Orquesta Filarmónica de Málaga

La ofrenda de Darth Vader a la Virgen de la Victoria

  • La Orquesta Filarmónica de Málaga interpretó partituras de John Williams al aire libre en la plaza del Santuario

Concierto de la Filarmónica, este jueves, en el Santuario de la plaza de la Victoria.

Concierto de la Filarmónica, este jueves, en el Santuario de la plaza de la Victoria. / Javier Albiñana (Málaga)

En lo que venía siendo una incómoda cuenta pendiente, la organización de conciertos al aire libre, la Orquesta Filarmónica de Málaga encontró el año pasado el marco perfecto en la plaza del Santuario de la Victoria, uno de los enclaves más hermosos de la ciudad, situado en un barrio no muy lejos del centro aunque sí lo suficiente para mantener al público a buen resguardo de la jauría. Así, en julio de 2020, la orquesta interpretó, bajo la dirección de Arturo Díez Boscovich, un programa titulado Clásicos populares con obras de Mozart y Beethoven para disfrute de un público entregado al frescor nocturno y filarmónico, bajo las pertinentes medidas sanitarias impuestas por el coronavirus. Entre los espectadores se encontraba el nuevo titular de la OFM, José María Moreno, entonces apenas recién llegado, que vio en la propuesta una herramienta de primer orden para ganar nuevos públicos, con lo que decidió, aquella misma noche, darle continuidad al proyecto bajo su propio mando. Dicho y hecho: la OFM volvió este jueves a la misma plaza con Moreno en la tarima y un programa mucho más popular si cabe, consagrado a John Williams con la música compuesta por el estadounidense para las sagas cinematográficas de Harry Potter y Star Wars.

José María Moreno dirige a la orquesta durante el concierto. José María Moreno dirige a la orquesta durante el concierto.

José María Moreno dirige a la orquesta durante el concierto. / Javier Albiñana (Málaga)

Y con semejante material, claro, el disfrute volvió a ser mayúsculo, especialmente para el público menudo que, a veces bocadillo en mano, seguía con la cabeza las embestidas de la orquesta en los apoteósicos tonos mayores. Disfrutó de lo lindo también José María Moreno, que hizo de la batuta una verdadera fiesta en el empeño por exprimir el poderío de la orquesta con un contundente resultado. La OFM presentó en la primera parte fragmentos de la música para Harry Potter y la piedra filosofal y Harry Potter y la cámara secreta, pero lo bueno vino en la segunda parte con un repaso a Star Wars que incluyó desde la fanfarria inicial hasta temas de las últimas entregas de la saga, pasando, claro, por la impagable Marcha imperial: casi parecía que Darth Vader había acudido en persona a presentar su particular ofrenda a la Virgen de la Victoria. Debería tomar nota la Agrupación de Cofradías para la Magna de septiembre. Mientras la orquesta hacía lo suyo con el oficio acostumbrado, el espectáculo se prolongaba en las terrazas del Compás de la Victoria, donde, entre cervezas y cartuchos de pescaíto frito, los comensales se unían a la inesperada sinfonía, así como los paseadores de perros y otros insignes transeúntes. Sólo los canis que se citan cada noche en la plaza con sus altavoces y sus bolsas de chucherías lamentaron verse desplazados, pero, por una noche, el barrio fue de una gran orquesta. Y de todos los que con ella compartieron el poder evocador y reparador de la gran música.

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