Dan Trachtenberg, director de 'Predator: Badlands', en Málaga: "Es una película rara, una historia sobre fuerza, familia y conexión"

El universo Predator regresa con una nueva entrega el próximo 7 de noviembre, Predator: Badlands, dirigida por Dan Trachtenberg, el cineasta que ya revolucionó la saga con Prey (2022). El director ha confesado que su motivación no fue continuar una franquicia, sino "hacer una película que nadie había visto antes". Su objetivo es conseguir que el público temiera a la criatura y que conectara emocionalmente con ella. "Si pudiéramos encontrar una manera de que la audiencia buscara al Predator y no lo olvidase, si pudiéramos dejarle ser un monstruo pero también que conecten con él, entonces esa sería una experiencia cinematográfica increíble", admite.

En una entrevista con Málaga Hoy, realizada en su visita a la San Diego Cómic-Con de Málaga en septiembre, el director explicó que le "encanta la franquicia Predator" y que estaba "muy emocionado por hacer Prey": "Principalmente porque quería contar esta única historia de un guerrero comanche que intentaba demostrar su valía". Tras el éxito de aquella película, Trachtenberg dudó si debía volver al universo de los depredadores. Empezó a buscar lo que menos se había hecho en la franquicia, o "incluso en la ciencia ficción y en las películas": "Fue entonces cuando surgió la idea de hacer este largometraje".

"Badlands es una película rara, una historia sobre fuerza, familia y conexión", asegura. El director subraya que su punto de partida nunca fue la franquicia en sí, sino el deseo de explorar lo inusual. "Realmente nunca vino de cómo hacer una película sobre Predator o mis sentimientos hacia la franquicia, sino de cómo hacer una película rara utilizando la esencia de Predator", explica. Esa búsqueda, añade, también lo llevó a reflexionar sobre los temas que lo inspiran como narrador: "Estoy continuamente atraído por historias de héroes y también hay mucho sobre las relaciones entre hermanos y lo que es el verdadero significado de la fuerza".

Para Trachtenberg, Badlands tiene un componente personal. "Badlands es increíblemente personal, como lo fue Prey, aunque el personaje principal no es un análogo directo de mí, muchas de mis experiencias están en la película", afirma. El largometraje, protagonizado por Elle Fanning y Dimitrius Schuster-Koloamatangi, se ambienta en un planeta remoto donde un joven Predator, rechazado por su clan, encuentra una aliada inesperada en Thia y emprende un peligroso viaje en busca del adversario definitivo.

El rodaje, comenta, no fue nada fácil. "Gran parte fue realmente difícil de rodar porque filmamos la mayor parte en exteriores, en Nueva Zelanda, y a veces el clima no estaba de nuestro lado", confiesa. Rodaban en trincheras con aguas infestadas de anguilas y tenían a un actor en un traje, suspendido por arneses: "En la naturaleza, todo eso fue realmente desafiante". Incluso las escenas más tranquilas supusieron un reto inesperado.

Más allá de los desafíos técnicos, Badlands también profundiza en cuestiones humanas. "La franquicia siempre ha tratado sobre el verdadero significado de la fuerza, y hay mucho que este filme tiene que decir sobre la familia", señala Trachtenberg. Según el director, el protagonista tiene una relación familiar "muy complicada". "Y lo que es un guerrero es lo que realmente se exige de alguien, y es todo lo que la película invita a reflexionar", añade.

El cineasta también reflexiona sobre el impacto cultural del personaje, "especialmente en las culturas latinoamericanas": "Creo que la iconografía se ha borrado de algunas de esas tradiciones culturales", comparte. Aunque no sabe si eso se relaciona directamente con España, reconoce que "como pieza de cultura pop siempre ha sido apreciada en todo el mundo" y celebró poder presentar la película ante el público español, que pudo ver los primeros 20 minutos en exclusiva.

Sobre el elenco, Trachtenberg elogia especialmente a Dimitrius Schuster-Koloamatangi, que encarna al joven Predator. "Realmente es la fuerza que conduce toda la actuación", asegura. Asegura que el protagonista hizo "mucho trabajo físico y emocional", y además tuvo que hacerlo en otro idioma. "Mi boca literalmente no se permite pronunciar la mayoría de las palabras en el idioma yaucha, pero él podía hacerlo sin esfuerzo, cambiando entre eso y el inglés", admite.

También dedica palabras de admiración a Elle Fanning, protagonista femenina del largometraje. "Elle hizo un trabajo realmente duro y dramático, porque interpreta a dos personajes, muy diferentes entre sí, incluso cuando estaba en el set como cada uno de ellos, había un nuevo conjunto de desafíos", explica. También indica que "nunca" fue "tan exigente físicamente", pero que tuvo la "suerte" de que Elle fuera "tan hábil" físicamente hablando: "Tiene un poco de formación en danza, y eso ayudó mucho a crear los personajes".