Cultura

La cultura en vivo pide su sitio en la calle

  • Músicos, actores, técnicos, gestores y otros profesionales del sector participan en Málaga en la manifestación convocada por Alerta Roja

Manifestación en defensa de la cultura en directo, este jueves, en la Plaza de la Marina.

Manifestación en defensa de la cultura en directo, este jueves, en la Plaza de la Marina. / Javier Albiñana (Málaga)

Los números hablan por sí solos: desde que estalló la epidemia del coronavirus, el sector de las artes en vivo, que engloba principalmente la música, la danza y el teatro, ha visto reducido su volumen de trabajo y su facturación en España a sólo un 10% de los registros del año pasado en el mismo periodo, lo que se traduce en una pérdida de 660 millones de euros.

En el considerado tercer activo del PIB nacional, la situación únicamente puede reconocerse como una tragedia: si durante el confinamiento no quedó más remedio que cerrar los teatros y cancelar las actuaciones al aire libre, la gestión actual de la pandemia, que obliga a una reducción drástica de los aforos mientras la normativa se muestra considerablemente más relajada a la hora de que se llenen aviones y terrazas, invitaba a poner el grito de los artistas en el cielo.

Dicho y hecho: el movimiento Alerta Roja nació de manera espontánea, impulsado por la conexión de las redes sociales, con el objetivo claro de dar visibilidad a la sangría, habitualmente pasada por alto en los balances económicos. La estrategia pasaba por convocar una manifestación para este jueves 17 en 28 ciudades españolas, entre ellas Málaga, donde la convocatoria, aunque deslucida por la lluvia, se celebra con una nutrida participación.

El cantaor Francis Bonela, antes de la manifestación. El cantaor Francis Bonela, antes de la manifestación.

El cantaor Francis Bonela, antes de la manifestación. / Javier Albiñana (Málaga)

En realidad, los convocantes de Alerta Roja dudaron hasta hace sólo unos días de la idoneidad de convocar una manifestación, dada la posibilidad de generar un indeseable efecto marea. Al final optaron por seguir adelante, pero con una afluencia de participantes controlada del primero al último (para participar era indispensable registrarse previamente y recoger los tickets nominales), con mascarillas, distancias de seguridad y todas las medidas sanitarias aplicables.

En Málaga, la manifestación comenzó a las 20:30 de este jueves en la Plaza de la Marina y se dirige hasta la Plaza de la Merced, donde está previsto que se lea el manifiesto compartido por todas protestas convocadas en España; pero ya a las 19:30 aparecían los primeros manifestantes, vestidos rigurosamente de negro. Músicos, actores, técnicos, gestores y otros profesionales del sector contribuyen a poner nombres y apellidos a la grave crisis que atraviesa la cultura en directo. Para hacer más visible el órdago, algunos músicos y técnicos llevan con ellos sus equipos, inutilizados desde hace meses: “Así al menos les damos uso”, apuntaba un técnico de sonido antes de corear las primeras consignas.

La organización toma la temperatura y reparte gel hidroalcohólico entre los participantes. La organización toma la temperatura y reparte gel hidroalcohólico entre los participantes.

La organización toma la temperatura y reparte gel hidroalcohólico entre los participantes. / Javier Albiñana (Málaga)

Al mismo tiempo, desde Madrid, el portavoz de Alerta Roja, Iván Espada, alertaba (en declaraciones recogidas por Europa Press) de que el sector se encuentra “al borde del colapso”. “No se ha alcanzado la visibilidad y concienciación necesaria para afrontar los problemas del sector, y todavía no sabemos cómo se aplican las nuevas ayudas anunciadas. Creemos necesario salir y leer el manifiesto donde se recogen medidas para todos los integrantes del sector”, explicó.

Entre las reclamaciones del manifiesto, se incluye la necesidad de reconocer al sector del espectáculo y los eventos por parte de instituciones y administraciones públicas como un sector “especialmente perjudicado” por el coronavirus y “prioritario”. Además, piden la creación “inmediata” de una mesa sectorial. Asimismo, piden una “reactivación inmediata” de las agendas culturales y de eventos de las administraciones públicas, “bajo el estricto cumplimiento” de todos los protocolos de seguridad sanitaria. También incluyen propuestas para trabajadores autónomos, por cuenta ajena, empresas y el sector de manera global.Espada recordó que el problema al que se enfrenta el sector está relacionado también con la celebración de conciertos: “La prueba de que se han podido realizar existe. Pero ahora, la víspera del evento, vienen las autoridades y te lo cancelan alegando precaución, a pesar del plan de seguridad con medidas estrictas. Eso te hunde".

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