Cultura

El improbable viaje de Tomas Tranströmer

  • El Nobel sueco no acudirá al acto anunciado por el Centro Cultural del 27 para octubre por "motivos de salud"

El asunto es como sigue: el pasado mes de abril, el Centro Cultural de la Generación del 27 presentó un nuevo ciclo de encuentros con autores, organizado en colaboración con el Dickinson College, bajo el lema A cielo abierto. Páginas de literatura universal. El ciclo en cuestión presentaba una abultada y notable nómina de escritores, en su mayoría poetas, de muy distintos orígenes y de alcance internacional que habían sido convocados para celebrar estos encuentros en diversos lugares de la provincia de Málaga desde aquel abril hasta el próximo diciembre. Y en esta nómina destacaba, con mucho, el nombre del poeta sueco Tomas Tranströmer (Estocolmo, 1931), cuya popularidad se había visto acrecentada en España desde que recibiera el Premio Nobel en 2011 (su obra, sin embargo, ya había sido divulgada aquí a través de títulos como El cielo a medio hacer, publicado por la editorial Nórdica) pero que representa, sin lugar a dudas, uno de los valores poéticos más altos, fecundos, hermosos, influyentes y patrimoniales del mundo. La convocatoria de Tranströmer, señalada para este mes de octubre, aunque con fecha y sede "por concretar", procuró al nuevo ciclo del Centro del 27, como correspondía, una atención notable por parte de los medios de comunicación no sólo malagueños, también regionales y nacionales. Y sus organizadores no dudaron en señalar lo siguiente: "No recordamos en Málaga un evento multicultural de tanto calado. En Córdoba, con la celebración de Cosmopoética, o en Granada con el Festival Internacional de Poesía hay ejemplos similares a nuestra propuesta, pero en esas ciudades condensados en una semana o un par de semanas. El público malagueño, sin embargo, podrá disfrutar de la obra de estos catorce autores desde abril hasta diciembre, y no sólo en la capital de la provincia".

Lo curioso es que tanto el certamen cordobés como el granadino, por los que ya han desfilado otros premios Nobel y destacados referentes internacionales de la literatura actual, han pretendido también contar con Tranströmer en sus programas. Pero existe un inconveniente esencial: después de que sufriera una hemiplejía en 1990, el sueco acusa problemas de movilidad que, aunque le han permitido seguir escribiendo y tocando el piano con su mano izquierda, sí afectan a su sección derecha, así como al habla. Tranströmer se desplaza en silla de ruedas y las salidas de casa son cada año menos frecuentes; de hecho, la gala de recepción del Premio Nobel, celebrada en 2011, fue una excepción sonada, y aun así se le vio cansado. Tampoco es el poeta, por razones obvias, muy amigo de los actos públicos, aunque gusta de recibir en su casa a escritores y periodistas.

¿Resultaba entonces prematuro anunciar en abril un encuentro con Tomas Tranströmer a celebrar en Málaga en octubre? El año pasado, el autor de Deshielo al mediodía fue objeto de un homenaje en el Círculo de Bellas Artes en el que otros escritores españoles y latinoamericanos (entre ellos otro Nobel, Mario Vargas Llosa, y el Cervantes José Manuel Caballero Bonald) hicieron una lectura de sus poemas. Tranströmer acudió pero, naturalmente, no intervino. Aquel homenaje representó el tributo de las letras españolas al sueco, y resultaba improbable que Málaga acogiera un año después un evento semejante. De cualquier forma, tanto el Centro Cultural de la Generación del 27 como la Diputación provincial han insistido desde abril en que Tranströmer vendría; y que protagonizaría un acto (lo que ya sí que sonaba a quimera imposible) presentado por Lasse Söderberg y Ángela García. Incluso en la pasada Feria del Libro, la diputada de Cultura, Marina Bravo, señaló la visita del Nobel Tranströmer como la gran cita literaria del año.

Ayer, fuentes de la Diputación confirmaron a este periódico lo inevitable: que Tranströmer no vendrá a Málaga "por motivos de salud". ¿Debía haber actuado el Centro Cultural del 27 con más prudencia, aunque la atención mediática hubiese sido menos notoria? Algo se debía sospechar cuando nunca se ha cerrado una fecha. Pero los amantes de la literatura merecen más honestidad.

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