Cultura

¿Quién dijo 'indie'?

  • El Festival Oh, See! celebra su primera edición el próximo sábado con el objetivo de proveer a Málaga del escaparate musical que precisa y merece

El hecho de que a Málaga le cueste la misma vida sacar adelante un festival de rock en condiciones, con la ambición que se supone a una ciudad de su envergadura y de su presunción cosmopolita, representa el síntoma de cierta coyuntura más profunda que tiene que ver con los escasos márgenes de operación con los que se cuentan fuera de la oficialidad. Quedan en la memoria experiencias como el 101 Sun Festival, que contó sólo una edición en el Estadio de Atletismo en 2014 y que se fue al traste tras las quejas de los vecinos; y el SMS Festival, que desde 2013 creó un interesante espacio pródigo a las experiencias alternativas en el entorno del CAC durante tres convocatorias. Ambos proyectos nacieron con un apoyo municipal que resultó insuficiente, lo que dio lugar a una situación no exenta de paradoja: mientras en la provincia crecían los festivales veraniegos como si de espárragos se tratase hasta alcanzar hechuras a veces considerables (véase el notable ejemplo del Weekend Beach Festival de Torre del Mar), la capital perdía todos y cada uno de los trenes que sonaban fuera de la propia gestión municipal (como el Terral y el Festival de Jazz, que aún así también estuvieron a punto de pasar a mejor vida por mucho que se les intentara dar oxígeno fuera del limitado aforo del Teatro Cervantes). Ahora, al fin, esta historia dispone de un nuevo clavo ardiendo y lo mejor es que la iniciativa ofrece garantías suficientes a priori para no ser flor de un día: el festival Oh, See! celebrará su primera edición concentrada en una sola jornada el próximo sábado 15 y en un espacio tan convencional y a la vez con tantas posibilidades por explotar como el Auditorio Municipal del Cortijo de Torres. El menú se presenta como otra tentativa más para meterse en el bolsillo al público indie (que es, en última instancia, el que de verdad llena festivales) pero con bastantes ingredientes como para ganar entidad propia y diferenciarse de un mercado, el festivalero, cada vez más asfixiado. De modo que cabe cruzar los dedos y esperar que sí, que el Oh, See! sea finalmente el festival de rock que Málaga precisa y merece.

Por ahora, lo que sí se puede constatar es que había un público ahí fuera esperando que algo como el Oh, See! sucediese. A finales de la semana pasada se habían despachado ya el 90% de las seis mil entradas puestas a la venta y ayer prácticamente se habían agotado, aunque aún quedaban algunas disponibles para los más rezagados. Si la bendición del público era una condición sine qua non para la continuidad del festival, pocas dudas cabe albergar al respecto. El cartel tampoco da lugar a muchos peros con lo más granado del panorama independiente español aunque con argumentos para atraer a aficionados en un abanico de gustos más amplio: por el escenario principal, patrocinado por Cervezas Alhambra, desfilarán Los Planetas (cuya prolongada ausencia en la capital más allá de los formatos acústicos resultaba ya difícil de justificar a estas alturas), Iván Ferreiro, Sidonie, Coque Malla, La Casa Azul, Elyella, Carlos Sadness, Amatria y Nixon: es decir, reclamos con el suficiente peso específico para hacer ya del Oh, See! una cita de referencia bastante más allá de Málaga. En el escenario Mondosonoro actuarán, en clave más próxima, Glaciar, Break the Senses, Arista Fiera, Scandinavia y Ten Shots & Ko. El horario presenta en correspondencia un formato maratón, con la apertura de puertas a las 13:00 y recogida bien entrada la madrugada (Los Planetas, eso sí, actuarán como cabeza de cartel a una hora razonable, las 21:45, o al menos así está previsto). Pero la mayor novedad del Oh, See! es nada menos que un apartado infantil: el Oh Kids! permitirá a niños de entre 4 y 12 años, a partir de las 16:00, participar en distintos talleres multidisciplinares y hasta tocar con algunas de las figuras que actuarán en el festival. Tan buena acogida ha tenido la iniciativa que las entradas para esta suerte de ludoteca fetén que tanto agradecerán los padres resignados a no ir a conciertos para quedarse con sus peques se agotaron hace ya varios días. Málaga suena al fin con cierto caché. Ya iba siendo hora.

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