Cultura

La familia de Morente pone en duda el informe del forense

La viuda de Enrique Morente, Aurora Carbonell, y Javier Conde, enviaron ayer en representación de su familia un comunicado en el que ponen en duda el informe emitido por el forense Julio Lorenzo Regó respecto a la atención sanitaria que recibió el cantaor en diciembre de 2010, poco antes de su muerte. La familia considera que quedan algunas cuestiones sin aclarar, especialmente respecto a los sucesos que acontecieron el 6 de diciembre, cuando Morente sufrió una hemorragia que derivó en una fibrilación ventricular que a su vez le causó definitivamente la muerte. Así, según el informe del forense, tras una bajada de tensión detectada a la 1:00 y la confirmación de la hemorragia a las 2:04 de aquel día, el médico de la UVI avisó a las 2:15 al cirujano, Enrique Moreno, quien llegó a las 2:25, aunque el paciente no subió al quirófano hasta las 3:30 "porque no había cirujano, no por una negligencia médica". La familia se pregunta por qué no se pudo proceder a la operación a las 2:04, cuando se había confirmado la hemorragia, una hora después de la bajada de tensión; y considera que, si se hubiese llamado al cirujano a la 1:00, en lugar de a las 2:15, "podrían haber operado al paciente a las 2:04, sin tener que esperar a las 3:30".

La familia recuerda que el mismo forense admite en su informe que "no se cree" que el doctor Moreno hubiese estado en la UVI a las 2:25, ya que Morente no subió al quirófano hasta las 3:30, y considera al cirujano "al que llaman y no acude" responsable "de que una vez que el médico de la UVI confirmó la hemorragia a las 2:04 no subiera el paciente al quirófano hasta las 3:30"

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