Visto y Oído

Francisco Andrés Gallardo

fgallardo@grupojoly.com

Arús finde

Los sábados por la tarde piden otro ritmo que no sea el trajín de la hora del despertador

Imaginemos que los dos programas más vistos de cada día, Pasapalabra y El Hormiguero, pasaran al horario matinal, a primera hora. Tal vez a la audiencia no le apetecería entre las magdalenas comerse también un rosco de enigmas. Y la mayoría que se sienta de noche a ver a Pablo Motos, los entrevistados y los retos de ciencia tiene otras prioridades en el desayuno. Hay formatos que son estomagantes según la hora. Pese a que bajo demanda podemos ver cualquier contenido a la hora que nos plazca, en la televisión en línea, donde prima el hábito (y el sentido común) hay que programar con criterio.

Aruser@s, que es puro trajín a primera hora, es un espacio despertador que anima y hace reír a los seguidores. Ya pueden ser los que estén las tres horas y media seguidas (que ya hay que ser un madrugador tan ocioso) como cualquier otro seguidor que lo zapea durante unos minutos, en un fragmento pillado por los pelos. Es decir, el espectador de Aruser@s está vistiéndose o peleando con las prendas de los niños, desayunando contrarreloj o limpiando los muebles a toda prisa antes de irse al trabajo mientras tiene la tele sonando de fondo. Alfonso Arús es un experto en hacer televisión de compañía. E igual lo que se convierte en una pequeña fiesta diaria, que jalea entre la monotonía de los despertares, se convierte en un programa que da pereza ver en la tarde de los sábados. Y es una pena, porque el programa de las tardes sabatinas de La Sexta es bien divertido. Es una prolongación de lo que hacen a primera hora. Los que siguen el programa a diario tal vez en el tranquilo café del sábado piden otro ritmo y otro sonido. Tal vez de ahí que Aruse@s no repita sus datos de audiencia y sí triunfen los sesteantes telefilmes alemanes.

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