Cultura

Los nuevos proyectos de Carlos Saura se acompañan de nombres malagueños

  • La bailaora Rocío Molina y el flamencólogo Ortiz Nuevo participan en la película y en el musical del cineasta

La historia y presente del flamenco están llenos de reminiscencias malagueñas. Cuna de grandes artistas, el nombre de Málaga vuelve a resurgir, esta vez, en los títulos de crédito de los dos nuevos proyectos de Carlos Saura. El cineasta ha querido rodearse del talento de la joven bailaora Rocío Molina y del flamencólogo José Luis Ortiz Nuevo para Flamenco, flamenco, la película que comenzará a rodar este septiembre; y para Flamenco Hoy, el musical que ayer se despidió de Los Veranos de la Villa de Madrid. El baile de Molina está presente en ambos trabajos, mientras que Ortíz Nuevo participa como asesor artístico de Saura en el musical.

Cuando la bailaora contaba con ocho años fue al cine a ver Flamenco, la primera parte de un trabajo que reunió en la pantalla a pesos pesados del género como La Paquera de jerez, Manolo Sanlúcar y Enrique Morente, entre otros. "Cuando me llamaron no me lo podía creer. Para mí ha sido como un sueño", comenta Molina. Ahora, el veterano realizador la ha elegido como revelación del flamenco tras verla actuar en Oro Viejo ( el nuevo espectáculo que dirige y protagoniza) en Jerez y en Madrid.

La aportación de esta singular artista (Mejor Bailaora de la Bienal de Sevilla 2008) se evidencia en el musical con una guajira cantada por La Tremendita, además de un "papel estelar" en una bulería "muy particular que pasa de la bulla a la intimidad", explica Ortíz Nuevo. Dividida en cuatro partes según los cuatro elementos de la naturaleza, a la malagueña le toca bailar una versión del Piensa en mí de Agustín Lara junto a Nani Paños, con el cante de La Genara y el piano de Chano Domínguez de fondo.

La contribución malagueña a la iniciativa musical de Saura se completa con otros dos nombres , el de la cantaora La Genara (acompañante habitual de Joaquín Cortés); y el de Ernesto Aurignac, saxo y flauta del musical Flamenco Hoy. Formado en el Conservatorio Superior de Málaga, completó sus estudios en el taller de músicos de Barcelona, donde reside actualmente.

En todo el proceso de elaboración de este musical, concebido como un retrato escénico "de flamenco puro" -matiza el experto- Jerez de la Frontera fue un enclave crucial. Los primeros contactos entre Saura y Ortíz Nuevo se produjeron el pasado año en el festival de flamenco de esta ciudad. Pero el malagueño ya había colaborado en 1995 con el director en Flamenco. Le encargaron un texto introductorio al espectáculo (que finalmente no se incluyó en la película )extraído del libro Alegato contra la pureza, del propio Ortíz Nuevo.

Mano a mano con Saura, con los coreógrafos y con Chano Domínguez, Ortíz Nuevo ha dado forma a un producto "comercial, en el mejor sentido de la palabra, sin concesiones y dirigido a cualquier tipo de público", subraya. El trabajo de iluminación, vestuario y, sobre todo, de una "espectacular" escenografía llevan el sello de Saura. "No hay pretensión de contar nada. Se trata de emocionar y seducir con la música y las imágenes", añade Ortíz Nuevo. Entre los elementos novedosos está la incursión de un pasodoble y un tipo fandango rescatado del reinado de Carlos III "y que un siglo después adoptaría el flamenco", especifica.

Tras el escenario suena otro nombre vinculado durante 13 años a Málaga, el de Salomón Castiel productor asociado en este musical y ex gerente del Teatro Cervantes. "Resulta curioso que en los dos años que estuve con la Bienal de Flamenco no pudiese trabajar con él . Ahora ha tenido que ser fuera de Málaga", apunta Ortiz Nuevo.

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