Museo Picasso Málaga

Miguel López-Remiro: "Quiero contribuir al éxito del Museo Picasso en España y en el mundo"

Miguel López-Remiro, este viernes, en su presentación como nuevo director artístico del Museo Picasso Málaga.

Miguel López-Remiro, este viernes, en su presentación como nuevo director artístico del Museo Picasso Málaga. / Javier Albiñana (Málaga)

Comenzó Miguel López-Remiro (Pamplona, 1977) su intervención con una cita de Mark Rothko, su artista de referencia o, al menos, el que lo había sido hasta que a finales del año pasado se hizo público su nombramiento como nuevo director artístico del Museo Picasso Málaga: "Después de Picasso, el mundo nunca volverá a ser igual". Tras imponer su candidatura en el concurso internacional convocado a tal efecto, el profesor, comisario y artista tomó posesión de su cargo el pasado 1 de enero y este viernes se presentó en el Auditorio Christine Ruiz-Picasso del Palacio de Buenavista ante los medios y el equipo del museo al completo. Lo hizo respaldado por el presidente del Consejo Ejecutivo del Museo Picasso Málaga, Bernard Ruiz-Picasso, y el secretario general de Cultura de la Junta de Andalucía, Salomón Castiel, visiblemente satisfechos ante la "nueva etapa", coincidieron, que se abre para el museo más visitado de Andalucía. Precisamente, López-Remiro llega al Picasso tras el mejor año en sus veinte años de historia en cuanto a afluencia, con más de 779.000 visitantes registrados durante 2023. Durante su intervención, el nuevo director no hizo mucho caso a los números y encarriló su discurso en los argumentos de un ideario que tiene no poco de continuista respecto a la etapa liderada por José Lebrero en los últimos catorce años, pero que también abre puertas interesantes a nuevas experiencias artísticas, sociales y culturales. Eso sí, López-Remiro expresó a las claras su "ilusión por la oportunidad de liderar un museo que considero excepcional y que ha demostrado un admirable compromiso con la excelencia", así como su deseo "de contribuir al éxito del Museo Picasso en España y en el mundo". 

López-Remiro expresó su ilusión por liderar "un museo excepcional que ha demostrado un admirable compromiso con la excelencia"

López-Remiro, junto a Salomón Castiel y Bernard Ruiz-Picasso. López-Remiro, junto a Salomón Castiel y Bernard Ruiz-Picasso.

López-Remiro, junto a Salomón Castiel y Bernard Ruiz-Picasso. / Javier Albiñana (Málaga)

Insistió el director en su convicción en "poner a Picasso en el centro", y es aquí donde se advierte un cauce de mayor continuidad (por otra parte lógico) respecto a la tradición ya asentada en el Museo Picasso: "Christine Ruiz-Picasso hizo posible el deseo expresado por Picasso de tener un museo en Málaga. Desde entonces, Picasso y Málaga han establecido una narrativa por una parte familiar, íntima; y, por otra, histórica, que hunde sus raíces en el origen mismo de una ciudad orgullosa de que Picasso naciera aquí". Esa narrativa se ha desarrollado así "con el paso del tiempo, a través de los siglos, desde la fundación fenicia de la ciudad hasta la obra de Picasso como último emblema de esa historia común", y se manifiesta hoy "cuando cualquiera que pasea por las calles de Málaga incluye en ese recorrido una visita a nuestro museo para admirar su obra". A efectos prácticos, el empeño en poner a Picasso "en el centro" tiene una traducción directa, sí, en términos de programación: el nuevo director confirmó que, más allá de la colección permanente (cuya próxima renovación en las salas del museo se inaugurará en marzo), las exposiciones temporales que podrán verse en el museo a partir de 2025, ya bajo su gestión, "estarán siempre relacionadas de una manera u otra con Picasso".

El director confirmó que las exposiciones temporales programadas desde 2025 "estarán siempre relacionadas de un modo u otro con Picasso"

Pero subrayó también López-Remiro la imagen del Picasso como un "museo-barrio" o "museo-plaza", insertado en la ciudad de Málaga desde su identidad primigenia, como premisa de su trabajo al frente de la institución: "Queremos poner en circulación el conocimiento que el museo es capaz de generar, favorecer oportunidades de aprendizaje de puertas afuera, siempre en relación con la ciudadanía. Aspiramos a materializar la idea de que los museos son un campo de entrenamiento para el futuro". Apuntó en este sentido la afiliación del Picasso al modelo del slow museum, "un espacio dirigido no al mero consumo cultural sino a la reflexión, el análisis y la educación". Y sugirió, de paso, un refuerzo de la colaboración con otros museos de la ciudad al referirse a Málaga como "un campus de museos. La cantidad de espacios para el arte que confluyen en muy poco espacio hacen de Málaga una ciudad única". 

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