Exposiciones en Málaga

El Museo de Málaga ya es la casa de Eugenio Chicano

  • El centro del Palacio de la Aduana inauguró este lunes su sala de exposiciones temporales, bautizada con el nombre del pintor malagueño, con una retrospectiva de su mentor que incluye una reproducción de su estudio

La nueva sala de exposiciones temporales Eugenio Chicano del Museo de Málaga, inaugurada este lunes.

La nueva sala de exposiciones temporales Eugenio Chicano del Museo de Málaga, inaugurada este lunes. / Álvaro Cabrera

En el estudio de Eugenio Chicano, en la calle Victoria, había un sofá negro. El sofá tenía su historia: cualquier que se acercaba a visitar al pintor, quien pasaba buena parte del día en su sancta sanctorum, era invariablemente invitado a sentarse en el sofá. Chicano se acomodaba en un sillón anexo y allí, entre la abrumadora colección de pinceles, lienzos, carteles y los innumerables objetos que el artista coleccionó a lo largo de los años cundía la conversación, sobre el arte, sobre Málaga, la cultura, las tradiciones, la política, los afectos, los viajes, la ópera, el flamenco, los sueños, los proyectos, el trabajo, el ocio, el negocio, lo divino y lo humano. Para quienes frecuentaban el estudio, incluso para quienes se dejaban caer por allí de vez en cuando, aquel sofá adquirió sin remedio la connotación propia de la amistad, como un monumento doméstico, cotidiano, servido a la gloria de un valor mucho mayor; y el estudio venía a representar, en aquellos trances en que la conversación podía derivar a las orillas más insospechadas, el templo en que tal amistad acontecía. En noviembre de 2019, la muerte de Eugenio Chicano a sus 83 años condenó al sofá a la soledad y el vacío, a cierto exilio de silencio y nostalgia, dada la premisa absoluta de que aquellas conversaciones no volverían, por más que la amistad mantenga sus esencias más allá incluso de la ausencia de sus protagonistas. Hasta ahora: quienes accedan a las nueva sala de exposiciones temporales Eugenio Chicano del Museo de Málaga, inaugurada este lunes en el Palacio de la Aduana, encontrarán nada más entrar una recreación de aquel estudio donde tan fértiles fueron musas y amigos. Y en la misma, intacto, recuperado, como rescatado de las tinieblas del olvido, el sofá en el que Chicano acomodaba a sus cómplices. Si las cosas que acumulamos hablan de nosotros, como una biografía material no escrita, el sofá expuesto, convertido así, a su manera, en obra de arte, se sube al centro mismo del recuerdo y acrecienta allí su condición monumental. Porque era así, en la cercanía fraternal, donde Chicano dio lo mejor de sí mismo y donde más quería ser recordado. El sofá cambia de casa, pero el recuerdo es el mismo. Y también la mudanza obedece, ahora sí, a un acto de justicia.

El estudio de Eugenio Chicano, recreado en la exposición. El estudio de Eugenio Chicano, recreado en la exposición.

El estudio de Eugenio Chicano, recreado en la exposición. / Álvaro Cabrera (Málaga)

El Museo de Málaga abrió así este lunes las puertas de su sala de exposiciones temporales, cuatro años y medio después de su inauguración (cuando, antes de aquel diciembre de 2016, la Junta de Andalucía apuntaba a una inauguración "parcial", ni los más pesimistas aventuraban que la totalidad se haría tanto de rogar). Y lo hizo a lo grande, con la presencia en el Palacio de la Aduana del consejero andaluz de la Presidencia, Elías Bendodo; la consejera de Cultura, Patricia del Pozo, quien excusó la ausencia del presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, por su contagio coronavírico; el alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el presidente de la Diputación provincial, Francisco Salado; la directora del Museo de Málaga, María Morente; el presidente de la Academia de San Telmo, José Manuel Cabra de Luna; y una amplia representación de la vida cultural, social y política malagueña, con los directores de los más importantes museos e instituciones culturales de la ciudad además de delegados, concejales y representantes diversos. En noviembre de 2020, en el contexto del primer aniversario de la muerte del artista, la Junta de Andalucía anunció que la todavía futura sala de exposiciones temporales del Museo de Málaga, cuya programación prestaría especial atención a la creación contemporánea andaluza, llevaría el nombre de Eugenio Chicano, y que la primera muestra del espacio correspondería al propio artista. Y así fue: la sala tuvo su puesta de largo con la exposición Eugenio Chicano, siempre, que además de la reproducción del estudio el pintor presenta una jugosa retrospectiva con 52 obras representativas de las distintas etapas vitales y estéticas del titular.

La nueva sala, rehabilitada con una inversión de 173.000 euros, presenta una superficie de 560 metros cuadrados

Esencias del pop en la obra de Chicano reunida en la muestra. Esencias del pop en la obra de Chicano reunida en la muestra.

Esencias del pop en la obra de Chicano reunida en la muestra. / Álvaro Cabrera (Málaga)

De este modo, la inauguración de la sala de exposiciones temporales se convirtió en un verdadero homenaje a Eugenio Chicano, en el que tampoco faltaron la familia del artista ni los coleccionistas que han contribuido a hacer realidad la muestra con sus préstamos. Mariluz Reguero, viuda de Chicano, y el catedrático de Historia del Arte de la Universidad de Málaga Eugenio Carmona son los comisarios del proyecto, para el que han emprendido una selección y búsqueda de obras minuciosa, esmerada y no siempre sencilla cuyo resultado podrá verse en la nueva sala hasta el 30 de noviembre, en coincidencia con el segundo aniversario de la muerte del pintor. Esta nueva exposición viene a completar un círculo bien sensible en lo que a la relación de Eugenio Chicano con el Museo de Málaga se refiere: fue la anterior sede del Museo de Bellas Artes de Málaga, en la calle San Agustín, donde hoy tiene su casa el Museo Picasso, el enclave que brindó a Chicano "el encuentro con sus primeros maestros", tal y como expresó la consejera Del Pozo. Y ya fuese desde la distancia de sus años en Verona, ya fuese en su regreso como fundador y primer director de la Fundación Picasso, el artista mantuvo álgido siempre su compromiso con la institución: su liderazgo en la plataforma La Aduana para Málaga fue decisivo para que, finalmente, el museo abrazara su actual sede; y, después, su trabajo al frente de la Fundación Museo de Málaga resultó determinante para su definición, proyección, actividad y estímulo. De esta forma, la sala de exposiciones Eugenio Chicano, con sus 560 metros cuadrados de superficie y habilitada con una inversión de 173.000 euros por parte de la Junta, viene a reconocer con nombres y apellidos a quien tanto empujó para que este museo sea una realidad palpable.

Instituciones y familiares, en la presentación de la nueva sala, este lunes, en la Aduana. Instituciones y familiares, en la presentación de la nueva sala, este lunes, en la Aduana.

Instituciones y familiares, en la presentación de la nueva sala, este lunes, en la Aduana. / Álvaro Cabrera (Málaga)

Recordó así Mariluz Reguero la "pasión" que Chicano demostró siempre por el Museo de Málaga, "donde se formó como artista y donde aprendió a amar el arte por encima de todo". Admitió la comisaria que la selección de las obras "ha sido muy difícil sin su consejo, pero a la vez muy emocionante". La muestra condensa en 52 obras todas las etapas de Chicano, desde sus primeras tentativas en Málaga hasta su última exposición, Aguatintas por seguiriyas, el homenaje al flamenco que inauguró en el Palacio Episcopal en diciembre de 2018, pasando por sus años en Verona y otras ciudades como Londres, su regreso a Málaga y su esplendor en la madurez. El visitante encontrará referencias al pop, seguramente la mayor aportación de Chicano al arte español de su tiempo, pero también su mirada social y política, así como la singularidad con la que el pintor miró siempre a las mismas tradiciones malagueñas, sin olvidar los jugosos diálogos con quien consideró siempre su principal maestro ya desde aquellos años incipientes en el viejo Museo de Bellas Artes: Pablo Picasso. "Chicano era un hombre de su tiempo, moderno, viajado, sensible y humilde. Se sentía orgulloso de ser andaluz y siempre presumió de ser un malagueño de pro", afirmó Reguero. Todas esas vertientes del maestro se reúnen ahora en la que, por derecho, siempre fue su casa.      

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