El musical de La llamada que dirigen Javier Ambrossi y Javier Calvo cumple seis años y para celebrarlo ha salido de gira por numerosas ciudades españolas. Es la primera vez que el Campamento La Brújula abre sus puertas fuera del Teatro Lara de Madrid. Esta semana le toca el turno a Málaga, donde el musical se podrá disfrutar hasta el próximo domingo en el Teatro Cervantes.

Un espectáculo pop de 115 minutos de duración con un argumento sencillo, pero que en armonía con la música en directo y las potentes voces de los personajes engancha al espectador y hace que el tiempo de la función pase rápido. Diálogos cargados de humor costumbrista, con un lenguaje muy cercano y popular, hacen reír a un público animado cuando la música está descansando.

Cuatro jóvenes músicos conforman la llamada Banda de Dios, con la clásica formación rock de batería, bajo, guitarra eléctrica y teclado. La banda rinde tributo a Witney Houston y a Presuntos Implicados, además de interpretar canciones originales de Alberto Jiménez, Toño Casado, Alberto Torres y Jorge Cardona. Todo en riguroso directo, que se combina con algún tema electrolatino de Henry Méndez, este sí como es lógico, suena con la pista original grabada y da el toque más moderno de la función.

Las canciones en directo cumplen las pautas básicas de la música popular: melodías pegadizas, compases de 4x4 bailados al son de coreografías simplonas, solos de guitarra eléctrica en base a escalas de blues y unos potentes estribillos que alcanzan el clímax musical. Un estilo muy propio de fenómenos pop como el del programa de Operación Triunfo.

Y es que OT se ha convertido en la cantera de La llamada, de la que Los Javis seleccionan a gran parte de los personajes del musical. Nerea Rodríguez, que interpreta a la protagonista María Casado, fue la primera triunfita en unirse al musical. También lo ha hecho su compañero Raoul Vázquez, que interpreta el papel de Dios y pone voz a las canciones de Witney Houston. Aunque en conjunto las voces de todos los personajes son de gran calidad, hay que destacar el papel musical del joven catalán, que con su tesitura de barítono logra unos falsetes increíbles en baladas de una no sencilla interpretación.

Susana Romero, interpretada por Lucía Gil en esta sesión, es la compañera de locuras de María Casado en el campamento de monjas de La Brújula. Mar Abascal encarna el papel de la madre superiora Bernarda de los Arcos, mientras que la cantante Roko da vida al personaje de Milagros, una joven e inocente monja.

Roko, Lucía Gil, Nerea Rodríguez y Mar Abascal en una escena del musical

Un decorado con mucho humo y luces representa una humilde cabaña del campamento La Brújula, donde se desarrolla gran parte de la acción. Una gran cruz que sube y baja en las actuaciones de Dios ocupa la parte central del escenario, mientras que en el lateral se ilumina al son de la música la imagen de Juan Pablo II. El vestuario se caracteriza por la combinación de prendas brillantes con los típicos hábitos religiosos para transmitir la personalidad de cada personaje.

La llamada es el ejemplo de musical milenial, entretenido, muy fácil de ver y escuchar. Una fórmula que sigue teniendo éxito y que atrae a un público veinteañero, sin olvidar a los amantes de los musicales algo más mayores y que no quieren perderse la función. El Campamento La Brújula lleva seis años abriendo sus puertas y por lo visto no tienen pensado cerrarlas pronto.