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"Hay mucha Ana en este trabajo"

  • La malagueña acaba de publicar su séptimo disco de temas inéditos, '40 quilates', que presentará el 15 de diciembre en el Teatro Cervantes

"Hay mucha Ana en este trabajo"

"Hay mucha Ana en este trabajo" / fotografías: bernardo doral

Reencuentros y nuevos encuentros; mucha verdad y mucha vida; vocación de futuro y de eternidad; lágrimas y risas (esa suya campanillera)... En 40 quilates, el último disco de Pasión Vega , cabe todo eso y más. Veinticinco años de carrera musical que no necesitan apoyarse en un recopilatorio. 40 quilates, 14 canciones nuevas que valen oro. El 15 de diciembre lo presentará en el Teatro Cervantes de su Málaga natal.

-¿40 quilates es lo que pesa 25 años de carrera?

-Pues si hay algo de peso en esta carrera es siempre positivo. Eso es lo que hemos querido que se refleje en el título y hasta en la portada con ese vestido dorado que significa el esplendor de la persona, de la Pasión mujer y de la Pasión artista... Sobre todo, estos quilates son quilates de alma, así que no pesan nada.

-¿Está donde quería estar después de 25 años?

-Cuando empecé me imaginaba que iba a dedicarme a todo esto que me gusta que es cantar; era mi sueño. Pero que grabaría mis discos, que iba a cantar en grandes teatros... Ni mucho menos me lo imaginaba. He conseguido muchas más cosas y he logrado encontrar más frutos que los que yo hubiera imaginado. La verdad es que la vida ha sido muy generosa conmigo y en todo el esfuerzo que yo he puesto, porque ha habido mucho trabajo detrás de cada paso dado, siempre he encontrado a alguien que ha querido escucharme cantar. Así que hay que estar agradecido a las cosas buenas que tenemos porque hay mucha gente que se esfuerza y que tiene mucho talento y no consigue estos resultados. Así que gracias al público y a la vida.

-Otros artistas cuando llegan a una fecha señalada, la de los 25 años de carrera, por ejemplo, optan por hacer un recopilatorio. Usted nos trae un disco con temas inéditos, algo casi sui géneris hoy.

-(Ríe) ¡Sí, es que hacer un disco hoy con canciones nuevas es un auténtico milagro! Pero mira, al haber cumplido los 40 y al echar la vista atrás después de 25 años de carrera, que se han pasado volando, me apetecía reafirmarme y festejarlo así; mostrando una Pasión renovada, una Pasión con ganas de seguir aprendiendo y de seguir ofreciendo lo mejor de mí, y qué mejor que hacerlo con canciones nuevas. Por eso, también, ha pasado este tiempo de espera, casi tres años hasta que hemos editado este disco. Hubo ese Pasión por Cano por medio pero durante todo este tiempo de Pasión por Cano hemos estado cocinando a fuego lento este 40 quilates. Era lo que tenía que hacer en este momento y era lo que me pedía el cuerpo.

-Pasión por Cano y 40 quilates tienen dos personas en común. Usted, obviamente, y Fernando Velázquez. Entiendo que hay un gran feeling entre ambos.

-Pues sí, nuestra historia musical y personal se caracteriza por una gran fluidez, una comunicación y feeling desde que nos conocimos, y eso con pocas personas se encuentra. Los dos trabajamos bajo ninguna otra presión que no sea la de disfrutar y divertirnos, y los dos pensamos que aunque no nos pagaran por lo que hacemos lo haríamos igual (ríe). Lo hacemos porque realmente disfrutamos y encontrar a alguien que piense lo mismo que tú, a veces, no es tan fácil. Y, sobre todo, que no tenga prisa en hacer un trabajo sino todo lo contrario, que no haya prisa para manosear las canciones, trabajarlas, darles vueltas, que es lo que hemos hecho en este tiempo, y todo desde una absoluta confianza en ese toque final que siempre Fernando le da a las cosas. Es una gozada ver cómo cuida los detalles, cómo va armando ese puzle de cada canción, cómo va añadiendo detalles a los arreglos, siempre tan descriptivos, arreglos que hasta me huelen, que son casi corpóreos, que te trasladan a momentos, a situaciones... Fernando tiene una manera de componer y de arreglar las canciones muy especial y para mí es un auténtico honor que haya aceptado este segundo reto.

-Me decía que en este disco se mostraba una Pasión renovada, ¿ha habido alguna premisa, algún concepto general que guiara este 40 quilates?

-Pues, realmente, lo fundamental era que queríamos conseguir grandes canciones, y para poder encontrar estas grandes canciones han pasado tres años, y en estos tres años hemos vivido muchas cosas, así que queríamos que fuera un disco muy autobiográfico. Todo lo que me ha pasado en este tiempo lo hemos ido plasmando en este disco, y también todas las vivencias de mi carrera. Como dice La Cigarra, que es la única versión que contiene este trabajo pero tenía que estar porque con ella quería transmitir mi filosofía de vida, "cuántas veces te puedes morir y volver a resucitar, cuántas veces caer y volver a levantarte, cuántas veces te borraron", dice la letra, "cuántas veces aparecí y a mi propio entierro fui, solo, llorando..." Es que esa letra describe lo que es la vida, que es un caerse y volverse a levantar y siempre cantando, porque a mí la música es siempre lo que me ha elevado y levantado. Esa premisa, junto con todas esas viviencias y junto a todos esos amigos que han participado en este disco y que me conocen fenomenal como Chipi, como Bienvenido,como Antonio Martínez Artes, que después de tantos años y de tantas canciones maravillosas hechas volvemos de nuevo a trabajar juntos... Todos esos encuentros y reencuentros, junto con la novedad de encontrar autores nuevos, está todo eso ahí, en esta coctelera... Y al principio, antes de arrancar con el disco, tenía muchas ideas pero después las canciones te van desarmando todos los esquemas, y el mapa que preveías al principio, llega el final y ya no hay nada de él, lo que hay es mucha verdad, pero mucha... Hay mucha Ana en este trabajo, mucha historia personal. De hecho, todas las canciones en este disco están cantandas en primera persona, cuando en otros trabajos me había refugiado más en historias de otras mujeres en las que yo era la narradora, pero aquí no, aquí estoy yo en primera persona.

-¿Es más desgarrador trabajar desde el yo?

-Sí, pero como hemos tenido mucho tiempo, el tiempo que nosotros hemos necesitado, la verdad que ha dado tiempo a llorar las canciones , a reír con ellas, a curar la cicatriz y a cantarle a la alegría de vivir, al amor más romántico... Porque tampoco le había cantado tanto al sentimiento del amor bonito, del amor sano. Y lo mejor para mí es que el lenguaje que se ha utilizado en estas canciones es muy nuevo, nada manido, muy original y muy diferente porque la gente que me ha escrito para este disco sabe muy bien utilizar las palabras.

-Entre ellos, además de sus habituales, tenemos a Miguel Ángel Márquez de Antílopez, a El Kanka, a Jorge Marazu... ¿Le han aportado esa conexión con el ahora que buscaba?

-Claro que sí. Para mí ha sido muy importante encontrarme con ellos en el camino, primero, descubrirlos como artistas y admirarlos, y después tener la osadía de decir "¿me escribirías una canción?" Aunque, bueno, la de El Kanka no es que la haya escrito para mí sino que me he permitido la licencia de dar una nueva visión de su Querría porque me parecía una canción que era imprescindible que mucha más gente la pudiera conocer. Él tiene muchísima gente que lo sigue, un público grande y fiel, pero quizás es un público que no coincide con el mío y yo quería que mi público escuchara esa canción tan tierna, un bolero que podría ser una canción de esas de siempre, pero contada de otra manera, y de una manera tan bonita... Es que El Kanka me parece un chico dulce, especial, es un ser especial y me ha hecho mucha ilusión poder contar con su aprobación en este disco. También con Jorge Marazu que ha sido un descubrimiento para mí y que me ha regalado tres canciones maravillosas. Y Miguel Ángel, que me ha hecho Un milagro. Yo soy gran fan de Antílopez y Miguel Ángel es un chico que compone tan bien... Es increíble, un tipo muy inteligente y con un humor muy fino. De hecho, Un milagro es una de las primeras canciones que escogí para hacer este disco junto con una de Martínez Ares. Con esas dos arrancamos a trabajar.

-¿Cuál es esa primera de Antonio Martínez Ares?

-Se te olvidó, se llama, que telita... Telita marinerita lo que ha vuelto a sacar de la chistera El Brujo... Es que Antonio es increíble, la verdad que siempre da en el clavo conmigo. Bueno, ¿y mi Chipi?, ¿dónde dejamos a mi Chipi? Antonio Romera Chipi me ha escrito las letras de dos canciones con las músicas de Jesús Bienvenido, así que por primera vez se han juntado los dos para hacer canciones y ha sido súper bonito. Son dos temas muy diferentes al resto del disco, Salve del amor perdido y Hasta que la vida nos separe, son muy originales, muy pensadas también, porque Chipi tiene una manera de hacer... Me dice: "esto es una sentimentalidad moderna, canija" (ríe) Y así es su manera de expresar el amor y el desamor, muy de hoy, muy incisivo pero de manera muy tierna. Tanto Chipi como Antonio tienen una manera de componer muy afín a mí.

-¿Cómo fue la primera puesta de largo delante del público aquel 23 de octubre en el Teatro Real de Madrid?

-¡Estupenda! Fue increíble porque fue una noche que tanto mis músicos como yo decidimos romper esa cuarta pared desde el principio. Nos mostramos como somos y lo que son las tripas de un concierto, el antes de un concierto, cómo se prepaparan ellos y cómo me preparo yo antes de tocar... Y fue muy bonito, muy directo, fue como desnudar el alma, ahí, ante el público. Y estas nuevas canciones de 40 quilates, como celebrábamos los 25 años de carrera, las fuimos mezclando con canciones de otros momentos de mi trayectoria, y fue muy emocionante. Se me pasó una vida entera en dos horas de concierto.

-Tres preguntas en una: ¿Mayor enseñanza, mayor alegría y mayor decepción que ha tenido en este cuarto de siglo de carrera?

-A ver lo que te puedo decir, aunque parezca una frase de Mr. Wonderful, que no lo es, es que amar lo que haces es el mayor premio que se puede tener en esta vida. Hacer lo que amas y amar lo que haces. Es la mayor enseñanza y la mayor alegría de estos 25 años. Y es verdad porque cuando uno encuentra su vocación y haces tu trabajo con amor es muy satisfactorio, te hace sentir muy feliz y sé que hago felices a los demás también con el trabajo bien hecho, y eso es muy gratificante.

-Entonces, ¿no hay habido ninguna decepción?

-¡Sí, sí, claro que la ha habido! (ríe) Descubres cosas que no te gustan en la profesión... Hay una canción muy bonita en el disco que me ha escrito Fernando Ardúan que se titula Cuando amanezca volar, y dice "yo vivo de milagros, de abrir las jaulas, lanzar tonadas, montar un circo, pintar estelas...", dice, además, y es la frase que te quiero decir: "yo vivo por la cara que se le queda a los gigantes cuando me escapo de sus cadenas". Pues eso, que descubres que te puedes escapar de las cadenas de los gigantes, vamos a decirlo como una metáfora, y que te puedes sentir libre y trabajando con la gente que te gusta, como te gusta y en los tiempos que tú quieres, y te das cuenta de que eres más feliz. Siendo clara, la decepción viene cuando descubres cosas dentro de la industria que no te gustan pero entonces lo más importante es dar el paso hacia la libertad y te sientes, pues eso, más liberada. Parece, a veces, que no vas a encontrar una puerta abierta pero sí que hay, y los cambios siempre son positivos, eso también lo he aprendido.

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