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Los orígenes del flamenco fusión

  • Fernando Vilches y el cubano Negro Aquilino fueron los primeros en interpretar estilos del flamenco con el saxo. El profesor Zagalaz desvela que Vilches nació en Jaén, no en México

Fernando Vilches, uno de los creadores del saxofón jondo, el primer saxofonista en tocar y grabar acompañado por una guitarra flamenca, no era de México, como hasta ahora se creía, ni de Cuba, como señalaban otros estudiosos, sino de Jaén. Según Juan Zagalaz, profesor de la Universidad de Castilla-La Mancha, su nombre completo era Fernando Vilches Silva y nació en la capital del Santo Rostro el 29 de octubre de 1897, marchando a México exiliado al final de la guerra civil. Los orígenes del flamenco-fusión tienen a un jiennense como principal protagonista.

Hasta ahora se conocían las 6 grabaciones de Fernando Vilches con Ramón Montoya. Y tres del Negro Aquilino, el saxofonista cubano que fue su competidor primero y colega más tarde, principal protagonista de esta edición. Aquilino fue de hecho el primero en tocar (y grabar) los estilos jondos, aunque acompañado con piano, no con guitarra, recurso que tomaría más tarde del propio Vilches. Así lo señala Zagalaz en el artículo Fernando Vilches y Aquilino Calzada: el surgimiento del saxofón flamenco en la Segunda República Española incluido en el número 70 del Anuario Musical. De Aquilino se habían publicado en los formatos digitales media granaína y bulerías acompañado de Sabicas, y fandanguillos con Manolo de Badajoz.

Esta edición reproduce las grabaciones de ambos que ya conocíamos y aporta abundante material nuevo de Aquilino: otros tres toques con Manolo de Badajoz, media granaína, guajiras y colombianas, y uno más con Sabicas, Asturiana por bulerías con la segunda guitarra de Rafael Nogales. También cinco toques flamencos con piano, el de su paisano Manuel Beltrán, incluyendo los dos que fueron los primeros que se grabaron al saxo en la historia: fandanguillos, guajiras, milongas, medias granadinas, a los que sumar los fandangos por bulerías Barrio de Santa Cruz, con la guitarra de Nogales, además del piano. También se incluyen dos pasodobles. Y cinco toques más grabados en Cuba con su orquesta en los cuarenta, aunque con reminiscencias jondas: tres pasodobles, granaínas y garrotín. El dato más importante que incluye esta edición es la fecha de las grabaciones. De esta manera se desmiente que los discos con Sabicas se hicieran en la América de los años 40: se realizaron en España en 1936. El libreto de este disco, firmado por Jordi Pujol, aporta también las biografías respectivas de los dos intérpretes que, en lo relativo a sus carreras flamencas, que hicieron prácticamente juntos, como camaradas o en competencia, coincide con el artículo señalado de Zagalaz. Y completa algunos datos referentes a Vilches como la fecha de su regreso a España desde su exilio mexicano, 1946, y su muerte en 1970. Respecto a Aquilino se nos aportan datos biográficos claves como que su madre era española o las fechas de nacimiento y muerte. También se completa su biografía tras su marcha definitiva de España en 1940. Pujol da, además, la fecha muy probable de 1928 como la de llegada a España de Aquilino. Sin embargo no es hasta mayo de 1932 cuando Aquilino se destapa como Saxofonista flamenco tocando los sones jondos a la moda. Sus dos primeras grabaciones, las primeras en la historia con el saxo como solista flamenco, datan, según esta edición, de junio de ese mismo año, con Beltrán dándole la réplica por fandangos y guajiras. Pujol y Zagalaz coinciden en señalar que Aquilino llevó a cabo su invento del Saxofón flamenco en una serie de espectáculos taurinos en los cosos de toda España. Así que hemos dar la razón al Negro Aquilino cuando se presentaba como "el creador del cante jondo en el saxofón". El éxito fue tal que enseguida el jiennense Fernando Vilches lo imitó, siendo este último el primero en ejecutar sus toques jondos a guitarra, ya que Aquilino lo había hecho hasta ese momento con acompañamiento de piano. En seguida se produjo el pique y el consiguiente reto entre los dos intérpretes, ardid publicitario de moda en la época, que fue un auténtico éxito masivo que les llevó a recorrer juntos, con sus respectivas orquestas, las plazas de toros de toda España. También se hacían acompañar, o acompañaban, a reputados cantaores como Guerrita, Marchena, Vallejo, Canalejas, Cepero, etc. Vilches grabó, incluso, cinco discos con Marchena en 1932, con las guitarras de Rafael Nogales y Montoya: pasodobles, fandangos y colombianas. Al final se integraron dentro de un grupo de jazz conducido por el director y bailarín negro Harry Flemming, que trabajaba en España desde 1929. El flamenco instrumental y el cante con otros instrumentos diferentes de la guitarra existen desde el origen mismo de lo jondo. El Canario Chico cantó en 1895 una guajira con piano para un cilindro de cera que afortunadamente rescató en CD en 2002 el Centro Andaluz de Flamenco.

En esa publicación del organismo público no se consideraba flamenco al anónimo intérprete, aunque nosotros entonces desde estas mismas páginas desvelamos que se trataba del Canario Chico. También hay abundantes grabaciones de pizarra con estilos flamencos acompañados por orquesta de las tres primeras décadas del siglo XX. El saxofón era parte de esas orquestas ligeras y, en ocasiones, hacía algún solo en las grabaciones. La novedad de Aquilino y Vilches consistió en que "cantaban" los estilos jondos emulando la voz. De esta misma época, los años 30, datan las grabaciones de Sabicas con el violinista Rafael de La Unión, lo que demuestra que el experimento de Aquilino y Vilches no era un fenómeno aislado. Así que el flamenco fusión se ensayó en la España abierta de la II República casi tres décadas antes de que lo consolidaran Coltrane y Miles Davis. De manera que Jorge Pardo, Diego Villegas y compañía ya pueden hablarle de tú a sus abuelos gracias a este disco memorable que nos ayuda a elaborar una historia del flamenco rigurosa que nos presenta un arte abierto desde sus orígenes a las fusiones musicales, en contra de los mitos de pureza que durante décadas imperaron, estérilmente, en la historiografía flamenca. El flamenco abierto, el flamenco libre, el flamenco de masas en las plazas de toros, el flamenco que hubo de exiliarse, como en el caso de Vilches, que se suma así a la larga lista del exilio jondo del Pena, Angelillo, Niño de Utrera, Esteban de Sanlúcar, etc., fue también otra de esas oportunidades perdidas por la guerra civil, que se hubo de recuperar 40 años después.

El saxofón humano

Negro Aquilino y Fernando Vilches. Grabaciones 1932-1941. Fresh Sound.

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