Cultura

Un siglo de dibujos animados

  • En 1898, el francés Émile Cohl creó 'Fantasmagorie', la primera película de animación, pieza de sólo dos minutos

Son cien años ya, algunos menos que su hermano mayor, el cine de imágenes fotografiadas que nació de la combinación de cámara tomavistas y proyector, denominada cinematógrafo, y que patentaron en febrero de 1895 los hermanos Louis y August Lumière. Hubo que esperar tres años a que alguien diera el paso de crear los dibujos animados. También fue un francés. Émile Cohl es considerado por muchos historiadores el padre real de los dibujos animados. En 1898, Émile Cohl sorprendió con Fantasmagorie, una cinta 36 metros de longitud y una duración aproximada de 1 minuto y 57 segundos. En ella, este pionero dio vida a unos personajes de línea simple y animados sobre papel filmado en película de alto contraste. El primer centenario coincide con la llegada a los cines de WALL-E (Andrew Stanton, 2008), la nueva maravilla de los estudios Pixar, los últimos revolucionarios de esta ya vieja invención.

Émile Cohl (1857-1938) es un completo desconocido para el gran público, pero él es el inequívoco padre de la animación. Fantasmagorie fue el pistoletazo de salida de una industria creativa de la que él fue pionero, aunque jamás triunfó al nivel de sus seguidores, gente como Fleischer o Walt Disney.

El primer largometraje de animación, Fantasmagorie, se estrenó el 17 de agosto de 1908, pero fue entre febrero y junio de ese año cuando fue creado. Los menos de dos minutos de película contienen 700 dibujos del propio Émile Cohl. El título del pequeño filme era un homenaje a una variante de mediados del siglo XIX de la linterna mágica. Y es que la modernidad miraba a la tradición.

Cohl no volvió a innovar, pero sí desarrolló una larga carrera que dejó unas 300 películas, aunque sólo han sobrevivido sólo 65. Las siguientes maravillas llevaron la firma de Winsor McCay, también uno de los grandes del cómic con su Pequeño Nemo. En 1911, y con un gran sentido del humor, el estadounidense mezcló animación, casi tridimensional, con imágenes reales. Unos 4.000 dibujos fueron los que empleó en Little Nemo, su primera incursión en los dibujos animados. Tras aquel primer juego, McCay ya nunca abandonó la animación, llegando incluso a experimentar con la abstracción.

Si Earl Hurd fue el primero en usar el acetato, un gran avance técnico de 1915, George Herriman inventó la industria de la animación con Krazy Kat (1916). Y Max Fleisher, el otro gran gigante de la primera comercialización de los cortometrajes, patentó un invento llamado rotoscopio, que permitía captar imágenes de acción real y utilizarlas como referencia para la animación tradicional, dotando a los personajes de movimientos prácticamente reales. Pero el primer gran éxito comercial llegó con Felix the cat (1919), una serie de piezas que firmaron Pat Sullivan como productor y Otto Mesmer como creador. Y después llegó Walt Disney.

Todo lo que antecedió a Disney le sirvió a este visionario para lograr que su nombre fuese sinónimo de dibujo animado. En 1928, hace ya 80 años, llegó Steamboat Willie, la primera película de animación sonora con Mickey Mouse como protagonista. El animador fue el genial y oscuro Ub Iwerks -el verdadero padre de Mickey-. A partir de ahí, Disney aplicó el color, inventó el largometraje de animación y casi cada nuevo avance fue obra de su compañía. Tuvo que llegar Pixar, de la mano de Disney, para cambiarlo todo con Toy Story (1995), pero esa es otra historia.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios