La fotógrafa "callejera" Jessica Lange y su atracción por México

Es la "impensada" estrella de una serie de miedo que arrasa en Estados Unidos, American Horror Story, pero a Jessica Lange lo que de verdad le asusta son tragedias como la de Ciudad Juárez en México, país al que ha dedicado la exposición fotográfica que ayer inauguró en España. Lange eligió Madrid, la Casa de América, para la primera exhibición de 96 "secuencias" que ha hecho los últimos doce años en México, 58 de ellas inéditas, y que después, en agosto, se expondrán en el Museo de San Benito de Valladolid.

Son, detalló, escenas en blanco y negro de la cotidianidad, paisajes que escapan de las coordenadas territoriales y que reflejan a México, un país por el que siente "absoluta y total fascinación", "tal y como es", sin afán documental, porque no es una "fotoperiodista", subrayó, sino "una fotógrafa de la calle". "Disparo con idea de narración, casi como literatura, con mi propia escritura, pero no con un proyecto premeditado. Sólo hago fotos, que guardé durante mucho tiempo hasta que alguien pensó que podría publicar un libro. Luego han venido las exposiciones", precisó.

Su proceso de trabajo como fotógrafa es "anónimo y profundamente personal", describió. "No se si mi vida no sería la misma sin esa cámara pero lo que sí es que fue el impulso a este trabajo. Me he acostumbrado a ella, la conozco. Es una familiaridad emocional y siento que ella cuida de mí". Lange descubrió su placer por la fotografía con su inseparable Leica al tiempo que su fascinación por México, un país en el que, "especialmente en los pueblos pequeños, "no es nadie", sólo una "gringa" que disfruta del placer de observar mientras nadie la observa a ella. La comisaria de la muestra, Anne Mourin, eligió entre 150 obras impresas las que componen la exposición aunque en ninguna de ellas Lange haya retratado "realidades" como el narcotráfico o la violencia contra las mujeres de Ciudad Juárez.