algo más salvaje y desgarrador. Los puercos no es una comedia en absoluto, es un profundísimo drama que ahonda en las miserias y verdades de la raza humana", advierte.

Javier Zurita, un joven malagueño, se sube al atril junto a Antonio Arcos, artista local con más de 25 años de experiencia. Interpretan el papel del hijo y del criado durante unos minutos. "Quiero que me lo cuentes, no interpretes. Convierte una verdad en una gran mentira", le espeta Nacho a Zurita. Acto seguido se dirige a Arcos: "Quiero ternura, quiero emoción". El dramaturgo no les pide que repitan como robots sus frases; quiere algo más: una actuación de casting capaz de emocionar.

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