Málaga abre las páginas de la 54 Feria del Libro
El evento tendrá lugar hasta el 11 de mayo en el Paseo del Parque
La Feria del Libro de Málaga se afianza en el Paseo del Parque con una "ambiciosa" programación
El Paseo del Parque es, a las 10:30, una página en blanco: todavía sin las huellas del día, aún con miles de historias por escribir. La Feria del Libro de Málaga abre sus casetas como quien se encuentra por primera vez con una novela nueva. Bajo el cielo nublado, el viento se cuela entre las cajas de cartón que aún guardan los últimos ejemplares. Huele a libro nuevo, a personajes que buscan un lector que viva su trama intensamente. Los libreros aún extienden algunas obras sobre los mostradores. Hay murmullo de títulos y portadas, de nombres propios como Carmen Mola, Javier Castillo, Elísabet Benavent o el propio papa Francisco, recién fallecido.
Desde primera hora ya hay curiosos, lectores, libreros, editores y escritores. Cada uno con su propio relato a cuestas. La feria es también un lugar donde caben todas las historias. Las casetas acaban de levantar sus persianas, algunas siguen abriendo cajas —como en Almuzara Libros, donde el cartón se abre con emoción—, y otras, como la Pequeteca, rematan los últimos detalles de su rincón infantil. Una mujer rubia, jubilada, con ropa de deporte, se detiene a observar. "Pasaba por aquí y digo: ¡qué chulo!", comenta con una sonrisa. Se interesa por la programación y por las edades recomendadas para sus nietos. Le ofrecen un folleto con toda la programación y se lo guarda como una invitación.
Rodrigo, librero de Luces, aún está colocando los últimos ejemplares. Vive la feria como una experiencia doble: "Es muy cansado, pero muy reconfortante; el trabajo de recomendación gana peso, el contacto humano se intensifica". Escucha mucho eso de "vamos a preguntar en Luces que seguro que lo tienen". Esta es su segunda feria, y este año tienen el doble de espacio: más libros, más historias, más autores. "El día a día de un librero en feria es muy distinto", admite. Los libros están colocados en sitios diferentes, la gestión del cobro es "más atropellada", pero todo eso lo compensa el trato con el lector: "Será quizá por la cantidad de gente que pasa por la feria, y por los pocos metros que nos separan, que el contacto humano, para mi gusto, gana mucho".
Belén es de Granada, pero lleva muchos años viviendo en Málaga. A sus 62 años, dice que viene "por tradición y por mirar libros". Dos horas después de abrir ya ha comprado uno: un atlas de especies marinas y de submarinismo en la Costa del Sol. Confiesa, con una sonrisa tímida, que tiene "esa afición". Julieta Cañavate tiene 29 años y es su primer mes en Málaga: "Yo soy argentina, él es italiano, venimos de vivir en Francia cuatro años". Se han mudado por "mejorar la calidad de vida" y porque, sostiene, la gente es "más cálida". Ya han comprado seis libros, sobre todo de cocina malagueña, para entender mejor la ciudad y la cultura. "Eso también nos ayuda a mejorar como cocineros", cuenta.
Israel García, estudiante de Filología Hispánica, camina lento, atento, y se detiene a observar cada portada que hay sobre los mostradores. Viene a por clásicos, quizá japoneses, quizá grecolatinos. Está viendo lo que hay, pero le "tiran mucho" las editoriales Satori y Gredos. Admite que intenta leer libros que tienen "una gran trayectoria literaria" o sean un clásico de cualquier país. "Mi pasión por la lectura viene sobre todo cuando leí El Quijote, que es un libro que me ha marcado bastante, que me ha dirigido con la trayectoria de luego estudiar filología hispánica", defiende. Con la obra de Cervantes siente que ha "tocado ya lo más alto" y le gustaría "seguir en esa sensación" de leer algo que le aporte.
Pero no todos llegan con un camino marcado. Victoria, de 69 años, se ha acercado "porque pasaba por aquí". Ya ha comprado su primer libro: La mujer en la caricatura de prensa de Málaga y Sevilla en la II República (1931-1936) . "Ahora que estoy jubilada, leo mejor, con más tranquilidad". Como ella, muchos pasean sin prisa, como dos amigas: Alba, de 20, y Lisa, de 24. "Buscamos precios mejores que en internet", dice Alba, que ya ha comprado Seda, de Alessandro Baricco. Lisa la acompaña. "Leo un poco de todo, en la universidad me ha vuelto a interesar la lectura". Booktok, el espacio literario de TikTok, le da ideas. Entre sus manos, apuntados en una lista, un puñado de posibilidades: novela negra, ciencia ficción o autoayuda.
En la caseta de la Asociación Literaria Generación del 22, su presidente, José Antonio López, sonríe con el orgullo de quien construye comunidad: "La feria es nuestro gran escaparate, esta cita es donde más vendemos, donde más nos siguen los lectores y donde más disfrutamos". Van a estar presentes 18 autores y casi 60 invitados. "En Málaga somos conscientes de que unidos hacemos más fuerza que yendo cada uno separado", comenta. La asociación, nacida en 2022, busca hacer fuerza desde lo colectivo, y la feria es su epicentro, la fecha "más importante del calendario".
A pesar de la ligera lluvia de la tarde, se escribe, por fin, el primer capítulo de la 54 Feria del Libro de Málaga. Una semana después del día del libro, le toca a la gran fiesta literaria de la ciudad. Un evento donde escribir juntos una historia. La celebración de la palabra compartida. El Paseo del Parque, con sus ficus centenarios, es testigo de todo tipo de lectores: ojos que buscan, dedos que hojean, silencios que eligen la próxima aventura literaria. En la edición con más "ambición", y aún con más de una semana por delante, todo está por contarse. Y eso es lo más emocionante.
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