La semilla de la ilusión

Un centenar de niños de Torre del Mar integran el Circo Aleixandrini, que llega al Teatro Cánovas

Jóvenes artistas del Circo Aleixandrini, ayer, en el Teatro Cánovas.
Jóvenes artistas del Circo Aleixandrini, ayer, en el Teatro Cánovas.

La historia podía parecer descabellada, pero los hechos son irrefutables. Hace algo más de un año, el colegio público Vicente Aleixandre de Torre del Mar creó una escuela de circo con alumnos del centro. Con la implicación de toda la comunidad educativa, y a través del Proyecto Escuela Espacio de Paz, comenzaron a trabajar en el tiempo de ocio del horario lectivo (fundamentalmente los recreos) con un centenar de chavales, que aprendieron así artes propios de equilibristas, malabaristas, saltadores y acróbatas. De este modo, andando el tiempo, la comunidad circense instalada en el colegio tomó hechuras de compañía propia. ¿Y cómo podría llamarse una agrupación de circo tan grande y numerosa? Sólo de una manera: Circo Aleixandrini. Y, como ya es hora de mostrar lo aprendido, el Circo Aleixandrini mostrará sus habilidades durante la Semana Blanca en el Teatro Cánovas y algunos otros rincones de la capital, en una propuesta pensada para pequeños y grandes idónea para estos días de asueto escolar.

Los alumnos del Circo Aleixandrini, que llegan al Cánovas de la mano de La Carpa de Teatro, que ha querido que den el salto a otros escenarios tras la repercusión del proyecto, demostrarán que el circo tiene el futuro garantizado y, de paso, que las artes escénicas representan un valor clave en la educación de los niños. Los protagonistas absolutos, en todo caso, son los cien estudiantes del colegio Vicente Aleixandre, artistas por derecho y capaces de deslumbrar a todos los públicos con sus acrobacias.

La escuela de circo presenta un argumento propio. El Circo Aleixandrini se dispone a embarcarse en una nueva gira mundial y en éstas resulta que se les cuelan cien polizones, todos ellos niños que quieren buscar los colores más bonitos del mundo para pintar las paredes de su colegio. Los artistas del Circo Aleixandrini acogen a los niños en su compañía y así, en algo más de una hora de función, todos emprenden un largo viaje que arranca en Málaga y continúa por el Norte y el Este de Europa, África, América del Sur y China. De este modo, los pequeños pueden disfrutar del espectáculo que ofrecen los equilibristas, los monociclos, las saltadoras de comba, los malabaristas, los platos chinos, los diábolos, los bailarines, los músicos (que actúan en directo) y hasta un dragón auténtico.

Tras la gran inauguración que tendrá lugar el sábado a las 18:30 en el Cánovas, el La Carpa Teatro desarrollará otras tres propuestas diferentes en el Cánovas: el Campamento de circo, con encuentros matinales del 24 al 27 de febrero; el Pequeño Circo de Juguete, del 23 al 28 de febrero y el 1 y 2 de marzo; y los Pasacalles, que se celebrarán del 22 al 27 de febrero al aire libre y en diversas calles y plazas de Málaga.

Tal y como recordaron ayer los responsables del Colegio Vicente Aleixandre y de La Carpa Teatro, la experiencia de la escuela de circo ha supuesto un verdadero impacto en la convivencia del centro. Desde el principio, los encuentros se organizaron con la disciplina necesaria para la adquisición de destrezas, la elaboración del atrezzo y los decorados, los ensayos de danzas, músicas y dramatizaciones y todo lo relativo a los espectáculos. El compromiso de todos se mantuvo durante los recreos, muchas tardes y hasta algunas noches. Ahora toca celebrarlo con quien da sentido a todo esto: el público. Enhorabuena.

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