Cultura

"La música sólo necesita eliminar sus encarecimientos absurdos"

  • En pie de guerra contra quienes roban con el precio de los discos, Nada Surf cierra hoy en Toledo la tercera gira española de 'Lucky', álbum donde sólo caben buenos temas

Están a punto de recuperar el contrato en toda Europa de su segundo, tercer y cuarto disco y, con él, la plena libertad para que sus fans se deleiten a lo grande y sin intermediarios. Matthew Caws, Ira Elliot y Daniel Lorca -el toque español de esta banda neoyorquina, que responde a las preguntas en esta entrevista- culminan hoy una gira española que les ha llevado por Palma de Mallorca, Sevilla y Granada, con pequeñas joyas como See these bones y Here goes something que regala Lucky, su quinto disco.

-Con ésta ya van tres giras en España con Lucky. Así suena raro creerse que son de Nueva York...

-Cuando eres un grupo extranjero te tienes que conformar con hacer paradas sólo en ciudades como Barcelona o Madrid. Para esta gira todos estábamos de acuerdo en que queríamos aprovecharnos de los beneficios de un grupo nacional, que puede pasar por ciudades más pequeñas pero igual de interesantes. Estamos muy contentos por poder tocar en ciudades como Granada o Sevilla, donde es más difícil si eres un grupo extranjero.

-¿Sus raíces son las culpables?

-Totalmente. Soy español y esto me toca mucho... Lucky no se distribuye en las tiendas porque estábamos hartos de que mi familia y mis amigos me dijeran que era imposible encontrar nuestros discos. Ante esto, decidimos pasar y hacerlo todo nosotros, desde la gira a vender los discos, sólo en los conciertos y a un precio respetuoso.

-Y parece que el invento les está funcionando bastante bien...

-Desde luego. De este disco llevamos ya vendidas en España más de 3.000 copias sólo en los conciertos. Del anterior, en las tiendas, vendimos 254. Al final resulta que quienes manejan todo esto nos dicen que no merece la pena hacer una gira en España porque vendes muy poco, pero tus amigos te cuentan que es imposible encontrar algo de Nada Surf en las tiendas. Entonces te paras, te das cuenta de que pasa algo y dices hasta aquí y organizas tú la gira sabiendo que hay más ciudades que Madrid o Barcelona que también te quieren escuchar. Son los privilegios de ser un grupo verdaderamente independiente: hacemos los discos que nos da la gana.

-Entonces, ¿hay algo de luz para este presente tan negro?

-Lo único que nos queda a todos es confiar en nuestro público. Creo que los fans de un grupo van a cuidar de él y van a estar totalmente dispuestos a apoyarle. Lo que no se puede hacer es tratar a los fans como ladrones. Pedir 20 euros por un CD es un robo a mano armada. Los que somos amantes de la música, tanto a uno u otro lado del telón, queremos que nuestros grupos favoritos puedan hacer su música y estaremos dispuestos a comprar discos cuando se eliminen encarecimientos absurdos. Vivimos en un momento muy emocionante en la historia: van a salir grupos nuevos con una manera totalmente alternativa de vivir la música.

-¿La carretera vuelve a ser ahora la mejor aliada de los músicos?

-Sí, pero lo malo es que ha hecho falta una cosa tan perniciosa y tan global como internet para cambiar las reglas del juego.

-Este Lucky les ha traído una suerte inmejorable. ¿Preveían que iba a venir con estrella?

-Nos lo queríamos plantear de una forma distinta. Con el cuarto entramos a grabar justo después de la gira y con canciones que fueron surgiendo en el estudio. Para Lucky nos tomamos unos meses y nos pusimos a componer en el loft que tengo en Nueva York, un lugar alucinante porque invita a tocar de una forma libre, sin presiones ni horarios cuadriculados. Estuvimos un tiempo montando canciones y luego fuimos a Seattle a grabar, por eso hay tantos invitados en el disco.

-Llevan juntos más de doce años como banda, ¿no hay nada que les haga discrepar?

-Mateo y yo estábamos en el mismo colegio desde los 5 años y a Ira lo conocemos desde 1981... Esto va a ser por muchos años. Todos somos amigos, nos tenemos mucho respeto y nos lo pasamos muy bien juntos.

-¿Y cuál ha sido el gran logro de Nada Surf en este tiempo?

-Todo en nosotros ha sido muy fortuito. Tener que crear nuestro propio sello de discos no fue algo planeado, pero surgió, hemos ido creciendo y haciéndonos fuertes y ha sido muy importante para nosotros. Para el segundo disco organizamos nosotros mismos una gira y con el dinero que ganamos vendiendo camisetas y CD llegamos a Los Ángeles para grabar allí el álbum. Estábamos en un vacío total, pero hicimos un disco muy libre, sin obligaciones con nadie.

-Pero pese a contar con hits como Popular, sus mejores fans se han ido enganchando a Nada Surf por el boca a boca...

-Eso es lo que siempre hemos querido ser. Lo mejor es que un amigo te dé a conocer un disco y descubras que te encanta; todos mis grupos favoritos los he conocido así. Siempre hay que pensar en la calidad de los fans y nosotros tenemos una suerte inmensa porque la calidad de nuestros fans es altísima. No le tengo ningunos celos a Coldplay, por ejemplo, en ese sentido.

-Les va igual de bien por América que por Europa, ¿es difícil encontrar un punto donde confluyan bien ambos públicos?

-A veces es incluso más diferente tocar en Seattle que en California, o incluso en distintas ciudades del mismo país. Los conciertos son el resultado de un círculo vicioso que se crea entre el grupo y el público y nunca sabes cómo van a salir, es una aventura.

-¿Con tanto viaje le da tiempo a escuchar algo de lo que hacen los grupos españoles?

-De vez en cuando. Me encantan Los Planetas, pero Lagartija Nick fue más que un descubrimiento. Me llevé su primer disco a Nueva York y todos lo flipamos.

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