música Un toque de distinción en la agenda de conciertos veraniegos

La lección del eterno aprendiz

  • El Portón de Alhaurín de la Torre se dispone a recibir mañana al gran Kenny Garrett, saxofonista imprescindible del panorama jazzístico contemporáneo

Con discreción pero con pasos muy firmes, la finca del Portón del Alhaurín de la Torre se ha convertido ya, por derecho propio, y dada la escasez de locales que de manera más habitual sacien la sed de los amantes del género en la provincia de Málaga, en un centro de referencia ineludible en lo que a jazz se refiere. Si el mes pasado Michel Camilo lideró el cartel del festival correspondiente, basta volver la mirada dos años atrás para encontrar a figuras del corte de John Scofield en el mismo escenario. Mañana jueves a las 22:30 se escribirá una nueva página de oro en esta feliz historia: la que protagonizará el saxofonista Kenny Garrett (Detroit, Michigan, 1960), figura fundamental del jazz contemporáneo, educado en el seno de la Duke Ellington Orchestra, mano derecha de Miles Davis en el tránsito de los 80 a los 90 (participó en el legendario Amandla de 1989) y de Marcus Miller durante buena parte de los 90 y autor de una discografía asombrosa entre cuyas cimas cabe reseñar Songbook (1997) y su último álbum, Beyond the wall (2006), que mereció unánimes alabanzas por parte de la crítica y en el que incorporó registros asiáticos.

Garret responde al teléfono desde Mallorca, en cuyo Festival de Jazz actuó anoche. Los conciertos de su gira española, explica, repasan buena parte de su trayectoria, "pero resulta que ya tengo muchos discos, así que inevitablemente tocamos mucho de Songbook y Beyond the wall, aunque cada noche habrá sorpresas". Garrett, en cuyo curriculum figura la puesta en marcha del megagrupo Five Peace Band junto a Christian McBride, Vinnie Colaiuta y John McLaughlin, comparecerá mañana en Alhaurín en formación de cuarteto, como parte de un proyecto que, sin dejar de incorporar escalas tradicionalmente alejadas del jazz, ahonda en la vertiente más clásica de un músico que ha coqueteado con buena parte de las escuelas del género. Una actitud heredada de Miles Davis que tiene en Beyond the wall su expresión más rotunda: "No sé si se trata de mi mejor disco", apunta cuando se le pregunta al respecto. "Doy lo máximo de mí en cualquier proyecto y procuro que todo salga lo mejor posible. Pero sí es cierto que este álbum ha llegado a mucha gente, así que, en este sentido, sí que es un trabajo muy importante en mi carrera".

Con la cabeza puesta en una inminente prueba de sonido, Garrett expresa sin embargo un entusiasmo sin paliativos cuando se le pregunta por el flamenco y el jazz español. "A través de mi trabajo con Chick Corea conocí la obra de muchos músicos españoles que tienden puentes entre el jazz y el flamenco. Encontré un verdadero tesoro lleno de puertas a las que llamar. Se trata de un diálogo muy interesante porque el jazz y el flamenco crecen en direcciones parecidas, son expresiones vivas en los que la tradición se resuelve de manera muy espontánea", explica. La referencia a Sketches of Spain de Miles Davis (al que rindió homenaje recientemente con un proyecto bautizado como Sketches of MD) resulta inevitable, aunque también sale a relucir en la conversación el nombre de Chano Domínguez. "Lo que gente como él y Paco de Lucía han logrado es muy importante, no sólo para la música española sino para el jazz en general", afirma. Y se muestra encantado con la idea de compartir escenario con alguno de ellos, aunque no se olvida de citar a B. B. King cuando se le pregunta por los músicos con los que aún no ha tocado y con los que le gustaría hacerlo en el futuro.

Por su inquietud y el enorme respeto que demuestra a la hora de adoptar registros para su música, Kenny Garrett cumple con el requisito de eterno aprendiz que debe cumplir todo maestro de jazz. Pero, ¿acaso un músico de jazz puede darlo todo por sabido en algún momento? "No, eso no puede ser. Uno no deja de aprender nunca, es imposible. En eso el jazz se parece mucho a la vida. No se para, simplemente se sigue adelante". ¿Y el público español? "Es una buena prueba de ello. Es directo, está vivo, demuestra cuándo disfruta". Pues eso. A disfrutarlo.

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