Cultura

Una última función del humor de Calderón

  • La compañía Pata Teatro representa la obra 'No hay burlas con el amor', una comedia del Siglo de Oro, desde el 2 de julio en el instituto Gaona

La compañía malagueña Pata Teatro representa hoy, tras 33 funciones, el último pase de la obra de humor de Calderón No hay burlas con el amor. El patio de arcos del instituto Vicente Espinel (Gaona) ha sido desde el pasado 2 de julio el escenario perfecto para "palpar día a día al público", apuntó ayer Macarena Pérez, cofundadora de la compañía, adaptadora del guión y actriz de la obra.

Las más de 2.500 personas que han asistido a esta comedia de enredo del teatro del Siglo de Oro han agotado el aforo limitado que tiene el patio del Gaona. El saber que se va a ver una comedia, la representación del ambiente del corral de comedias y el ver como el público con afán por meterse en la obra hacen comentarios y contestaciones a los actores, son cualidades que hacen que una función que día a día se representa vaya teniendo fama, incrementando así desorbitadamente el público, hasta tener una cola de 50 personas sin entrada. Y es que "aquí en Málaga tenemos la costumbre de dejarlo todo para el final, teniendo las entradas agotadas ya para las últimas funciones", apuntó Pérez, quien da voz y presencia a Beatriz, una de las protagonistas.

El teatro está vivo, cada representación por mucho que los actores quieran hacerlo igual tiene un elemento, un instante nunca idéntico donde se plasma la magia del día; "cada día saltamos a la piscina haciendo de cada función una muy especial, una única". En la obra No hay burlas con el amor, el noble galán Juan de Mendoza, está enamorado de Leonor Enríquez, pero no puede casarse con ella por no ser la hija primogénita, con lo que tiene que esperar a que su hermana mayor, Beatriz, se case primero. Beatriz tiene una personalidad muy peculiar, es una mujer muy culta que usa mucho el rodeo y palabras extrañas que hace que nadie la comprenda. Pero el plan que idean Leonor, Juan de Mendoza y los criados, Moscatel e Inés, para casar a Beatriz con Alonso de Luna, hará que al final no haya burlas con el amor. El papel de Beatriz lo interpreta Macarena Pérez, una mujer que únicamente se identifica con su personaje cuando la protagonista se desenmascara, viéndose la verdad del personaje, esa parte más humana que se ve con el amor.

No hay burlas con el amor es un proyecto que se lleva fraguando desde que los fundadores de la compañía, Macarena Pérez y Josemi Rodríguez, la vieron representada en 1998 en Madrid a partir de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Ese proyecto fue germinando y se le dio forma este año, "haciendo una adaptación pequeña a esta obra tan poco conocida y con un verso precioso que se hace bombón para cualquier artista", destacó Pérez, quien está encantada de interpretar cada día, sabiendo que la esencia de lo que querías hacer al principio está al cien por cien.

El espectáculo cuenta con la colaboración de entidades públicas y privadas: equipo artístico, Escuela Superior de Arte Dramático, el IES Vicente Espinel, el área de Cultura del Ayuntamiento y el bar de Cuadros, entre otros, que han hecho posible que la representación se lleve a cabo a partir de entidades que apuestan hoy por hoy por la cultura, haciendo que la obra de Calderón, No hay burlas con el amor, abra las sonrisas y los corazones del público.

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