Laura Pausini recorre en Málaga sus 30 años de carrera a través de un repertorio trascendental

La artista italiana, autoproclamada "boquerona", ha actuado en la ciudad con su gira World Tour 2023/2024, un espectáculo de tres horas

Laura Pausini hace sold out a seis semanas de su concierto en Málaga: agotadas las entradas

Laura Pausini en un momento del concierto de Málaga acompañada por su equipo de baile.
Laura Pausini en un momento del concierto de Málaga acompañada por su equipo de baile con su look Des Phemes. / Nicolas Loretucci

Málaga recibe a una de las artistas más queridas e icónicas del panorama internacional. Sus canciones y su paso por programas televisivos, con sus momentos únicos y expresiones que ama del español, han conquistado a un público que muestra su fidelidad con ella: Laura Pausini. La italiana celebra 30 años de carrera con su World Tour 2023/2024. El Palacio de Deportes José María Martín Carpena se convierte en el escenario de una velada cargada de emociones, nostalgia y amor. Con las entradas agotadas más de un mes previo a la cita, en el recinto se respira una energía especial, como si ya supiera que va a vivir algo trascendental. Algo que comparten varias generaciones.

El concierto abre con El primer paso en la luna, un gancho que capta la atención de los allí presentes. Las luces se proyectan sobre el escenario mientras la figura de Pausini aparece para arrancar los primeros gritos y aplausos. Vestida con un conjunto brillante de color lima que refleja la temática celestial de la canción, su inconfundible voz llena cada rincón del Martín Carpena con las primeras notas. Le siguen Durar y Un buen inicio, dos temas que, con su ritmo alegre y sus letras positivas, son un guiño a aquellos que han seguido su carrera desde sus inicios.

"Vamos, Málaga, así me gusta", saluda la artista italiana, agradecida por el cariño de su público durante todas estas décadas. Hay que celebrar el aniversario, así que toca recorrer un repertorio extenso de cerca de tres horas. Los medleys sintetizan lo mejor de sus temas más reconocidos. El primero, compuesto por Todas las veces, Verdades a medias, Yo canto y Emergencia de amor es un huracán de emociones. La transición entre cada una, tan bien cuidada, da la sensación de que todas sean parte de una misma.

"Regreso a Andalucía después de 27 años, es mucho tiempo, estoy muy orgullosa de cantar aquí esta noche. Permítanme dedicar este espectáculo a las familias de las víctimas afectadas por la DANA, esta tragedia pasó casi igual en Italia y en particular en mi pueblo y haré lo posible para que este concierto les haga sentir bienvenidos en esta casa, quiero que os sintáis en casa, bienvenidos. Esta noche soy muy malagueña y quiero demostrar a toda Andalucía que esto es un espectáculo porque aquí estamos recorriendo 30 coños años, toda mi familia esta aquí para disfrutar de la ciudad", bromea en su discurso de saludo.

Al fondo del escenario se proyectan imágenes que acompañan a la música con recuerdos asociados a los temas que interpreta Pausini. El público no repara en demostrar que estas melodías forman parte de su vida: no deja de cantar ni un momento. Todas las estrofas. Todas las canciones. El siguiente popurrí incluye Así celeste –dedicada "a todos aquellos que quieren ser padres–, Nuestro amor de cada día y Frente a nosotros –con imágenes de su boda–, una faceta distinta de la cantante que reafirma su capacidad para combinar la nostalgia con lo nuevo.

El ecuador del concierto llega con una sucesión de baladas que hacen suspirar, mirarse el uno al otro y alguna lágrima que llora el público. Escucha atento, con su reflexión detrás de los acordes, y Como si no nos hubiéramos amado son el éxtasis de la emoción contenida. La banda de músicos que acompaña a Pausini convierte cada nota y cada pausa en la perfecta sincronía con la voz era pura de la italiana.

Laura Pausini pide respeto e igualdad en su concierto en Málaga con su look Alberta Ferret.
Laura Pausini pide respeto e igualdad en su concierto en Málaga con su look Alberta Ferret. / Rene Rossi

Con Primavera anticipada (It Is My Song), el Martín Carpena acompaña tímidamente a la estrella de la noche en el estribillo. Esta canción es, para muchos, un himno al amor. Si hay algo cierto es que todo puede pasar en un concierto de Laura Pausini. Todo es todo. En Surrender, acompañada por su grupo de baile con vestuarios y gafas futuristas, dan paso a dos fans de entre el público. Lo gracioso es que una de ellas, una joven veinteañera, viste con un traje flamenco y arranca unas sonrisas a la italiana, que le acerca el micrófono para gritar un fuerte "olé". "Me siento boquerona esta noche, enseñadme algo que se diga aquí", pide. Y su público se lo da: pechá y aliquindoi son las palabras ganadoras.

Uno de los momentos más emotivos es el popurrí romántico de Te llevarás muy lejos, Nadie ha dicho, Lado derecho dei corazón, Jamás abandonaré y En ausencia de ti. Alguno parece revivir sus propias historias a través de la interpretación de Pausini, reflejando la emoción en su mirada. De los minutos más personales de la noche con el que el público responde con aplausos y gritos de gratitud. Esta inclusión añade un toque íntimo y especial al concierto, reforzando la idea de que cada show es una experiencia única, diseñada para honrar la relación entre la artista y su público.

Tras un viaje emocional lleno de altibajos, la recta final del concierto la encara con una explosión de energía sello Pausini. Canciones como Bienvenido y Similares consiguen que el público se levante de sus asientos para bailar y cantar con la cantante. Las luces son más brillantes, los ritmos más eléctricos y por ende, el ambiente se torna más festivo. Luego llega el turno de los himnos inmortales: Víveme, Se fue y Yo sí. Estos temas, que marcaron hitos en la carrera de Pausini, resuenan con una pasión que parece retumbar el palacio.

Le siguen En cambio no, Inolvidable y Amores extraños. Cuando la artista internacional abandona el escenario, la ovación es ensordecedora. Los asistentes piden más. Desean que esta noche no se acabe nunca. Una cita que, en muchas ocasiones, llevan esperando meses. Lo que no saben es que ella aún tenía guardada la traca final. Tres décadas sobre el escenario la han hecho una experta. Vuelve a aparecer para regalar un bis inolvidable. La Soledad, una de sus canciones más emblemáticas, cierra la noche con broche de oro y un público que no para de aplaudir.

Los allí presentes, emocionados y eufóricos –los hay de todos los estados de ánimo posibles–, parecen no querer abandonar el recinto. Tres horas se les quedan cortas. La italiana ha aprovechado para compartir anécdotas y bromear con su humor tan característico y su amor por las expresions españolas. Las luces se encienden, los músicos desaparecen, la masa empieza a diluirse. El concierto de Laura Pausini en Málaga no es solo una celebración de su larga trayectoria. Es un reencuentro entre la italiana y su público español, uno en el que reina el amor y la buena energía. Tampoco se lo han querido perder sus amigas Vanesa Martín y Pastora Soler. Esta noche se fue, pero, como todas las veces, y escucha atento, bienvenido sea otro concierto de la cantante en la ciudad.

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