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La vida, nada menos: atrevimiento y técnica no bastan
Más allá de la belleza estética de la línea y el color, del equilibrio de sus composiciones y la rítmica que parece acompañarlos, como si se pudiese leer en ellos un pentagrama, la obra de José Miguel Chico López (Linares, 1967) traspasa la geometría fría y calculada para hablar de intuición, de procesos manuales, de la imperfección humana que hace todo más auténtico, más propio. Su creación más reciente se expone en Una razón de peso, la muestra que la Galería JM de Málaga exhibe hasta mediados de mayo.
El anterior proyecto de este jiennense, profesor de Bellas Artes en Granada, se tituló De gente en gente y en él "partía de la experimentación que hicieron los artistas del Centro de Cálculo a finales de los años 60, principios de los 70 como Barbadillo, Alesanco, que experimentaban con lo digital, con esa modulación computerizada", explica el galerista Javier Marín. "Él rompe ese esquema y trata de analizarlo desde el punto de vista de la fricción entre lo analógico y lo digital", agrega.
En esta muestra, que se compone de series realizadas en los últimos tres años, esos procedimientos digitales en sus inicios sufren un punto de ruptura. "Cuestiona ese tratamiento digital para hacer una obra muy manual, con muchos accidentes, irregularidades, el título alude al peso, al equilibrio, tanto desde una perspectiva física como experimental", indica Javier Marín.
Dominando una de las salas, la serie Pesares está compuesta por 20 piezas en tinta sobre papel, "que alude también a la conocida serie de Sol LeWitt Lines anda combinations of lines", subraya el galerista. "Es un trabajo muy metódico y ha hecho una composición rítmica, una pieza compleja, muy estudiada", añade.
En la muestra también hay piezas sobre tela y dibujos en los que se ve la influencia de LeWitt, Mondrian, Malévich, artistas referentes de Chico López. La exposición incluye una instalación escultórica que realmente habla "de los procesos pictóricos, de los conceptos de equilibrio, composición de planos", comenta Marín.
"Es importante destacar también los procesos intuitivos", considera el galerista. Y apunta que cuando el artista inicia una obra "se deja llevar por una especie de algoritmos muy personales, muy intuitivos y azarosos y no sabe por dónde va a ir el cuadro, realiza un ejercicio de búsqueda que lo va llevando hacia el equilibrio", comenta Marín y señala que "es un trabajo muy arriesgado".
Para el galerista, "la geometría suele ser muy fría y la obra de Chico López está muy opuesta a ello, se ve la manualidad, los accidentes, toda esa frescura, se aprecian las irregularidades, es como una especie de paisaje topográfico, infográfico, pero donde queda lugar para la realidad, para la percepción de las cuestiones humanas". Y señala que el jiennense es un "artista muy coherente, siempre ha estado indagando y trabajando en esta línea".
A pesar de que las tendencias en el arte actual parecen ir de la mano de lo figurativo, como señala Javier Marín, la temporada de la Galería JM se ha compuesto con tres proyectos que están en una línea más relacionada con la geometría. "Ahora está muy de moda la figuración y el arte urbano, pero esta obra me parece más intelectual, probablemente, porque o te quedas en lo superficial, en que funciona bien a nivel estético, o profundizas más en otros campos", destaca Javier Marín.
El otro proyecto que se puede visitar también en la Galería JM, en el Espacio Columna dedicado a artistas más incipientes del contexto andaluz, lo protagoniza la joven malagueña VAZ. Este es el acrónimo de Eva Pérez Sánchez, una artista que se acaba de licenciar en Bellas Artes y que actualmente realiza un residencia de un año en Berlín.
"Tiene un trabajo muy relacionado con la ilustración, con el cómic, con el arte urbano, hace mucho graffiti y esta es su primera muestra individual", explica el galerista. En la muestra titulada Héteros Tops I. El espacio de los Nadie habla de cuestiones identitarias y de género a través de lienzos y piezas de dibujo, de poesía e instalación, con personajes que no tienen identidad sexual y que tiene referencias a algo ancestral.
"Mediante Los Nadie se plasma ese espectro social que queda oculto, exiliado a los confines. Aquel grupo de individuos que rehúsa el encarcelamiento de las etiquetas y prefiere vivir siguiendo las líneas de sus propios cuerpos, y que sean ellas y solo ellas las que les delimiten. Nuestro espacio, al igual que nuestra identidad, debe poder fluir hacia su propio futuro, buscando su propia forma y no someterse a moldes prefabricados", comenta la artista en la sinopsis de su muestra, que se podrá ver hasta el 13 de mayo.
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