Museo Ruso de Málaga

No disparen a la Rusia que inventó Tolstói

  • El Museo Ruso celebra este domingo con una jornada de puertas abiertas la inauguración de su nueva colección y sus dos muestras temporales

Uno de los lienzos monumentales que pueden verse en la nueva colección anual del Museo Ruso de Málaga.

Uno de los lienzos monumentales que pueden verse en la nueva colección anual del Museo Ruso de Málaga. / Marilú Báez (Málaga)

Si cada nueva colección anual del Museo Ruso de Málaga abre una ventana a las tradiciones, la cultura, los usos y las costumbres rusas, tarde o temprano debía llegar el turno de la guerra como motor, precisamente, de esta identidad histórica. El arte ruso ha trabajado para la inmortalidad del fragor de la batalla, ya desde antiguo, en consonancia con el modo en que la propia guerra ha definido el país no sólo en sus fronteras y regímenes políticos sino, también, en los órdenes domésticos. Ya en la Edad Media los artistas adornaban las paredes de las iglesias con representaciones de ejércitos en plena refriega junto a los consabidos iconos, aunque fue sobre todo a partir del siglo XVIII, con la fundación de la Academia Imperial de las Artes de San Petersburgo, y bajo la influencia de los maestros alemanes y franceses, cuando el género bélico cobró especial brío en el discurso artístico ruso. Así fue hasta la Primera Guerra Mundial, cuando las ideas pacifistas que había logrado extender Lev Tolstói (y que resultarían decisivas en el desarrollo de la Revolución) tuvieron su traducción en un nuevo paradigma que se valió de los modos y registros propios de las vanguardias del siglo XX para su formulación. De todo ello da buena cuenta la nueva colección anual del Museo Ruso, Guerra y paz en el arte ruso, que tuvo su presentación este viernes en el centro de Tabacalera y que podrá verse hasta abril de 2022.

Escenas bélicas en 'Guerra y paz en el arte ruso'. Escenas bélicas en 'Guerra y paz en el arte ruso'.

Escenas bélicas en 'Guerra y paz en el arte ruso'. / Marilú Báez (Málaga)

Guerra y paz en el arte ruso contiene 183 obras de artistas como Yaroslav Nikoláiev, Nikolái Rutkovski, Aleksandr Rusakov, Gueli Kórzhev, Borís Ugárov y Andréi Mílnikov, entre muchos otros. Los amantes de los grandes lienzos monumentales a los que ya ha acostumbrado el Museo Ruso a su público podrán deleitarse en esta ocasión con representaciones de acontecimientos tan relevantes como las batallas de Moscú y Stalingrado, la defensa de Sebastopol y el sitio de Leningrado, la toma de Königsberg y hasta la de Berlín; aunque más interés tiene, tal vez, la revisión plástica de las consecuencias que tales sangrías dejaron en la sociedad rusa, justo en consonancia con la inspiración paficista de Tolstói.

Una marina de Aivazovksy, en el Museo Ruso. Una marina de Aivazovksy, en el Museo Ruso.

Una marina de Aivazovksy, en el Museo Ruso. / Marilú Báez (Málaga)

La inauguración contó con la presencia de del alcalde de Málaga, Francisco de la Torre; el embajador de la Federación Rusa en Madrid, Yuri P. Korchagin; y el director del Museo Estatal Ruso de San Petersburgo, Vladimir Gusev, además de la concejal de Cultura, Noelia Losada; el director de la Agencia Pública para la Gestión de la Casa Natal de Pablo Ruiz Picasso y otros Equipamientos Museísticos y Culturales, José María Luna; la comisaria, Evgenia Petrova; el director comercial de Caixabank en Málaga, Córdoba, Jaén, Campo de Gibraltar, Ceuta y Melilla, Gerardo Cuartero; y el responsable territorial en Andalucía, Ceuta y Melilla de la Fundación La Caixa, Juan Carlos Barroso. Ya la misma puesta de largo contó con la actuación jazzística del Masha Ocean Quarter, aunque la celebración continuará durante todo el fin de semana con el programa habitual de visitas crono del Museo Ruso y con la jornada de puertas abiertas que tendrá lugar este domingo.

'Lev Tolstói. El camino de la vida' en el Espacio 3 del Museo Ruso. 'Lev Tolstói. El camino de la vida' en el Espacio 3 del Museo Ruso.

'Lev Tolstói. El camino de la vida' en el Espacio 3 del Museo Ruso. / Marilú Báez (Málaga)

Además de la colección anual, y en virtud de la renovación completa de sus contenidos expositivos, el Museo Ruso inaugura otras dos muestras temporales que podrán verse hasta el próximo mes de octubre. Iván Aivazovsky y los pintores marinistas en Rusia propone a lo largo de 39 obras de arte, de las que 25 corresponden al propio Aivazovsky (1817–1900, emblema del género en Rusia), un viaje por las diferentes representaciones del agua, el mar y el océano, bien en calma o embravecido, como paisaje, inspiración religiosa o escenario de batallas. Aivazovsky, viajero empedernido y ligado a la vida castense como pintor del Cuartel General de la Armada, ganó la admiración de las instituciones oficiales rusas y también del gran público. El Espacio 3 del Museo Ruso acoge por su parte la muestra Lev Tolstói. El camino de la vida, una verdadera inmersión (a pesar de la humildad de sus hechuras) en la vida y obra del escritor con ediciones históricas de sus libros más importantes además de obras de arte que revelan la conexión que el autor de Ana Karenina mantuvo con el mundo artístico de su tiempo. Si ha de prevalecer una Rusia, que sea la de Tolstói.

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