david galÁn. torero

"La emotividad estará presente siempre que haga el paseíllo en Málaga"

  • Con diez años de alternativa, el diestro malagueño realiza un repaso de su carrera y se muestra "loco y ansioso" por volver a vestirse de luces en el coso de La Malagueta

-Son 10 años de alternativa. ¿Vamos a ver un David Galán distinto al que estamos acostumbrados?

-No, creo que no. Mi personalidad es la que siempre he tenido y creo que si la cambiase me equivocaría. Yo vengo aquí dispuesto a darlo todo, a ofrecer mi toreo, a ofrecer mi personalidad y que la persona que venga y pague su entrada salga contento y hablando de mí.

-¿Ha sido un camino muy duro?

-Sí, son diez años de alternativa, que bueno, cada torero tendrá su historia, porque se sabe que es de las profesiones más duras. A la vez que la más bonita del mundo, también es muy dura y es un camino muy largo de espinas pero luego tiene su recompensa si tiene su sacrificio. Yo creo que ahora mismo estoy viviendo el momento más dulce, y espero que sea muchísimo más dulce, pero el tener la posibilidad de verme en plazas de primera como Málaga o Madrid, y estar en el circuito, para mí es el momento más dulce. Yo creo que me ha pillado en el mejor momento, más preparado, más centrado y ya te digo, en el mejor momento de mi carrera.

-¿Sirvió la confirmación en Madrid el año pasado?

-Sí, yo creo que sí, que Madrid, la plaza de toros más importante del mundo, con ese cartel, con el maestro Enrique Ponce, el maestro Sebastián Castella, la corrida de toros de Victoriano del Río, el 15 de mayo, el día del patrón... Y esa expectación y yo teniendo tan poco rodaje, pues era un papeleta bastante complicada. Me sentía privilegiado y yo creo que di una tarde bastante digna, con dos toros que se dejaron y estuve a la altura. Gracias a eso he vuelto otra vez a circular y me puedo ver aquí en Málaga y puedo torear corridas de toros que es por lo que peleamos. Y bueno, loco y ansioso por volver a Madrid, que si Dios quiere, seguro que vuelvo.

-¿Qué hace uno cuando no torea?

-Pues soñar. Entrenar, sacrificarse, intentar coger un pitón de donde no lo hay, molestar a mucha gente, viajar mucho, dar muchas vueltas sin sentido y hasta que, poquito a poco, si el sacrificio es bueno pues al final tienes tu recompensa. Yo creo que, poco a poco, estoy subiendo peldaños y, si Dios quiere, no voy a dejar de hacerlo.

-Ya hace 14 años que su padre, el también matador de toros Antonio José Galán, nos dejó y recientemente este año también ha perdido a una tía, hermana de su padre. El apellido Galán es sinónimo de risas y alegría pero, ¿la carga emotiva será importante en su regreso a La Malagueta?

-Bueno, siempre que toreo llevo muy presente a mi padre. En todas las tardes y en todo lo que hago. Málaga siempre es especial y más si celebras diez años de alternativa. Ahora mi tita, su hermana, estará junto a él, como tantas tardes antaño, para disfrutar de esta tarde tan importante para mí. La emotividad estará presente siempre que haga el paseíllo en Málaga.

-¿Entrará a matar sin muleta?

-No (la respuesta es rotunda pero le siguen risas). No lo tengo en mi... Nunca lo llevo, vaya, no es una cosa que haga muy usual. Lo hice en su momento en Málaga, por las circunstancias. No me arrepiento para nada, pero no es una cosa que yo lleve en mente. No podría. Se me junta todo: la corrida, Málaga, sin muleta...

-¿Esa fue la última vez que toreó en Málaga?

-A un toro, sí. Creo que hay que tenerlos muy grandes para volverlo a hacer. No digo que sea la última vez, la verdad.

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